La Feria Internacional de Turismo, que se realiza en la ciudad de Madrid, España se caracteriza por la presencia de una gran oferta gastronómica asociada a los destinos gastronómicos. Uno de los representantes del turismo español lo explicó de la siguiente manera: «Cualquier turista que se va satisfecho por el estómago vuelve. Gastronomía y turismo no se pueden disociar».
El evento de turismo cuenta con la participación de 25 mil profesionales internacionales procedentes de 100 países y otros 95 mil que son de España, inició el 22 de enero y culminó el 26.
Paraguay también estuvo presente en FITUR 2014 mostrando todo el potencial turístico natural y cultural del país, como por ejemplo la Reserva Natural del Bosque Mbaracayu, que comprende 64.406 hectáreas de bosque atlántico. También estuvo presente como Embajador Turístico del Paraguay, Roque Santa Cruz, firmando autógrafos y entregando merchandising.
La agencia de noticias EFE destacó el gran despliegue de productos gastronómicos presentados en la feria: el atún de almadraba de la costa gaditana, las chacinas ibéricas de Guijuelo, los vinos de La Rioja, las sardinas ahumadas de Muros, la milenaria papa canaria y la sidra asturiana.
Los países participantes y las regiones de España que asisten al evento se han volcado de lleno en la gastronomía para tratar de conquistar al turista por el paladar.
Se promueven rutas gastronómicas y enológicas, se organizan degustaciones de productos, demostraciones culinarias, catas de aceite de oliva, vino o licor, charlas sobre productos y otras actividades relacionadas para promover un turismo en alza.
España, que es uno de los países que más turistas recibe en el mundo es el modelo a seguir en materia de políticas de turismo asociadas a la gastronomía.
La ciudad de Valencia promociona su oferta culinaria con paella «y mucho más».
Vitoria se ha erigido oficialmente como Capital Española de la Gastronomía 2014 con el firme propósito de convertirse en la ciudad «donde mejor se coma» este año.
Canarias busca atraer al turista con «productos de calidad y únicos», como la bebida fermentada de plátano -elaborada con el mismo proceso que el vino pero con la fruta canaria como protagonista-, las papas antiguas «que son las mismas que llegaron de América en 1492», el gofio, sus quesos y sus vinos.
El litoral de Cádiz se promueve con la Ruta Milenaria del Atún. «Vienen desde el resto de España y del extranjero a comer el atún», dice el propietario de un restaurante. Los restaurantes se han convertido en un foco de atracción turística que beneficia a toda una comarca.
La Rioja, cuyo stand evoca una barrica de vino, se ha centrado este año en promover otros productos menos conocidos como sus setas o el queso camerano, y platos tradicionales como las pochas a la riojana. Por su parte, Asturias ha presentado en Fitur su Plan de Turismo Gastronómico, con varias rutas como la de la sidra, del vino, del queso, del mar y del campo, que recorren distintas comarcas en pos de la degustación del mejor producto autóctono.
En el expositor de Castilla y Leon la solicitud de información sobre gastronomía y rutas del vino se impone a otras opciones, aseguraron a Efe quienes lo atienden, y Galicia, sabedora de que ya es un destino apreciado por sibaritas, este año ha puesto el acento en sus vinos. Jaén, por su parte, se destaca como el mayor productor de aceite de oliva del mundo y descubre rutas en torno al producto.
Fuera de España también la gastronomía se presenta como atractivo turístico, aunque con menos fuerza. Uno de los países que más ha hecho hincapié en ello es México, trayendo a cocineras tradicionales de Guanajuato, y también Estados Unidos hace lo propio con su ‘chowder’ o sopa cremosa de almejas, o sus bogavantes de Maine.