La voz de Julián Endara sonaba bastante positiva y optimista a través del teléfono pese a la negativa experiencia que experimentaron durante la última lluvia. La cocina de El Hormiguero se inundó totalmente, no obstante lograron sacarla a flote y continúan trabajando. “Es un golpe más, pero vamos a seguir adelante, porque el espíritu nunca se pierde” dijo el chef colombiano quién ganó la última edición del Master Chef Profesionales en Paraguay.
La lluvia se ensañó con numerosas poblaciones de Cordillera y Central, entre el sábado de noche y la madrugada del domingo pasado. Hemos visto escenas de destrucción de puentes, caminos y rutas. Y también de inundación de hogares. Uno de esos fue el de Julián Endara quién, junto a Pauli Guillén, trabajan y viven en las inmediaciones del Club Internacional de Tenis, al lado de la cancha de Rugby del Santa Clara, por lo tanto en el área de influencia del arroyo Ytay, famoso en estas contingencias.
En el garaje montó una cocina de producción para su emprendimiento gastronómico que se llama El Hormiguero, uno de cuyos brazos es Acangó Roga, Chef en casa. El garaje se encuentra a un nivel inferior al de las habitaciones de la casa. Por eso, las demás dependencias se salvaron de la “inundación” provocada por las intensas lluvias. Julián subió a sus redes fotos de la acción de las aguas. Y el mismo nos cuenta como fue esta experiencia.
“Veníamos de trabajar en San Ber y haciendo algunas entregas que nos pusimos a descansar en el living de la casa. A eso de las dos de la mañana del domingo, una vecina puso un mensaje en el grupo de wasap que compartimos, pidiendo que tengamos cuidado con las mascotas porque el arroyo Ytay se había desbordado, inundando las calles y las casas”.
“No le dimos mucha importancia, pero cuando nos dispusimos para ir a dormir y empezamos a apagar las luces y cerrar todo, vi que una conservadora venía flotando y cuando voy al frente encuentro toda la cocina inundada, había un metro de agua. Ya era inútil desconectar las heladeras y los otros equipos eléctricos. Entonces decidimos esperar a que bajara el agua para hacer una limpieza y evaluar los daños”.
“Al otro día, nos levantamos temprano, comenzamos a limpiar y arreglar las cosas. Terminamos ayer mediante el uso de una hidro lavadora. Se quemó el motor de agua, tuvimos que arreglar dos motores electrodomésticos, una pequeña empacadora al vacío, una balanza, un lavarropas, un secarropa y aprovechamos para deshacernos de las cosas que ya no servían”.
“Son cosas de la naturaleza, gracias a Dios son solo daños materiales que se pueden recuperar. Hay que seguir adelante, es un golpe más. De peores cosas nos hemos levantado, vamos a seguir, porque el espíritu nunca se pierde. A otros en el barrio el agua les pasó por encima. Ya empezamos a laburar, tenemos que ir a San Ber para un evento que tenemos”, dice finalmente Julián. Este grave contratiempo, viene a sumarse a la crisis generada por la pandemia de Covid 19, que puso en grave situación a todo el sector gastronómico.
El chef colombiano, después de consagrarse como triunfador en el Master Chef Profesionales tuvo a su cargo el restaurante El Hormiguero, que se cerró cuando se impuso la cuarentena obligatoria por la pandemia. Julián para sobrevivir empezó a dictar cursos on line sobre cocina y ofrecía el menú de El Hormiguero, a través del delivery. Posteriormente, incursionaron en la modalidad del Chef en casa con la que siguen hasta ahora.
“Nos vamos a la casa del cliente, con un gran equipo y muchos electrodomésticos (nunca sabemos lo que vamos encontrar) que quiera tener una experiencia de El Hormiguero. Tenemos una oferta económica, otra standard y un menú por pasos. Se trata de cocina de autor, algunos platos tradicionales paraguayos pero con el toque nuestro, por ejemplo tenemos un Steak Tartar con mayonesa de hormigas y ceviches con toppings sofisticados.”.
Apuntan a un target alto, personas a las que gusta la buena comida y la experiencia de El Hormiguero. “El servicio creció porque la gente comenzó a llamar quejándose de que el delivery llegaba frío y entonces proponíamos ir hasta las casas a cocinar para evitar el problema. La clientela comenzó a crecer y hemos ido a casas que estaban mejor equipadas que un restaurante”, informa. Pero también tienen un menú más económico.
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