Pocas son las etiquetas de vinos italianos cuyo consumo se difunden en nuestro mercado. Siendo Italia uno de los mayores y mejores productores mundiales. Por eso, una cena maridaje con buenos vinos procedentes de ese país es todo un privilegio. Más todavía si provienen de la bodega Ruffino que en cada botella busca transmitir el placer de una buena bebida y además el estilo de vida italiano.
London Import quería agradecer y agasajar a los propietarios y representantes de los locales gastronómicos de la ciudad porque es muy difícil introducir al mercado un vino europeo y los resultados que obtuvieron con los vinos Ruffino han sido muy alentadores. Por esa razón los convocó a una cena maridaje en Kitchen Lab donde pudimos degustar una selección de las etiquetas que se comercializan en nuestro medio.
La Bodega Ruffino data de 1877 está ubicado en la zona de la Toscana y pronto se destacaron en la producción de chianti siendo considerados como uno de los pioneros. Ruffino ya en 1927 era sinónimo de chianti y en 1984 se convirtió en el primer vino con Denominación de Origen Controlada y Garantizada DOCG. Pero además de estos antecedentes enológicos la bodega desarrolló el concepto de La Vita Ruffino.
La Vita Ruffino encarna el arte italiano del buen vivir, un espíritu que trata de incorporar la bodega en una especie de cultura Ruffino. Una expresión que celebra la espontaneidad y el disfrute compartido, trata a los amigos como a la familia, sabe que los ingredientes frescos hacen los sabores más auténticos y cree que la elegancia siempre debe venir naturalmente. “La vita Ruffino no es sólo lo que se parece italiano, se trata de lo que se siente italiano».
Esa fue la razón de ser del menú preparado en la ocasión y la selección de vinos elegidos como acompañamiento, con la salvedad que se presentaron también otros tipos de vino diferentes del chianti pero elaborados por la misma bodega.
Bienvenida
Cazuela de manzanas verdes caramelizadas
Maridaje
Prosecco DOC, elaborado 100% con la variedad Glera. Un espumante exquisito, fácil de beber, extra seco, afrutado. Según datos del importador, en Estados Unidos es una gran competencia del champagne.
Entrada
Ravioles Florentina en salsa de remolacha en queso azul con lascas de queso
Maridaje
Ruffini Chianti DOCG, a base de sangiovese 90%, canaiolo 10%. Ligero con aromas a ciruela y frutas maduras y con un bouquet floral, lo que sumado a su baja graduación alcohólica invita a una copa de más.
Fondo
Ossobuco ultra black en larga cocción con gremolata de cítricos acompañado de risoto genovés y crocantes de Grana Padano
Maridaje
Riserva Ducale Chianti Classico Riserva DOCG, un icono de la Toscana, el vino insignia de Ruffino elaborado en base a 80% Sangione, 20% merlot y cabernet. El único vino italiano que tiene permitido el uso de Riserva en su nombre. Fue el vino oficial de la corte real italiana. En boca, en la nuestra, esta etiqueta justificaba todos los pergaminos enunciados más arriba.
Postre
Bruscellatto de frutos secos con semi freddo de limón y naranja con nueces. Tostadas de almíbar de Amaretto.
Maridaje
Moscato D’Asti DOCG, a base de uvas moscato blanco. Ligeramente “frizzante”, delicadamente dulce. De baja graduación alcohólica y acidez equilibrada.
Como se trataba sobre todo de una convocatoria a los representantes y propietarios de restaurantes, en la oportunidad la firma anfitriona divulgó los precios que se manejan en la comercialización de los vinos Ruffino y pudimos apreciar la excelente relación de calidad y precio que existen en estos productos. Y si uno no adquiere el estilo de vida que buscan transmitir por lo menos seguro que se queda con un gran sabor en la boca.