Es normal que a veces un cocinero tenga un mal día. Pero que todos defeccionen ya no lo es. Lo de anoche fue como una epidemia. Solo una pareja pudo superar raspando la primera prueba y 12 concursantes tuvieron que ir a la ronda de eliminación, marcando un récord en la historia de MasterChef Paraguay. Claro que se reivindicaron en la segunda prueba, pero Alex Cardozo tuvo que abandonar las cocinas del programa.
Las mujeres terminaron en llanto, los varones con la cabeza entre los brazos. La palabra que más se escuchó fue ¡vergüenza! Algunos estuvieron a punto de tirar la toalla, no querían presentar sus platos. Estuvo a nivel de desastre. El problema lo ocasionó el croquembouche que debían elaborar en pareja. Un clásico de la repostería francesa que visualmente es como un pequeño arbolito de Navidad, realizado en base a profiteroles.
En realidad, nada del otro mundo para un cocinero profesional. Era combinar técnica con organización previa. Lo esencial eran los profiteroles, un postre muy común en los restaurantes. Pero de entrada, se complicaron con la masa y con los tiempos de cocción. Euge Aquino, que en el jurado es la especialista en repostería, advirtió enseguida los problemas. Mientras recorría las estaciones de trabajo, veía con estupor como caían en los errores. Inaceptable, desastre, catastrófico, fueron algunas de las palabras que utilizó.
La consigna era presentar un croquembouche que tuviera como mínimo 60 centímetros de altura. Solo una pareja estuvo a la altura. La que formaron Julián Endara y Lizzi Piñanez. A duras penas lograron armarlo pero el trabajo tampoco era digno de un nivel profesional óptimo. Pero les valió para subir al balcón y seguir desde allí la prueba de eliminación. El resto, aplazado. Doce concursantes en total tuvieron que competir para quedarse una semana más en el programa. Por primera vez, en la historia de MasterChef Paraguay la ronda de eliminación estuvo tan concurrida. Es más, esta misma prueba ya se hizo en temporadas anteriores de MasterChef Paraguay, y los cocineros aficionados que participaron tuvieron mejor actuación.
Eso sí. Los cocineros profesionales tuvieron mucha autocrítica. “Todos estamos en la misma, que papelón” se escuchó decir a uno de los participantes en el audio ambiente. Podía notarse en las imágenes que se “morían de vergüenza”. Felizmente, tuvieron la oportunidad de reivindicarse y lo hicieron con creces, en la segunda prueba. Hasta allí llegaron Walter, Osvaldo, Rodrigo, Sergio, Waldi, Juan, Peta, Alex, Negro, Carolina, Regina y Leticia.
Tampoco la tuvieron muy fácil, ya que debían cocinar conejo, con la salsa y guarnición a libre elección. Se trata de un producto que no es muy consumido en nuestro país. Pero aquí sacaron a relucir esa experiencia y capacidad que acompañan a los profesionales. El que se eliminó fue Alex Cardozo, quién de entrada dijo que se quedó en blanco, pues desde que estudiaba gastronomía no había cocinado conejo. Además, desde el inicio dejó ver la confusión en la que se debatía, porque cuando Torrijos le consultó que plato pensaba presentar dijo: “Ragú de conejo”. El jurado le hizo ver que un ragú supone una larga cocción y el conejo no necesita tanto, por lo que sobre el pucho cambió la receta a estofado de conejo. Y es lo que le salió un conejo hervido, no pudo convencer ni por sabor ni por presentación.
Esto contrastó con el nivel de platos que presentaron algunos de sus compañeros. El mejor de todos fue el que elaboró Rodrigo León: Terrina de conejo con batatas rústicas, emulsión de morrones amarillos y cardamomo. Cuando lo estaba preparando Colaso se mostró muy escéptico por la elección de la receta. Una terrina no es un plato para lucirse fácilmente. Pero cuando lo probó pegó con el puño la mesa exclamando “Este es el día que estaba esperando” y todos felicitaron al cocinero porque hizo el mejor plato de la noche.
No se quedaron atrás, Walter con su Envoltini de conejo sobe papas rusticas y puré de berenjenas asadas; Waldi con el Conejo a la cazadora que hizo en memoria de su abuela y Regina con el Conejo braseado con puré de zanahorias y demi glace. Todos subieron al balcón directamente sin esperar el veredicto final sobre la eliminación. Después siguieron Juan Angel, Osvaldo, Leticia y Carolina. Los platos con mayores conflictos fueron los que presentaron Alex, Peta, Sergio y el Negro Riveros. La decisión final estuvo entre Sergio y Alex, con el desenlace que ya comentamos.
Hasta el momento, en MasterChef, las eliminaciones vienen definiéndose dentro de la lógica. Pero anoche, el croquembouche disparó todas las alarmas respecto a los puntos flojos de los concursantes. Y el otro punto para tener en cuenta, es el destape que protagonizó Rodrigo, de quién ya habíamos advertido que es muy creativo pero un poco díscolo e inconstante, quién puede pasar fácilmente, de un tirar todo por la borda a hacer el mejor plato de lo que va en MasterChef profesionales.