Hace algunos días alguien preguntaba en el facebook, dónde se podía comer el mejor bife de chorizo. Por suerte, llovieron las respuestas con diferentes alternativas. Tal vez, la persona que preguntó no habrá encontrado la respuesta que buscaba, porque la respuesta, felizmente, es que en numerosos lugares se puede comer hoy un excelente bife de chorizo.
El bife de chorizo se convirtió en una clásico de la gastronomía paraguaya, tan famoso como lo son la milanesa y el bife a caballo. Desbancó incluso a antiguos cortes de asado como el vacío o la rabadilla y se disputa la hegemonía del ramo con la tira de asado.
Se lo puede encontrar en restaurantes, parrilladas y churrasquerías y es así, sencillamente porque el bife de chorizo ya quitó, hace algún tiempo carta de ciudadanía paraguaya y no es necesario viajar hasta Buenos Aires para saborearlo.
La principal razón por la cual, podemos gozar hoy de esta circunstancia es que la carne paraguaya ha mejorado ostensiblemente en los últimos tiempos y disputa con sus pares de Argentina, Brasil y Uruguay cuál es la mejor de la región.
Por eso, si uno quiere comer un bife de chorizo, hay más de una docena de lugares a los que podría ir con los ojos cerrados. La cocción en sí no tiene muchos secretos y todo buen parrillero la domina porque lo fundamental es la calidad de la carne y eso es algo de lo que cada vez nos sentimos más orgullosos.
Pasemos a enumerar rápidamente algunos lugares para dejar constancia de lo que decimos: Lo de Osvaldo, La Cabrera, Entrecotte, Un Toro y Siete Vacas, Stilo Campo, La Paraguayita, Valencia, O Gaucho, Paulista, Acuarela, Boi preto, Rodeo Grill, etc. Todos ellos parrilladas o churrasquerías sin tener en cuenta que casi todos los restaurantes finos también tienen en su menú este plato y lo cocinan de maravilla.
Para nuestro gusto, el bife de chorizo debe cocinarse a la parrilla, sobre las brasas, y acompañarse tan sólo de mandioca y una copa de buen vino tinto. Sin acompañamientos ni guarniciones que produzcan distracciones a la hora de apreciar el sabor de la carne. Pero es cuestión de gustos. En algunos restaurantes, el bife de chorizo (luego de marcado) termina por cocinarse al horno, a temperatura controlada, lo que brinda una garantía sobre la exactitud del punto de cocción.
A la hora de elegir, a qué lugar ir para comer un buen bife de chorizo, es difícil basar una decisión sólo en la calidad del producto. Debemos recurrir a otros elementos de juicio, como por ejemplo, el ambiente, el servicio, el precio, la porción u otros detalles como serían, la salsa con que la sirven, las guarniciones que acompañan, etc.
Pero como con la carne ya nos hemos puesto exquisitos, hay algunos que prefieren comer cortes de determinadas razas (Angus, Brangus), y de ciertos lugares de procedencia (dicen que el ganado que proviene del Chaco Central, produce mejor carne, porque se alimentan con una pastura natural que no tiene igual en el mundo).
Además, hay locales, que por el volumen de carne que consumen pueden darse el lujo de contar con cámaras frigoríficas, propias o alquiladas, donde se estaciona el producto durante un plazo prudencial para lograr su maduración y que así pueda adquirir un mayor grado de terneza.
Betto Barsotti, quién a la hora de comer carne no quiere andar con muchas vueltas aconseja consultar con el parrillero para ver cómo está la carne. “Esto es un albur, un día la carne está bien pero otro no tan blanda, yo para comer un bife voy a Lo de Osvaldo y si quiero un filet mignon voy al Sheraton”, nos comentaba.
A la hora de los precios, no todo es tan uniforme, pero lo importante es que hay para todos los gustos. Repasamos aquí los precios de algunos de los locales para tener una idea.
- La Cabrera: 124.000 guaraníes, porción de 800 gramos.
- Lo de Osvaldo: 70.000 guaraníes, porción de 400 gramos.
- Stilo Campo: 60.000 guaraníes , porción de 500 gramos, 45.000 guaraníes, almuerzo ejecutivo.
- La Paraguayita: 50.000 guaraníes, porción de 300 a 400 gramos.
- Un Toro y Siete Vacas: 77.000 guaraníes, porción de 400 gramos.