Lula debería probar un asado paraguayo

27 enero, 2023

Para el presidente de Brasil, Ignacio «Lula» Da Silva, el mejor asado se come en el Uruguay. Lo dijo en estos días justo después de estar en Argentina. Pero Paraguay no se queda atrás. Ilustración de lanacion.com.ar.

El presidente de Brasil, Luis Ignacio Da Silva “Lula” calificó al asado uruguayo como el mejor del planeta. La reacción de los argentinos no se hizo esperar y sus voceros dijeron que el asado uruguayo es tan bueno como el argentino. Y Paraguay, que pito toca en este asunto. Pues aquí, también deberían levantarse voces, porque nuestra carne es tan buena como las demás y nuestros asadores son los mejores, así por lo menos demostraron en el último mundial del asado,

Lula estaba en la Argentina asistiendo a una reunión del CELAC, con sus colegas de la izquierda sudamericana. De Argentina pasó al Uruguay para reunirse con el presidente de este país y después de tantas idas y venidas con las actividades oficiales, el presidente brasileño se despachó con la siguiente expresión: “Por fin. Me voy a comer un churrasco, porque me dijeron que el asado de Uruguay es el mejor del planeta Tierra”.

Imagen de pantalla del sitio lanacion.com.ar donde se publicó la información, con la explosiva declaración de Lula.

La verdad es que en países como Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay se come muy buen asado y es difícil determinar cuál de ellos es el mejor. Paraguay no tiene tanta fama como los otros países, era un perfecto desconocido en esta materia, hasta los últimos años. Un buen asado depende, en primer lugar, de la materia prima, la carne y, en segundo lugar, de las personas que cocinan, de los parrilleros o los asadores como gustan ahora que se los llame.

Argentina y Uruguay son grandes exportadores de carne vacuna Premium y eso les otorga fama de países de gran asado. Paraguay también tiene carne vacuna Premium, pero no lo exporta con esa característica. Entonces no figura en los registros. La producción ganadera paraguaya está orientada a la obtención de kilaje, que los animales pesen más, no a que tengan la mejor calidad.

Por eso hace falta una norma nacional para la tipificación de la carne. Los ganaderos deben mejorar la producción, la industria tiene que respetar la tipificación y pagar mejor, y el Estado establecer un control. De esa manera se logrará ingresar a mejores mercados y obtener mayores precios. Actualmente, la carne paraguaya se vende como proteína como un comodity. Ahora que ingresamos al mercado norteamericano la excelente carne paraguaya irá a parar a la producción de hamburguesas y no a la mesa de los restaurantes.

La carne paraguaya está a la altura de los mejores productos de Uruguay y Argentina. Con un gran detalle a favor. En nuestros países el ganado se cría a campo, es decir se alimenta exclusivamente de pasto y su engorde no es alentado con suplementos y productos nutricionales. Sin embargo, los animales criados en el Chaco tienen la ventaja que se crían sobre una tierra rica en sales y minerales que producen un pasto de excelente calidad que luego se traslada a la calidad de la carne.

King George, toro de la raza Brangus que el año pasado ganó el campeonato mundial con participación de los mejores ejemplares de la raza provenientes de Argentina, Brasil, Sudáfrica y Estados Unidos.

A tal punto es importante esta característica del suelo chaqueño, que muchos inversionistas uruguayos vinieron al Paraguay a desarrollar proyectos ganaderos. Tras los estudios que realizaron descubrieron que se pueden crían más cantidad de animales por metro cuadrado y el rendimiento en producción de carne también era superior por metro cuadrado. Aparte de que el precio de la tierra es inferior en Paraguay que en Uruguay. Y la presión fiscal es menor.

La ganadería paraguaya tuvo un desarrollo creciente en los últimos años, especialmente en el rubro de la genética y se han logrado excelentes ejemplares de la raza Brangus (cruce de Brahman y Angus). En diciembre del año pasado, King George un toro de la citada raza criado por Agroganadera Pukavy SA, de nuestro país se consagró campeón mundial enfrentando a los mejores ejemplares de la raza provenientes de Argentina, Brasil, Australia, Sudáfrica y Estados Unidos.

En un asado, la carne no lo hace todo. Hace falta la participación del parrillero o asador. Y en esta materia tenemos que el equipo Barbakua que representó a Paraguay se clasificó en el undécimo lugar en el último mundial del asado realizado en Bélgica, en setiembre del año pasado, por delante de los equipos de Argentina, Brasil y Uruguay. Por lo tanto, fueron los mejores de América Latina. Como una especie de excusa, los asadores argentinos que tenían fama de favoritos mundiales dijeron tras la competencia que este torneo se trató más de barbacoa, un tipo de asado diferente al rioplatense.

Aparecen, de izquierda a derecha: Leyzman Salim, Frank Schmidt, Andre Magon, Federico Quesada, Richard Gini Kent, Jimmy Benítez y José Torrijos, el equipo Barbakua que se ubicó undécimo en el último mundial del asado y mejor de Latinoamérica.

Los que hay que agregar a esto, es que el equipo Barbakua se clasificó al citado mundial tras consagrarse campeón en un torneo latinoamericano realizado en Chile, en donde el estilo de asado es el que todos conocemos. Allí también superaron a los equipos de Argentina, Uruguay y Brasil que tomaron parte. Los uruguayos cocinan su carne utilizando leña, lo que da un sabor diferente a sus carnes por el ahumado, pero esto también lo practican los paraguayos, sino hay que pedir nomás a Nicky Stockl que prepare su asado “A lo Chaco”, con carne especialmente seleccionada y con leña de algarrobo y viñal seco.

Los argentinos por su parte son inigualables con sus parrillas o lo que nosotros llamamos parrilladas. Sus locales realmente son acogedores y atractivos. La presentación de sus cortes y las guarniciones con que las acompañan son envidiables. El ejemplo aquí lo tenemos en La Cabrera, una franquicia argentina que es uno de los mejores lugares para servirse un asado. Los paraguayos tenemos en cambio algo que no vemos en ninguna de las otras dos presentaciones: la mandioca, que constituye el acompañamiento ideal aquí y en la China.

En conclusión, si tenemos una excelente carne que nada envidia a las demás, si contamos con parrilleros y asadores que están entre los más pintados de Sudamérica, lo único que falta es invitar al presidente Lula a que venga a probar el asado paraguayo. Seguro que va a decir que es el mejor, no del planeta sino de la galaxia. Que así sea.

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