Elabora 2.000.000 de bocaditos al año, en época de Navidad vende 12.000 canastas, para el Día de la Madre prepara 600 tortas, su fuerte son los tés de la media tarde y cuando habilite sus nuevos locales tendrá capacidad para servir simultáneamente el almuerzo a 1.200 personas. El objetivo es tratar de llegar a la mayor cantidad posible de personas, con la máxima calidad y al menor costo posible. No sólo es una meta comercial sino una especie de tributo espiritual.
Es una de las más grandes empresas gastronómicas de nuestro medio. Actualmente tiene cuatro locales en la capital y están por inaugurar próximamente dos más, una de ellas en Fernando de la Mora. Su producción abarca la panadería, rotisería, confitería, cafetería, servicios de almuerzo, cena y meriendas. Y para completar todo el círculo gastronómico falta la heladería, que también ya está en proyecto.
El nombre de la empresa surgió fortuitamente pero sin embargo no es una casualidad. El matrimonio propietario buscaba el nombre para una panadería y fantaseaban con good pan y sus variantes en inglés. Una prima de la pareja que manejaba ese idioma les abrió los ojos y sugirió: “Miren que si a god le agregas el apóstrofe eso quiere decir pan de Dios”. Por sus convicciones religiosas, al vuelo agarraron viaje y quedó el nombre de God´s Pan.
“Somos una empresa cristiana”, nos dice al inicio Mónica Inés Nestosa, Directora de la empresa y propietaria. “Yo soy una persona que lee la biblia todas las mañana y pido a Dios por nuestros clientes y en la cena damos gracias a Dios por la familia y oramos por nuestros clientes. Bendecimos a nuestros clientes, amamos a nuestros clientes queremos ser una bendición para ellos. Queremos que nuestros productos sean una bendición para la familia paraguaya”.
Pero además, en el lugar donde está asentada la fábrica principal se arma un grupo de oración con todo el personal que trabaja en ella. “Se ora por los dueños, por los empleados, por los clientes, pedimos a Dios que les vaya bien, pedimos que los productos que hagamos sean del agrado de nuestros clientes y le pedimos mucha sabiduría para poder manejar esta empresa entre todos”.
Esta filosofía religiosa que le imprimen al negocio, no solo se limita a la oración y los buenos deseos, sino que además se manifiesta en medidas tales como, la no venta de bebidas alcohólicas en ninguno de sus locales y el cierre de sus puertas a las 21:00 horas, indefectiblemente.
God´s Pan se inició en Trinidad, sobre la avenida del mismo nombre casi Artigas, casi pegado al siniestrado local del Ycuá Bolaños. Allí comenzó como panadería y escuelita de repostería. Posteriormente, se instaló un poco más allá sobre la misma avenida en la intercepción con la calle Bogotá. Allí tiene actualmente su instalación principal donde produce la mayor parte de los alimentos que comercializa.
La instalación industrial que allí posee está equipada con los implementos más modernos del mercado y debido a la gran cantidad de producción que posee adquirieron máquinas procesadoras automatizadas que facilitan y aceleran la elaboración. Allí se concentra la mayor parte de la producción de alimentos que ofrecen, pero en cada local también cuenta con cocinas bien montadas y con sus respectivos equipos de cocineros, para hacer la terminación de los productos así como la preparación de los alimentos que requieren estar frescos para su consumo.
Hace como 10 años, God´s Pan dio su primer gran salto cuando habilitó su primera sucursal, ubicada sobre República Argentina esquina Souza. Hace unos tres años se habilitó el local ubicado en Carmelitas en Avda. Cabo Primero Feliciano Marecos e/Cabo Primero Pujol, en la zona del Banco Central. Luego ya en este año, y en local propio, se inauguró la segunda sucursal en Villa Morra, en República Argentina casi Mariscal López. Ahora, están por inaugurar un nuevo centro de atención sobre España casi Santa Rosa y se prepara la pronta habilitación de otro sobre la Av. Mariscal López a la altura de Ingavi, en Fernando de la Mora.
“No fue fácil, hemos tenido que hacer muchos sacrificios, nosotros teníamos un escarabajo con mi marido y tuvimos que venderlo para poder comprar la máquina que hacía la galleta, cuando nos iniciamos recién, la gente venía y nos pedían pan de sándwich. No teníamos como comprar los equipos, mi marido fabricó una cajita donde encajaba el pan de sándwich y cortábamos rebanada por rebanada con un cuchillo eléctrico”.
Así rememora Mónica, los inicios de la empresa, hace unos 19 años. God´s Pan comenzó como panadería y escuela de repostería. Mónica junto a su marido hacían panes y pastafrolas que vendían en el barrio. Vivían en la misma casa, dónde de día una habilitación funcionaba como panadería y por la tarde la habitación contigua se convertía en la escuela de repostería. Desde ahí crecieron poco a poco haciendo crecer permanentemente la demanda. Hoy en día, como se dice vulgarmente “ya no saben lo que tienen”.
La historia de Mónica, se inicia, mucho antes, en la ciudad de Clorinda, de donde ella es oriunda. De padre paraguayo y madre argentina, Mónica decide venir a Asunción para capacitarse en la elaboración de tortas, en aquel entonces con Aida de Huttemann. “Me quedé me capacité, y como yo era maestra, la gente me decía porque no enseñas”, nos cuenta explicando el origen de su empresa.
¿Por qué comenzaste a estudiar con Huttemann?
Porque mi mamá hacía tortas en Clorinda, ella era directora de una escuela allí, era maestra y hacia tortas y mi tía, la hermana de mi papá también era repostera, o sea yo me críe entre el dulce de leche y mamá me decía “Mónica aprendé”, y yo le contestaba que ni loca iba a hacer una torta y ahora vivo de eso.
Y allí comenzó su trayectoria de aprendizaje permanente que ella nos relata de la siguiente manera:
Mi marido me llevaba todos los días a estudiar cocina a la escuela IAG de Corrientes, salíamos todas las mañana a las ocho y veníamos a las ocho de la noche. Después viajé cinco meses de seguido a Buenos Aires, salía los viernes en colectivo desde Clorinda para estudiar con Marcelo Vallejos a la mañana y a la tarde hacía el curso de pastelería y repostería, y a la noche tomaba el colectivo y llegaba el domingo. Esos cinco meses dormí sentada en el colectivo los viernes y sábados.
Cuando tenía todavía la escuela fui a Londres a estudiar, también fui a Chicago a hacer un master en decoración de tortas, viajé a San Pablo, Buenos Aires. A mí me encanta la parte de las tortas, me encantan las tortas artesanales que no la hacemos porque llevan demasiado trabajo y preferimos esas que llevan chantilly y merengue.
Ahora la gente dice que bien que le va a God´s Pan y muchas veces dice, que fácil. No somos dueños de escritorio como muchos, mucha gente va, se sienta en el escritorio y cree que la bendición te va a venir, la bendición viene cuando vos la buscas o cuando estás permanentemente con tu gente.
Hemos pagado un precio para tener lo que tenemos, tuvimos que sortear muchos obstáculos en el día a día, no bajar la guardia, no dejar de controlar, estar siempre al lado de la gente. Ir a los locales, ver lo que están haciendo, por más que estén las fórmulas, estén las recetas, cada cocinero trae su mano, su toquecito especial y eso no hay que permitir porque vas a tener seis God´s Pan diferentes y vas confundir a la gente.
Mónica quién junto a su marido Luis Alberto Insaurralde son los propietarios y principales directivos de la empresa se capacitan también permanentemente en otros ámbitos que el de la gastronomía. “No sólo hay que ser buen cocinero, también debemos saber llevar adelante el negocio”. Así fue que ella hizo el curso en la Escuela Edan y a menudo recibe capacitación en la materia por parte de profesionales del IAG de Argentina. Luis Alberto es el que se encarga de la parte financiera e informática.
¿Y el personal?
Hacemos capacitaciones semanales, tenemos el área de tecnólogas, hacemos curso de capacitación para 70 personales, los que están más cerca de la producción. La vendedora no es una vendedora sino que es una manipuladora de alimentos, por eso se la capacita. Próximamente, el chef patissier argentino Néstor Reggiani, quién ganó un campeonato del mundo, vendrá para capacitar en materia de repostería y nos puede preparar también en heladería.
¿Y cómo resumirías el secreto de este éxito?
Yo no sé si decirte que en la vida hay que aprender a dar, y eso le cuesta a las personas, y eso significa que uno debe dar lo mejor de sí sin esperar nada a cambio, tenemos esa política y decimos a nuestros colaboradores, que lo que hacen lo hagan con excelencia.
¿Qué recomendación podrías dejar?
Lo que yo quiero decirle a la gente es que disfrute de este bendito país, que estudien, que se capaciten, que vean, la parte de cómo llegar, tienen que capacitarse. Yo soy argentina, hace 20 años que estoy acá, pero amo esta tierra y la defiendo. Soy una persona que bendice al Paraguay, mi papá era paraguayo, yo tengo parientes aquí pero soy una enamorada a esta tierra, donde fluye leche y miel y hay que aprender a amar esta tierra. Mucha gente que está aquí adentro no se da cuenta de lo que tiene, pero yo amo profundamente al Paraguay.