Para un cocinero es como hacer realidad el sueño del pibe. Tener un espacio con todo el equipamiento y los productos para armar un buen plato. Poder transmitir no sólo los sabores sino las habilidades para lograrlo. Hacer que el comensal no solo disfrute sino que participe en la elaboración. Y encima, lograr todo eso, en un ambiente de entretenimiento, dónde la versatilidad de la propuesta tiene sus límites, sólo en la imaginación, es cómo lograr la mayor aproximación posible entre la alimentación y el arte.
Todo esto vale para tratar de explicar lo que es Kitchen Lab, la más novedosa y original propuesta culinaria que apareció en la ciudad. Está ubicado en Teniente Delgado 736 casi Siria, en el local donde funcionan además Food&Co y Delicatessen. La segunda planta del edificio fue destinada al nuevo proyecto a cuyo frente se encuentran los conocidos chefs André Magon y Sebastián Saavedra.
Físicamente, Kitchen Lab, es un mono ambiente, como dirían los agentes inmobiliarios. Se trata de un gran salón cocina comedor con capacidad para 28 comensales sentados, 40 si es que participarán parados de alguna experiencia. La mesada de cocina domina uno de los extremos del salón frente a dos grandes mesas dónde se ubican los comensales. Sin la mesada, parecería uno de esos ambientes privados que tienen los restaurantes, pero éste cuenta con mayores detalles en la decoración, finamente lograda.
Es que esa decoración está armada con los productos que ofrecen las empresas auspiciantes del proyecto. El equipamiento de cocina es de tal marca, los menajes y cubiertos son de otra. La bodega que domina casi toda una de las paredes laterales deja ver el logotipo de una conocida importadora de bebidas, las máquinas de café tienen el sello inconfundible de las firmas a las que pertenecen. Pero toda esa promoción está realizada discretamente sin ninguna invasión ni polución visual. Todo está previsto con el mismo criterio: las mesas, las sillas, las bebidas y hasta el aire acondicionado.
Pero lo más importante no es el look sino el concepto de Kitchen Lab. No es precisamente un laboratorio de experimentos científicos de cocina. Tiene que ver más bien con un laboratorio de experiencias gastronómica. “Es un atelier de cocina”, nos explica André Magon, uno de los ideólogos del proyecto. La idea es realizar degustaciones de productos, talleres y jornadas de trabajo y entretenimiento que tengan como leitmotiv la gastronomía. “Un centro de eventos y bazar gastronómico que busca acercar a los amantes gastronómicos y curiosos a compartir conocimientos y experiencias”, amplía el concepto.
Los participantes del Kitchen Lab tendrán oportunidad de asistir a un evento gastronómico para degustar productos en una cena o almuerzo maridaje. Podrán asistir también a los talleres que se dictarán, en dónde podrán tocar, cocinar y comer las preparaciones. Por último, las empresas podrán realizar actividades corporativas, ya sea para agasajar a clientes, para mantener reuniones de trabajo o para fomentar el trabajo en equipo. En todos estos casos contarán con la dirección de los chefs Sebastián Saavedra y André Magon. “Queremos que sea un espacio dinámico, versátil, y entretenido para crear experiencias dentro de la cocina”, agrega.
Lo de dinámico y versátil viene a cuento porque las actividades se pueden realizar a cualquier hora del día: desayuno, almuerzo o cena. Incluso, nos cuenta Magon que ya agendaron con un grupo que pidió una cena a las 02:00 de la madrugada. Se trata de personas que asistirán a la noche a una función de teatro y llegarán a las 01:00. Se prevé que otros chefs participen con sus experiencias. El barman Edu Dinatale tiene previsto hacer un taller de tragos y el sommelier Oliver Gayet hará varios maridajes. Una vez al mes vendrá un panadero de Argentina para dictar cursos, gracias a la intervención de una de las firmas auspiciantes.
Mientras tanto, existe un menú elaborado destinado a los tres sectores o conceptos que están manejando:
1) Entretenimiento
Clásicos de la cocina local: Un tributo desde la perspectiva de los chefs: el surubí al roquefort, el lomito a la pimienta, las afamadas milanesas, o el delicioso asado a la olla serán los protagonistas.
Pequeños bocados Grandes Sabores. Aventura de sabores de bocados creativos con un perfecto maridaje con destacados vinos y cervezas Premium.
Cooking Party. Una perfecta excusa para celebrar entre amigos ya sea despedida de soltero, cumpleaños, aniversarios o divorcios.
2) Talleres
Pizza y tinto. Lección de tres horas para aprender cómo hacer una masa versátil a prueba de fallos, cubrirla con deliciosos ingredientes y disfrutar de la pizza con un vaso de vino tinto.
Wok n`roll. Para descubrir los secretos de este milenario utensilio.
Pescados y frutos de mar. Con dos chefs experimentados en la materia.
Burger MasterClass. Tips y consejos sobre selección, molienda y preparación de la carne, elección del pan y los condimentos.
Ceviches de América. Un clásico de la cocina latinoamericana convertido en un éxito de la cocina moderna.
La Risotería. La estrella de la cocina italiana en una variedad de opciones.
3)Corporativo
60´FLAT. Sesenta minutos para que una reunión de trabajo, un almuerzo con un cliente o una escapada de la oficina, sea algo fuera de lo común.
Cooking Team Building. Comunicación, liderazgo y trabajo en equipo son los ingredientes que componen esta receta.
Host your top costumers. Para llevarlo más cerca de sus mejores clientes o empleados, cosa que es muy difícil en el ajetreo del día a día.
Working Social Club. Pasar un buen rato con tus compañeros de trabajo es esencial para conseguir el mejor ambiente.
Cualquier interesado puede participar en los ítems 1 y 2, informándose e inscribiéndose en la página de Facebook de Kitchen Lab, dónde se publica el calendario de actividades. Para las actividades Corporativas la participación está reservada a los invitados de las empresas organizadoras.
COMO NACIO LA IDEA
Todo comenzó hace como cuatro meses cuando André Magon con la familia Torrens estaban viendo la posibilidad de habilitar un salón para que los clientes vengan a degustar los productos de la fábrica de Delicatessen, la fábrica de pizzas y la de productos congelados que producen. A esa idea se sumó Sebastián Saavedra agregando que se podrían hacer talleres de cocina y de aunar ambas ideas surgió Kitchen Lab que se concretó gracias al apoyo de empresas gastronómicas de nuestro medio que facilitaron el equipamiento y el aprovisionamiento.
Cada una de esas empresas, una vez al mes realiza una promoción para sus invitados especiales. En cada sesión del Kitchen Lab se utilizan solo los productos de los auspiciantes de manera que todas las marcas estén siempre presentes en las actividades programadas. Este concepto permitió que se concretara el proyecto casi en un tiempo récord y es lo que alimenta el concepto de que los responsables alcanzaron un sueño.