vista generalEl Juzgado de Faltas de la Municipalidad de Asunción levantó la suspensión de actividades que pesaba sobre el bar Long Beach, local ubicado en el barrio Recoleta que abrió nuevamente sus puertas el fin de semana pasado. Esta habilitación es temporal  y durará hasta que se resuelva el sumario abierto acerca del funcionamiento cuestionado por los vecinos. El caso tiene un problema de fondo que puede afectar a los numerosos restaurantes y bares ubicados en la misma zona.

El pasado 25 de abril la Intendencia Municipal ordenó como medida de urgencia la suspensión temporal de las actividades de Long Beach en base a la supuesta violación de la Ordenanza 468/14 que regula “las normas de prevención contra incendios y para la seguridad humana”.  Esta resolución pasó al Juzgado de Faltas a cargo del juez Rubén Pasmor quien el 19 de mayo adoptó la decisión de levantar la suspensión en consideración a que los representantes de Long Beach presentaron  copias de la resolución 242 DOP (Dirección de Obras Particulares) del 25 de agosto del 2015, que aprobaba el esquema básico de prevención contra incendios.

De momento Long Beach seguirá abierto mientras se sustancia en el Juzgado de Faltas el sumario instruido por el juez Pasmor para averiguación de los hechos. Los responsables de Long Beach ya fueron citados para que se presenten a prestar declaración indagatoria. El propietario o el representante legal debía concurrir hoy a la audiencia, pero el abogado defensor solicitó una suspensión alegando que no tenía copias del expediente. Es decir, estamos ante un proceso, como los que se dirimen en el Poder Judicial por lo que su resolución podría durar un buen tiempo.

El caso de Long Beach abarca, sin embargo, otros aspectos que deberán determinarse si constituyen contravenciones a las disposiciones legales, pero que no están contemplados en el expediente que lleva adelante el citado magistrado municipal. No posee licencia comercial para su habilitación, está ubicado en una zona residencial  y no cuenta con la aislación acústica, según las acusaciones formuladas por el ingeniero Carlos Halke, Director de Obras Municipales.

Los propietarios de Long Beach alegaron que desde hace meses vienen tramitando la obtención de la licencia y acusan a la Municipalidad de estar en mora al respecto. En relación a la polución sonora, sostienen que no se realizó ninguna intervención con participación de las partes para certificar si el sonido superaba los decibeles permitidos.  Y sostienen que la sanción para estos casos debe ser: disminuir los decibeles no cerrar el local. Por último, el tema más delicado es el referente a si está ubicado en una zona habilitada o no.

Long Beach está ubicado en una zona denominada AR2B que significa que se trata de un área residencial de densidad media con uso restringido. Allí se pueden ubicar pequeños comercios que cumplan con las especificaciones establecidas en el Plan Regulador. Entre estos comercios se mencionan los locales de ventas de alimentos, pero en cada caso, debe analizarse si cumplen con todas las exigencias técnicas y urbanísticas requeridas. El AR2B es un perímetro comprendido por las calles Choferes del Chaco, Pacheco, Monseñor Bogarín, Eulogio Estigarribia, San Martín, Eusebio Ayala y Choferes. Existen disposiciones especiales para aquellos locales que se ubiquen sobre las avenidas principales.

Se puede ver que comprende una zona donde actualmente están asentados numerosos restaurantes y locales gastronómicos. La decisión que adopte la Municipalidad de Asunción sobre el caso Long Beach a este respecto, necesariamente afectará la suerte de todos ellos ya que están en las mismas circunstancias. El tema de la licencia comercial es otro tema pintoresco respecto a estos casos.

Debido quizás a la informalidad que nos caracteriza a los paraguayos en nuestras múltiples actividades, la obtención de la licencia comercial no constituye una prioridad para los empresarios. En cuanto a los restaurantes, se piensa primero en otros detalles y cuando está listo para funcionar, se acude a la Municipalidad para la obtención del mencionado requisito.  Ya volveremos sobre estos temas.

Long Beach también afronta un caso a nivel judicial por haber desacatado la resolución de la Intendencia Municipal  para la suspensión de actividades. La Comuna requirió intervención de la fuerza pública para el cumplimiento de la resolución, pero la rebeldía duró sólo unos días, ya que posteriormente se presentaron ante la fiscalía y dio cumplimiento el cierre del local.



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