Aburrida crónica de una final anunciada

12 diciembre, 2018
Vero, Fernando y Nancy durante la eliminación de anoche. Como estaba anunciado, se eliminó Fernando y la final será el martes entre Nancy y Vero. Foto del Facebook oficial del MasterChef Paraguay.

Vero, Fernando y Nancy durante la eliminación de anoche. Como estaba anunciado, se eliminó Fernando y la final será el martes entre Nancy y Vero. Foto del Facebook oficial del MasterChef Paraguay.

Lo venimos repitiendo desde hace 10 programas más o menos. La final del MasterChef, segunda temporada, se va a definir entre Nancy y Vero. Tal cual. Anoche, se eliminó Fernando como estaba cantado, y todo se limitó a esperar hasta el último minuto para saber la decisión del jurado, que todos ya intuíamos que iba ser la que se dio. Nancy y Vero se verán en el último programa en un duelo cara a cara.

Nancy y Vero, son las que mejor desempeño tuvieron a lo largo del programa. Mejor Nancy, que pocas veces estuvo en la prueba de eliminación, mientras que Vero, se tuvo que ir a su casa en una oportunidad pero volvió inmediatamente gracias al repechaje. Si fuera por merecimientos Nancy tendría que ser la ganadora del MasterChef.

Tienen estilos muy diferentes. Nancy, es más cocinera, probablemente tenga el famoso po he porque siempre prepara cosas que gustan a los miembros del jurado aunque ella no domine la técnica. Vero, por su parte, es más creativa. Le gusta jugar con la combinación de ingredientes y siempre sus platos tienen un toque especial que los hacen diferentes. Nancy es más segura, Vero más propensa a los errores.

En los últimos programas, siempre estuvieron seguras que marchaban hacia la final. Y el interés se centraba, en quién de los participantes iba a llegar más lejos. Uno de los candidatos era Fernando y fue el último en eliminarse. En la prueba de anoche, creemos que equivocó de estrategia, porque no arriesgó. El desafío consistió en que debían preparar una cena de Navidad o Fin de Año: Vitel Toné, Pavo, Pollo, Lengua a la vinagreta, Arrollado de Matambre y cosas por estilo acompañados de sus tradicionales guarniciones. Nada que tuviera mucha complicación.

Fernando se inclinó a elaborar platos que estuvieran gastronómicamente correctos. Pero en este plano, no podía competir con Nancy y Vero, que eran más duchas en la materia. Su eliminación era casi segura. Ahí, debió pensar en tratar de hacer algo diferente, que pudiera sorprender al jurado, aunque muriera en el intento.  Jugó a cometer menos errores que las otras competidoras y como viene ocurriendo desde hace muchas semanas, las que mejor se desempeñan son Nancy y Vero.

Esta situación sometió al programa a un elevado aburrimiento. La única expectativa que se crea llega cuando el jurado anuncia su veredicto final y solo porque uno quiere confirmar que la decisión es en el sentido que todos vaticinan. Durante el desarrollo del programa no hay nada que llame poderosamente la atención. Ni lo que hacen los cocineros durante la preparación de los platos, ni durante las devoluciones de los miembros del jurado cuando juzgan las presentaciones.

Estas son bastantes breves, escuetas y pobres. No sirven mucho para que los participantes aprendan de las observaciones y que los televidentes puedan aprovecharse de ellas. Claro que tampoco pueden extenderse mucho porque, o si no, darían muchas pistas y se podría saber de antemano, quién es el eliminado,   antes de esos minutos que alargan como chicle para decir quién se va o quién se queda.

Hay que recordar que en la primera edición del MasterChef Paraguay se dio también un resultado muy lógico. María Liz Ocampos, quién resultó ganadora, era la favorita desde mucho antes del final. No se sabe todavía, la modalidad que adoptaran para la tercera temporada de MasterChef, pero está visto que algún cambio habrá que inyectarle para que haya más expectativa, para que no sea siempre la crónica de una final anunciada, que si sigue así, será cada vez más aburrida.

Si te gustó el contenido, compartilo :)

COMENTAR