Una familia donde todas meten la cuchara

A menudo los hijos persiguen los mismos sueños que sus padres. Y a menudo éstos ven como sus hijos alcanzan los sueños que ellos no pudieron. Quizás estas ideas daban vuelta en la cabeza de Paolo (75 años), quién sentado en la mesa del café, callado pero orgulloso, escuchaba a sus hijas, hablar con tanto entusiasmo de aquello que él inculcó con pasión a su familia: el amor la gastronomía.

«Yo no obligué a nadie», dice Paolo Pederzani, tratando de deslindar toda responsabilidad personal en la elección profesional de sus hijas. Ellas optaron por la gastronomía como una elección de vida.

Giovanna (36), es arquitecta; Fiorella (36), administradora de empresa; Chiara (30), es nutricionista; Caterina (27), es diseñadora gráfica y Andrea (25), es administradora de empresa. Todas dejaron de lado sus carreras. Ellas son De la Casa Pederzani. Un apellido que desde hace décadas está asociado a las pastas y hoy en día es mucho más conocida por los dulces.

Esta historia se remonta allá por el año 1.940, cuando Paolo, su padre y sus hermanos llegan al Paraguay, desde Parma, Italia. Lo que mejor sabían hacer era cocinar pero papá Pederzani puso un garage en el centro y se dedicó a eso.

Paolo tuvo la oportunidad de estudiar ingeniería, profesión que abrazó con ahínco y llegó a tener una importante empresa de construcción. Pero su pasión era la cocina.

Se casó con Ana María Rodríguez, más conocida como Pilita. Tuvieron 9 hijos; 7 mujeres y 2 varones.  Paolo cocinaba todos los días para su numerosa familia. Como buen italiano, lo que más cocinaba eran las pastas. Y soñaba con tener un restaurante.

Mientras soñaba, cocinaba en cuánto evento solidario se presentaba. Así fue que se convirtió en uno de los artífices y creadores de la Comilona de Teletón.  Por entonces, ya era muy famoso por las pastas, sobre todo en los círculos de la alta sociedad.

Y soñó aún más grande. Se embarcó en un proyecto para establecer una industria productora de pastas (tipo Alberdín). Corrían los años 90 y sorpresivamente, sobrevino la crisis financiera y la caída de los bancos. Quebraron muchas empresas, gran cantidad de personas quedaron literalmente en la calle y se truncó el sueño de Paolo.

Se desmoralizó anímicamente. Las maquinarias que ya tenían para el gran proyecto se repartieron entre los socios. Una parte fue a parar a lo que hoy es Todo Rico y otra parte fue a casa de la familia Pederzani.

Allí reacondicionaron un quincho y montaron una mini empresa. Toda la familia colaboraba. Se encargaban de hacer eventos, preparaban todo tipo de buffets, siempre aprovechando las raíces culinarias de Paolo.

Pero, como en todo rebaño, siempre hay una oveja descarriada, Giovanna, la hija mayor se le dio por hacer tortas. Y lo hacía muy bien. Primero para los familiares, después para los amigos, para los amigos de los amigos, para los compañeros de colegio, para las compañeras de sus hermanas y así, eso fue creciendo tanto, que entre pastas y tortas, la casa se convirtió en una mini industria.

«Para el 2008 ya se creó De la Casa Pederzani, como una empresa. Pasar de una estructura familiar a una organización empresarial, fue lo que más nos costó. Tuvimos que contratar un asesor», nos comentó Chiara, quién ofició como una de las voceras.

En el 2010, De la Casa Pederzani, ya se constituyó en una industria, no podían con tantos pedidos y ordenaron y consolidaron la producción. Y en noviembre del 2013 se habilitó Il Caffé de la Casa Pederzani, en España casi San José. Tal vez, el restaurante con el que siempre había soñado Paolo.

A pesar de que el nombre del local se identifica como un café, funciona en realidad como un bistró. Atiende de martes a domingo de 08:00 a 23:00, para desayuno, almuerzo, merienda y cena. En ese lugar también tienen instalada la fábrica y allí se preparan las pastas y todo tipo de buffets para eventos, entradas, tablas de quesos y ofrecen también un amplio servicio de catering.

Andrea, la más joven de las hermanas Pederzani y la última que se incorporó a la empresa, dice que el secreto del éxito está en la materia prima. Es la encargada de las pastas y al igual que su papá las prefiere caseras, lo más artesanal posible. “No hay como una pasta hecha a mano”, dice.

“No nos gusta nada recalentado, la empanada tiene que ser recién horneada. Es la propuesta que tenemos. Lo dulce ya está preparado de antemano, con lo salado nos gusta que se cocine de cero”,  agrega.

Y dejamos el tema de lo dulce, para el final. De la Casa Pederzani ha dado en los últimos tiempos un gran salto en su oferta de productos de repostería. Ya venía con una fama acumulada gracias a las tortas que prepara Giovanna. Pero ahora producen más de 100 tipos diferentes y con los nombres más diversos. Cuando alguien pide una receta especial y esa torta tiene aceptación, le ponen el nombre de quién lo pidió.

Así hay tortas que se llaman Carmiña Zavala, Adolfo, Fabrizio, Gustavo, Pilita etc, y uno que tuvo mucho éxito es la Torta del Novio. Se trata de una torta de chocolate, rellena con crema de chocolate semi-amargo, mousse de chocolate semi-amargo, lluvia de chocolate semi amargo, una raya de mousse de dulce de leche y crema de almendras. Decorado con salsa de chocolate amargo. Precisamente, el novio en cuestión quería que el chocolate a utilizarse sea más amargo que los comunes.

Pero de toda la variedad existente, la que se lleva las palmas por su preferencia es La Torta Bombón, la vedette de la casa.  Una torta de chocolate rellena de crema bombón de chocolate, mousse de chocolate, mousse de dulce de leche y pedazos de chocolate.

A todo esto Chiara le sumó su interés por la bombonería y como vive en San Pablo, Brasil,  se volvió una experta asistiendo a cursos y  concurriendo a lugares de ventas para tomar ideas y conocer aún más.  Así fue que se le ocurrió ofrecer una línea de brigadeiros gourmet. Hizo cinco cursos en Brasil, sobre brigadeiros, para encontrar la textura deseada y hoy es uno de sus productos principales.

Pero el producto estrella, hoy día De la Casa Pederzzani, es el Super Oreo, una galletita elaborada en base a chocolate que está rellena con las famosas galletitas oreo y otros ingredientes. Tiene el aspecto de un alfajor. Como se trata de un producto que se puede conservar por más tiempo, algunos clientes incluso hacen pedidos desde el extranjero. Tienen en mente aumentar la producción y ofrecerlo en otros puntos de venta, como los supermercados, por ejemplo.

Ana María, otra de las hermanas pero que no forma parte de la empresa, como es diseñadora gráfica se encarga del diseño, del packaging, de la personalización de algunos productos. “Hoy muchos de nuestros productos se venden por las cajas”, acota Caterina quién es la organizadora de los eventos y encargada del manejo de las Relaciones Públicas.

Otra de las innovaciones recientes impulsadas por Chiara fue el huevo de pascua relleno, que venía en un envoltorio especial y en caja. Tuvieron tantos pedidos que faltaron 100 cajas para satisfacer toda la demanda. También aprovecharon el Día del Maestro para ofrecer productos especiales y otro tanto están haciendo para el Día de la Madre. Es tan amplia, la lista de productos que ofrecen que recomendamos consultarlos en este link.

Mientras tanto Paolo es el asesor general. De vez en cuando verifica si se está cumpliendo estrictamente con la receta para las pastas. Y de vez en cuando sigue con sus sueños y ya nos comentó del que ahora tiene en mente. Y seguro tendrá muchos más. Y no importa que no pueda para concretarlos. Sus 9 hijos, sus 10 nietos y los que están por venir, seguro que tomaran la posta.