Pronto a cumplir 50 años, el “Bar Leo” se aferra a sus raíces ofreciendo las empanadas más grandes de Asunción pero con aires de gastronomía renovadora que aun soplan desde la zona del puerto hacia otros sectores de la ciudad.
En 1965, el Puerto de Asunción aún era un centro importante de movimiento de cargas y pasajeros. Un mar de gente se desenvolvía en la zona y fue el momento en que el matrimonio formado por don Leopoldo Cataldi y Guillermina Sardi, decidió proponer una oferta gastronómica pluriclasista –para el obrero y el ejecutivo- y abrieron el “Bar Leo” que aferrado a la oferta madre con acoples modernistas, se mantiene hasta hoy y sigue creciendo.
Al local central de la calle Colon casi Oliva, se han sumado otros dos, uno sobre Cerro Cora y EE.UU. y el otro en Villa Morra (Andrade y Dr. Morra) siguiendo la dinámica de la ciudad que se ha ido alejando del río. Los planes apuntan a la apertura de nuevos locales, nos comenta Vanesa Fernández, gerente administrativa de la empresa.
Si bien las dos sucursales tienen una tendencia ya orientada a otro público, el local central todavía es “democrático” pues sienta juntos a obreros, oficinistas y ejecutivos. Su estructura es diferente y mantiene aún la clásica barra a la que en todos estos años asomaron incluso personajes importantes de la economía y la política de nuestro país.
Inicialmente fue un copetín al paso. Don Leo de raíces italianas y Doña Guille de raíces libanesas, juntaron culturas gastronómicas para preparar unas empanadas que son como la joya de la corona del Bar, hasta hoy, con sabores tales como chilena, napolitana, carne, huevo, jamón y queso, pollo, verduras. Los fundadores ya no están pero son sus hijos los que siguen con el negocio.
Una de las características del menú es que ocupa toda la palma de la mano de una persona y por si sola es un almuerzo. La popularidad del bar fue lanzada por la vía de esta propuesta que como se diría, sacia al solo verla.
El Bar Leo, no se ha quedado en el molde. “Trabajamos mucho en base a planes de corto y largo plazos, metas definidas. Nos organizamos y encaramos una administración ordenada y la capacitación del personal es permanente tanto en producción (cocina) como en atención al cliente” explica Vanesa y expone que la calidad del producto es fundamental pero también la calidad del capital humano.
Pida y se lo llevamos
El servicio de delibery se ha fortalecido desde los tres locales. Es una fortaleza del Bar. Hay una tendencia creciente en la gente que prefiere quedarse en la oficina y encarga desde ahí los platos. La pizza “ Leo” al tatakua gana espacio entre los pedidos y todo requiere de capacitación y compromiso para llegar a tiempo con calidad, buena presentación y precio competitivo.
Es un bar con historia. El próximo año cumplirá sus Bodas de Oro y si bien aún mantiene muchas recetas originales porque sustentaron el crecimiento, otras que fueron mejoradas en base a la aparición de nuevos productos y hay naturalmente que recetas nuevas. No podemos jugarnos a cambiar la fórmula de empanadas porque así gustan, así encaminaron la historia de la empresa, nos comenta finalmente Vanesa.
Muy buenas publicaciones
No hay otra como las empanadas del #BarLeo