Su caso es como el de miles de compatriotas que tuvieron que viajar a España en la búsqueda de nuevos horizontes, dejando aquí hijos, familia y terruño con la esperanza de volver con algunos ahorros y emprender algo. Pero tuvo que hacer al revés, llevó a su prole, a su marido y se instaló en Barcelona, donde estudió gastronomía. Y después de trabajar por cuenta ajena, en plena pandemia abrió un coqueto local propio y lucha para que no tenga que cerrar a causa del covid 19.
Lidia Lorenza Vera Sánchez, está a punto de cumplir 37 años. Hace once que está viviendo en España. Tiene dos hijos José Manuel de 16 años y Jennifer de 14, ambos nacieron en Paraguay pero tienen la nacionalidad española porque el padre es español. Lidia Lorenza es natural de San José de los Arroyos, Departamento de Caaguazú. Hoy es la propietaria del Gastrobar Loren, en la capital catalana.
Y su historia es la siguiente:
Antes de conocerle a mi marido, me dedicaba a trabajar en casa de familia. Luego de casarme, empecé a hacer bocaditos para acontecimientos sociales y también atendía la librería de mis suegros. Viajé a la Madre Patria buscando mejores oportunidades para mi familia, ya que en mi ciudad no encontraba un mejor futuro para mis hijos.
Como el padre de mi marido es de España, nacido en Cataluña, contactamos con el preguntando si había posibilidad de ir a trabajar allí. Me dijeron que en ese momento no había nada. Y comencé a buscar opciones y ahí supe que una ex compañera que vivía en Barcelona con su madre y ellos me animaron a ir. Justo en ese tiempo una compueblana necesitaba que le hagan una suplencia en su trabajo, y al cabo de un mes ya me aliste para pisar tierra española, dejando atrás a mi familia. Mi hijos de 5 años y de 2 años.
No fue fácil dejar todo, pero me hice de coraje y pensando que volvería en un año, máximo dos años, con un ahorro y poder hacer algo en mi país. Pero en Paraguay nos encontramos con que para poder poner un negocio en Ciudad del Este, que era nuestra intención, nos pedían pagar el alquiler de un año por adelantado. Lo cuál era imposible y mirando la diferencia de vida entre España y Paraguay, no pensé dos veces y decidí a traer a mi familia conmigo. Trabaje día y noche, sin descanso y en un año ya los tuve conmigo. El tema de papeles no fue complicado ya que mi marido tiene la nacionalidad española gracias a su papá y tanto él como nuestros hijos ya eran españoles.
¿Cuándo y dónde aprendiste a cocinar?
La verdad que no tengo familiares que sean cocineros, ni nada de eso, pero le veía a mi suegro cocinando lo que era de su tierra, y además como yo estaba haciendo ya el tema de bocaditos, pues dije que esto era lo que me gustaba, cocinar. Fue así que me dije que en España empezaría a trabajar en la Hostelería, y aquí, si no tienes un título de hostelería es difícil entrar en un buen restaurante. Entonces nos propusimos con mi marido buscar una escuela de Hostelería, para poder estudiar y la mejor escuela de Barcelona es la escuela de Hostelería Hoffman, con una estrella Michelin.
Era la única que trabajaba y mis hijos eran pequeños, pero si quería seguir creciendo tenía que sacrificarme más y me tocó trabajar y estudiar a la vez. Recuerdo que solo podía dormir 2 a 3 horas al día, ya que me costaba pagar mis estudios y a la vez mantener a mi familia. Por suerte al mes de comenzar mis estudios la escuela ya me ofreció un trabajo en un restaurante, lo que me dio la oportunidad de compaginar con mis estudios, y a los 1 año y medio ya estuve acabando mis estudios de cocina. En la hostelería comencé trabajando como lavaplatos en un restaurante, luego fui ascendiendo como ayudante, pero mi afán de superación me llevo más lejos, ya que decidí comenzar otro curso en la misma escuela, esta vez hice el curso avanzado de cocina y luego me especialicé en la gastronomía catalana.
Pero…
No fue nada fácil, ya que tuve muchas caídas pero todo sacrificio tiene su recompensa, fue así que pude llegar a ser Jefa de Cocina de un Restaurant de Barcelona con capacidad de 200 comensales. Yo, una mujer dirigiendo un equipo de 15 cocineros varones, muchas veces ni yo lo podía creer, fueron muchas lagrimas y muchas horas parada y sin dormir. Me perdí fechas importantes de mi familia, cumpleaños de mis hijos, acontecimientos de sus colegios y en más de una ocasión casi me costó la vida. Pero todo fue por un objetivo, el de querer superarme en la vida para demostrar que una mujer puede lograr todo lo que se propone. Terminé mis estudios de bachiller en Paraguay, y aquí aparte de estudiar la cocina y especializarme en la comida catalana, hice varios cursos más, con Quique Da Costa con 3 estrella Michelin.
¿Desde cuándo tenés el local?
Tener mi propio local fue un sueño tan anhelado que hasta ahora no me imagino todavía que tenga mi propio restaurante, es como si estuviera soñando, fue a mitad de setiembre que abrí. Todo fue tan rápido, y fue también gracias a la ayuda de amigos que pude inaugurar mi propio local, pensando en llegar a los corazones de cada paraguayo que está en España, y más en Cataluña.
Fue así, vino la pandemia y yo abriendo un restaurante. Todo el mundo decía que yo debía estar mal de la cabeza como para abrir en estos tiempos. Pero yo no pensé así, dije que que si la vida ya me a dado tantos palos, uno más no es nada, por qué la vida nos pone a prueba, uno tiene que saber salir de las peores dificultades, prepararse para que nada te detenga. Fue así que comencé, con un local pequeñito, enfocándome hacia los paraguayos, queriendo conquistarles y hacerles recordar a sus seres queridos a través de la gastronomía, que digan, es igualito a lo que cocinaba mi mamá, o igualito a lo que cocinaba mi abuela. Eso es lo que busco.
El Gastrobar Loren tiene una buena ubicación en la ciudad de Barcelona. Tiene capacidad para 25 personas dentro del salón y 16 en la terraza. Se abre a las 09:00 de la mañana y cierra a las 21:30, tiene servicio de delivery y take out. Su oferta es de cocina típica paraguaya y también cocina catalana. Los productos que más salida tienen son: chipa guazu, sopa paraguaya, chipa, empanadas y el lomito. De la cocina española lo que mas demanda tienen son la paella, el pollo a la catalana y el cochinillo a baja temperatura.
La hora de mayor concurrencia de clientes es al mediodía y «a la tardecita al momento en que la gente sale del trbajo y busca algún lugar para llevar comida a la casa». Concurren muchos paraguayos y «nosotros gracias a un grupo grande de doctores paraguayos y amigos que nos conocen, nunca dejan de apoyarnos y darnos ánimo para seguir adelante», menciona la entrevistada.
Y el negocio, da como para vivir?
Gracias a Dios da para mantenernos a flote y esperar que esta situación de la pandemia cambie. Siempre busco la manera de no cerrar el negocio, llevamos comida a domicilio y la gente que conoce mis productos, pide que llevemos a sus casas. Y mi sueño no termina aquí, seguimos trabajando duro para poder tener algún día un local más grande.