En los próximos días, Nani Peralta viajará a Tanzania, África, para hacerse cargo de la barra del bar que en ese país abrirá uno de los dueños del restaurante Zulu, donde ella trabajaba. Nani es una de las primeras mujeres que se abrió paso con éxito en el mundo de la coctelería nacional. Irá a prueba por tres meses con opción a un contrato de dos años. Un atractivo salario, las playas y la aventura le mueven a aceptar este desafío.
Trabajará en el mismo local para el cual fue contratado el chef colombiano Julián Endara. Está ubicado en la ciudad Dar es-Salam, un sitio turístico con atractivas playas y muchos resorts de lujo. El propietario es Son Vengetsamy uno de los propietarios de Zulu, el conocido local ubicado en la terraza de una de las torres del Trade World Center. “No puedo creer que algo que inicié como un hobby me permita ganar ahora un buen salario y tener esta experiencia, porque no lo veo como un trabajo”, fue lo primero que nos dijo cuando le consultamos al respecto.
En el 2018, comenzó a trabajar en Zulu y tuvo a su cargo, junto a otros compañeros, crear la carta de tragos, basada en la coctelería clásica y en tragos de autor. En Tanzania se desempeñará como bar manager y seguramente se trata del primer profesional paraguayo que asume esta responsabilidad en un local en el extranjero. Hace poco tiempo había renunciado y abandonó temporalmente su profesión como bartender.
Trabajaba en una empresa de call center, porque durante la pandemia se redujo la actividad en Zulu y solo abrían de miércoles a sábado. Arregló para ajustar sus horarios a fin de llevar paralelamente ambos empleos, pero tuvo que dejar los tragos para no colapsar físicamente. “No me daba el cuero” reconoció Nani, quién hasta las cinco estaba en el call center y desde las 19:00 en el bar de Zulu.
Son Vengetsamy ya le había sondeado meses antes, para llevarla a su restaurante en Tanzania, pero como ella era un puntal en la barra de Zulu, no podía arrebatarla de ese lugar. La situación se facilitó cuando ella presentó su renuncia. “Obvio que me conviene”, fue su respuesta cuando le consultamos si la propuesta económica justificaba la nueva oferta laboral.
Es la primera vez que irá a trabajar al extranjero y menciona que rechazó otras ofertas similares “porque no cerraban los números”. Y agrega: “de todas maneras no me cortaba las venas por ir a trabajar a otros países, pero decidí aceptar esta oferta porque era la mejor, por la aventura, y por las playas”. Y sigue “me gustan las playas, he visto muchas fotos del lugar y sus playas son muy parecidas a las del Caribe”. Por eso piensa que su estancia en dicho país de África se prolongará dos años.
Nani es soltera, no nos quiso contar su edad, pero está entre los… bueno, es joven. Ella es oriunda de Ciudad del Este. Se estableció en Asunción en el 2016, vino a fines del 2015 para pasar el año nuevo con su mamá y se quedó. En mayo de ese año comenzó a trabajar como ayudante de barra en el bar Once15 (ya desaparecido). “Fue por puro hobby, yo solía preparar tragos en casa para mis amigos” confiesa. Cuando se dio cuenta de que esta actividad le gustaba dejó sus estudios de marketing y administración y se dedicó de lleno a la coctelería.
Representando a ese lugar participó en el primer World Class Paraguay, una de las competencias más prestigiosas que existe en el mundo de la mixología. En mayo del 2017, se clasificó entre los cuatro mejores de Paraguay y fue semifinalista del World Class PUB (Paraguay, Uruguay, Brasil) que se realizó en julio del 2017 en Sao Paulo, Brasil. Obtuvo el segundo puesto en el campeonato nacional de caipiriña organizado por la Cámara de Comercio Paraguay Brasil del año 2018; fue semifinalista en el World Class Paraguay del 2019 y ganadora de la edición 2020 del Cocktail del año Paraguay.
A Nani le gusta la coctelería de autor. Su bebida preferida es el whisky, que “sea escocés”, dice ella. Le gusta preparar tragos usando el whisky como ingrediente principal. Precisamente, el que llamó Dandy Coctail, mejor cóctel Paraguay 2020 se basa en la siguiente receta que describe de esta manera: A base Johnnie Walker Black Label, el Talisker 10, que aporta notas salinas y da un impulso a ese sabor ahumado que tanto me gusta del whisky, sirope de mburucuya y ají que se combinan para dar las notas picantes y dulces a la vez, el zumo de limón que se alía con la acidez del sirope y finalmente el agua tónica que aporta el sabor amargo y el vaso escarchado con sal para hacer un contraste y jugar con la textura del coctel, todo es una explosión de sabores. Crear esta receta fue un desafío personal, pasé dos años preguntándome, si sería capaz de lograr un equilibrio de sabores entre lo salado, dulce, acido, picante y amargo a la vez en un solo cóctel”.
Le preguntamos como se ve en el futuro. “Sinceramente no me veo haciendo lo mismo el resto de mi vida, capaz que sí, pero no sé en qué medida como trabajo, vivo para darme los gustos y la mixología no es algo que quiera hacer todo el tiempo. Me gustaría tener un bar en mi casi, invitar a los amigos. Si abro un bar, lo hago en mi casa”. Nos contó que Once15 se parecía mucho al patio de una casa. Cuando eso pensaba que le gustaría trabajar con una vista de la ciudad y fue a parar a la terraza de Zulu. Después se le ocurrió lo lindo que sería trabajar frente a una playa y en Tanzania tendrá vistas de la ciudad y la playa. “Ojalá que la próxima ocurrencia me lleve a Ibiza”, dijo para finalizar. Ojalá que se le dé.