En una pequeña planta de producción ubicada en Colonia Independencia, Departamento del Guairá, con tecnología y recetas alemanas, Willy, elabora una amplia lista de embutidos tratando de conservar el sabor artesanal con la intención de abrirse camino en el mercado nacional, donde ya compiten varios pesos pesados. Entró al Libro Guinness de Récords Mundiales por haber hecho el chorizo sin costura más largo del mundo.
Sus padres son Martín Bachmann y Margarita Schmidt, ambos descendientes de abuelos alemanes. Tiene ocho años y nació cuando su padre compró una antigua fábrica de embutidos aledaña a la casa familiar. En esa fábrica, ya se encargaba de la producción, Stefan el hermano de Margarita, o sea el tío de Willy. Sus primeros cuatro años fueron casi de prueba con una pequeña producción que abastecía a la región.
Stefan viajó a Alemania donde trabajó y se especializó en la materia, estudió y desarrolló las recetas de Alemania y se asesoró para la importación de maquinarias de ese país. Después de los primeros cuatro años, Willy ya estaba listo para la producción y venta de los embutidos tras cumplir con todos las habilitaciones, requisitos y papeleos que exige la INAN (Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición) en esta actividad.
Hoy produce carne ahumada de cerdo y carne ahumada de vacuno, chorizos parrilleros, chorizos parrilleros con queso, jamones, morcilla, chorizo extra picante, toda la línea de fiambres, salamín, panceta, chorizo de Viena, paté ahumado y varios otros. El producto estrella es la carne ahumada, tanto la de cerdo como la vacuna. Margarita quién es la que lleva adelante el negocio -su marido es hotelero (Portal del Sol)- nos cuenta que realizan un ahumado natural.
“Somos unos de los únicos que utilizamos el humo natural -a diferencia del humo líquido- mediante virutas de eucaliptos tratados que compramos de EFISA. Tenemos tres máquinas ahumadoras, con humo frío y caliente. Es un proceso que dura 14 días y obtenemos un lomo ahumado, suave, muy apreciado, por ejemplo, por los menonitas, ya que es una comida tradicional para ellos. Especial para los sándwiches y picadas”, comenta.
Otro detalle que mencionó es que Stefan es el único que se encarga de toda la producción y de las mezclas. Por lo tanto, la producción siempre es uniforme sin variaciones de sabor. Dijo además que todas las máquinas que utilizan son de origen alemán desde la cortadora hasta la mezcladora, aunque se compraron de segunda mano. “No producimos en cantidades astronómicas, lo que se hace sale en el día, los productos no tienen muchos conservantes, colorantes, ni aditivos como requieren los procesos industriales. Por eso, Willy tiene sabor casero”, agrega.
Willy domina el mercado de su zona de influencia, los departamentos de Guairá y Caazapá. Ahora están tratando de entrar al mercado de Asunción. La idea era abastecer a los hoteles y algunos locales gastronómicos, pero ahora sus productos, algunos envasados al vacío, se pueden encontrar en las cadenas de Supermercados Casa Rica, Los Jardines y Fortis (Asunción, Pedro Juan Caballero y Concepción), y productos a granel en Casa Grutter. Sus precios están, un poco, por debajo de la competencia.
Margarita orgullosa nos comenta que ahora ya se pueden encargar y abastecer todo el consumo de chorizos y embutidos previstos para la tradicional fiesta de la cerveza que se realiza en Colonia Independencia. Precisamente, en una de estas fiestas, en noviembre del 2015 Willy ingresó al Libro de Récord Guinness al elaborar el chorizo más largo del mundo y que se haya consumido todo en dicha fiesta: tenía 418 metros de largo, sin costura. Hoy el récord mundial ya supera los 1.000 metros.
Willy es todavía muy pequeño, después de sobrepasar los inconvenientes de la pandemia, actualmente volvieron a una producción de 1.000 kilos diarios, pero la capacidad instalada es para 3.000 kilos diarios. “Estábamos distribuyendo pequeñas cantidades y cuando seamos grandes queremos ser como Ochsi”, dice Margarita refiriéndose a la conocida marca de San Lorenzo que ya lleva cumplidos 68 años de vigencia como la marca principal.
Para obtener materia prima de buena calidad, carne de cerdo, firmaron un contrato con las Colonias Unidas (Itapúa). La idea inicial era obtener dicha materia prima con los productores de la zona, pero la mayoría de ellos no expide facturas ni emiten guías de traslado y era difícil trabajar con ellos por el tema de la trazabilidad. Finalmente, la fábrica de embutidos se llama Willy, porque es un nombre alemán muy tradicional. Viel Glück, Willy.