Zero Strees Gourmet se llama el pequeño y coqueto restaurante que Diana Espínola creó en la ciudad de Encarnación. Para ello tuvo que dejar su ciudad natal, migrar a Asunción para poder estudiar. Fue becada a Francia, trabajó en varios hoteles y al fin pudo concretar su sueño.

Nació en Itapúa Poty, ubicada a 120 kilómetros de Encarnación. A los once años, tuvo que migrar a Asunción, para proseguir sus estudios. En nuestra capital Asunción, realizó sus estudios secundarios y universitarios. Recibió una beca para estudiar y trabajar en Francia. Con la experiencia que adquirió consiguió trabajar en importantes hoteles de nuestro medio. Ahora cumplió el sueño de tener un restaurante propio, un sencillo pero coqueto local gastronómico en la capital de Itapúa.

Diana Espínola Rotela, tiene actualmente 31 años, soltera. Tuvo que dejar su ciudad natal porque el colegio quedaba lejos de la casa de sus padres y optó por venir a Asunción. Acá terminó el colegio y a los 16 años comenzó a trabajar en un hotel. Siguió la carrera de Gestión de la Hospitalidad en la facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción, realizando estudios en Hotelería y Turismo.

Este es el frente del local ubicado en el centro de Encarnación. Es un pequeño y coqueto restaurante que se abre paso en la capital de Itapúa.

Ya en esa época, cuando Juan Alberto Speratti era director de la carrera habían implementado con instituciones de Europa becas formativas para estudiantes paraguayos. Muchos compatriotas pudieron viajar de esa manera. Entre ellos, se benefició Diana quién estuvo en el Hotel Ritz Clark en París, durante dos años. En la capital francesa, hizo cursos en el Cordon Bleu de especialización en cocina gourmet.

Terminada su beca regresó al país en el 2013 y culminó sus estudios graduándose como licencia en la carrera de Gestión de la Hospitalidad. Inmediatamente después fue contratada por hoteles de Encarnación y Asunción. Trabajó en esos establecimientos hasta el año pasado, habiendo pasado por hoteles Sheraton, Crowne Plaza, Yacht y Golf Club, Las Lomas y La Trinidad.  Siempre en el área de alimentos y bebidas.

Canelones de pollo en salsa rosa, es una de las ofertas de Zero Stress.

“Yo elegí ese rubro, porque era donde veía mayores posibilidades de lograr un crecimiento profesional. Mi meta era llegar a gerente antes de cumplir los 30 años. Trabajé bastante duro para alcanzar ese objetivo y a los 27 años fui nombrada Gerente de Alimentos y Bebidas en La Trinidad. Allí tuvimos que reinventarnos para sobrellevar la pandemia”, nos dice recordando su trayectoria personal.

“Yo ya quería algo propio. Llevaba mucho tiempo trabajando para otras personas, entonces dije que era el momento adecuado para emprender. Tenía los conocimientos y quería arriesgarme para ver si funcionaba. Veía un nicho que no se explotaba como debía ser, comida paraguaya con toque diferenciado y el mercado de los trabajadores que día a día comen en la oficina, que al estar lejos de sus casas no podían hacer una comida liviana y nutritiva. Me arriesgué y funcionó”.

Este es el salón del pequeño restaurante, con capacidad para 20 personas.

Actualmente, nuestra entrevistada tiene un negocio denominado Zero Stress Gourmet, ubicado sobre la avenida Bernardino Caballero y Juan León Mallorquín, en la ciudad de Encarnación, en lo que sería la zona de oficinas corporativas. Es un pequeño restaurante que se dedica a preparar “alimentos tradicionales paraguayos con toques gourmet”. También incluye en su oferte toda la gama de alimentos saludables destinados a los que se cuidan o que poseen una dieta restringida.

“Mi fuerte es al mediodía” explica diciendo que da almuerzo ejecutivo a muchos funcionarios de las empresas de las inmediaciones. “Tenemos dos tipos de menús bien diferenciados. El menú tradicional que incluye bori bori, sopa de poroto, pira caldo, con toque diferenciados. Y el menú saludable, donde cocinamos todo al vapor, sin sal, y todo lo que sea platos más livianos. El menú tradicional tiene tres opciones diarias y con opciones diferentes”. Algunos vienen para comer, otros piden para llevar y hay empresas que tercerizan el servicio de almuerzo y entonces llevan la comida hasta sus instalaciones.

Pollo al malbec con papas al natural. Otro de los platos de Zero Stress.

A la noche, hay un servicio a la carta bastante variado, con precios de 20 a 160 mil dependiendo de lo que uno elija, encuentran desde opciones, vegana, vegetariana, pastas y postres, productos sin gluten. El local abre desde las 06:00 hasta las 22:00, para los servicios de desayuno, almuerzo, merienda y cena. El local tiene apenas 20 lugares. El 14 de noviembre pasado cumplió su primer aniversario.

“Me costó mucho en principio, lo que más me costó fue conseguir que la gente me conozca, lidiar con el gusto de la gente, no entendían lo de saludable y lo de tradicional. Había empresas donde hubo que ir a explicar. El local se fue haciendo espacio entre la tente, el boca a boca me hizo ganar espacio en Encarnación. Hacemos una cocina con propósito, que es la de cuidad la salud de los comensales”, dijo finalmente.

 

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