Ya son muchos aquí. Pero siguen viniendo. Y lo hacen a montones, vienen de todos los colores y marcas. Tienen la intención de seducir y hasta embriagar a los paraguayos. No llegaron aún todos lo que pueden venir y no se sabe bien adónde irá a parar esto. La presencia de vino argentino en nuestro país está adquiriendo el sesgo de una verdadera invasión. Invasión placentera. Claro está.
Se realizó días pasados en los salones del Hotel Sheraton la segunda edición local del Wines Of Argentina Tasting, una muestra de la producción de vino del vecino país consistente en una feria exposición sobre todo de bodegas no conocidas en nuestro medio y de nuevas etiquetas que buscan instalarse en el mercado paraguayo.
Wines of Argentina es la entidad responsable de la marca Vino Argentino en el mundo entero. Desde 1993, promueve la imagen de los vinos de ese país en el exterior, y ayuda a orientar la estrategia exportadora, estudiando y analizando los cambios que se dan en los mercados de consumo. Recién desde al año pasado comenzó sus actividades oficiales en nuestro país con la realización del primer tasting que también tuvo lugar en el Hotel Sheraton.
El vino que más se consumen en Paraguay, es el malbec proveniente de la Argentina. Este país en los últimos años ha diversificado mucho su producción pero siempre teniendo como eje dicho varietal. Su extenso territorio ofrece una riqueza y diversidad inigualables para la producción vitivinícola y su industria se ha convertido en un gran protagonista de la escena mundial.
La feria que se realizó en el Sheraton ofreció una muestra de vinos que van desde Salta hasta la Patagonia. Con viñedos cultivados a 3.000 metros de altura como los del Grupo Colomé (Salta) y los que casi están a nivel del mar (350 metros) como los de Familia Schroeder, en la zona de Neuquén, en la Patagonia. En total estuvieron presentes durante el evento 26 bodegas argentinas, de las cuáles once tienen ya una presencia activa y en algunos casos antigua en el mercado nacional, como por ejemplo Navarro Correas o Trapiche.
Las quince bodegas restantes estuvieron presentes con la intención de lograr que alguna empresa local los represente e importe sus productos. La mayoría son originarias de Mendoza, pero vimos también algunas procedentes de La Rioja, Tucumán, Salta y San Juan. Por supuesto que las propuestas de vino que más abundan son las del malbec, algunos en combinación con otros varietales. Pero cada vez, vemos con mayor frecuencia vinos elaborados en base al Cabernet Franc, Pinot Noir, Torrontés, Bonarda, Syrah, Semillón, e inclusive Garnacha y Ancellotta.
Entre los que llegamos a degustar, destacamos el blend de Cabernet Sauvignon-Cabernet Franc 2017 de Bodega Chañarmuyo, procedente de La Rioja. El rosado de Garnacha 2018 de Bodegas Corazón del Sol, el Jasmine Monet Black Extra Brut 2017, un espumante de Bodega Jasmine Monet Organic Vineyard y el Piatelli Grand Reserve Trinita 2016 de Piatelli Vineyards. Entre los vinos de bodegas ya presentes en Paraguay alcanzamos a degustar de nuevo el Colomé Estate 2017 de Bodega Colomé, el Saurus Pinot Noir 2018 de Familia Schroeder, el Gauchezco Oro Malbec Gualtallary 2015 y el Grand Mascota Malbec 2016.
La cantidad de vino que se puede encontrar en nuestro mercado es tan amplia y variada que resulta toda una tarea a la hora de elegir una botella en el supermercado o en las bodegas. Y esto todavía tiene para rato. En la Argentina, existen cerca de 1.000 bodegas, la mayoría de ellas ubicadas en Mendoza, cada una produce decenas de etiquetas por lo que calcular lo que resta por venir al país es una tarea inabarcable. Ante esta invasión es conveniente rendirse sin oponer resistencia, pero sin ahogarse en el intento.