El 17 de abril se recordó el Día Mundial del Malbec, una fecha muy especial para Argentina, pues esa uva es el buque insignia del vino argentino en el mundo. Y sin lugar a duda, el capitán de ese barco es la bodega Catena Zapata, que organizó en nuestra capital varios encuentros conmemorativos considerando que en Paraguay el Malbec es el vino más consumido y apreciado.
Estuvimos en una reunión organizada por la empresa Frutos de los Andes, representante local de dicha bodega. Fue una reunión con miembros de la prensa que contó con la participación de Silvina Maza, gerente de exportación de Catena Zapata. La reunión se cumplió en el restaurante La Carossa, ubicado en el Paseo La Galería.
La oportunidad sirvió para comentar el por qué la bodega Catena Zapata está tan ligada al Malbec. La historia corta, es que Nicolás Catena Zapata, nieto del fundador fue el pionero quién se animó a plantar uvas en Mendoza, en lugar donde nadie pensaba que podían madurar. Y creó toda una revolución con los vinos de altura.
Mientras el tema iba y venía, el servicio del restaurante nos ponía un primer paso en la mesa consistente en un “Tiradito de lomito con leche de tigre demiglace” en una demostración de como su cocina adaptaba magníficamente la carne roja a los platos peruanos que son su especialidad, para adecuarse a las necesidades del maridaje con el Catena Alta Malbec 2018.
historia larga nos remonta a 1.902 cuando Nicola plantó en Mendoza las primeras plantas de Malbec, tras emigrar de su Europa natal, donde en el siglo anterior la filoxera había causado estragos en los cultivos y esta cepa desapareció. Originaria de Francia renació en el país vecino y adoptó la nacionalidad argentina. Esta es la historia que buscaron resumir con el vino Catena Zapata Malbec Argentino.
Entre anécdota y anécdota La Carossa puso toda la carne en el asador y en los siguientes pasos degustamos: Pobre Juan con spaghetti en tinta de calamar sobre espejo de huancaína y Costilla de cocción 24 horas en reducción de Malbec con ratatouille de verduras. El primer plato fue regado con Catena Zapata Malbec Argentino 2018 y el segundo con el Catena Zapata Malbec Argentino 2012.
No importaba cuál era la cosecha, eran vinos que procedían de cultivos con más de 100 años de antigüedad y representan el camino recorrido por Catena Zapata para producir un Malbec que pudiera competir con los mejores del mundo. La etiqueta de la cosecha 2018 es la primera en el mundo que relata la historia de un varietal, y abarca el pasado de la cepa en Francia y su auge en la Argentina. Recibió premios internacionales por el diseño y el empaque para un vino.
La Bodega posee siete puntajes perfectos de diferentes críticos y medios periodísticos especializados internacionales. Todos provenientes del viñedo Adianna, ubicado en Gualtallary, a más de 1.500 metros sobre el nivel del mar, constituyéndose en el más premiado en Sudamérica.
Hoy Catena Zapata está a cargo de la cuarta generación, con la Dra. Laura Catena, recientemente designado como “Old Wine Hero 2023” por el trabajo que realiza para resguardar y recuperar viñedos de más de 100 años de antigüedad y elaborar vinos con ellos. La botella de Angélica Zapata Malbec Alta 2018 llegaba con el postre: Quenelle de helado de Malbec.
En fin, la bodega Catena Zapata sigue liderando el renacimiento del Malbec desde los viñedos de altura en Argentina convirtiéndolo en un vino capaz de competir con los más pintados del mundo. “Estamos devolviendo el Malbec al cielo, a donde pertenece” señala un escrito promocional de la bodega. Ojalá que no sea literalmente así, porque muchos de los mortales quedaríamos excluidos.