rodelu

Dos cosas curiosas tiene la nota que hoy presentamos. Uno, el restaurante se llamaba República Oriental del Uruguay y no lo sabíamos y segundo era uno de los pocos (tal vez el único) que en el año 1978 servía el corte «bife de chorizo» que recién hace unos años se popularizó en nuestros restaurantes, parrilladas y churrasquerías. Seguimos recordando aquí los locales gastronómicas de antaño que fueron radiografiados por el diario ABC, en aquel año, en una serie de artículos titulado La cena fuera de casa. La foto corresponde a publicación mencionada.

«Más de uno se habrá preguntado el origen de «Rodelú», nombre de una pizzería restaurante de nuestra capital. A pesar de lo que pueda pensarse, su etimología es bien sencilla: Las siglas de República Oriental, la suma de preposición y artículo «del” y la sigla de Uruguay (ROdelU). Así de simple. Y sus dueños, demás está decirlo, son uruguayos.

En su local de Quinta y Antequera funcionan la pizzería y el restaurante, con cocina internacional, un menú variadísimo, por lo menos en el papel. Tal fue el caso, por ejemplo, de un apasionado degustador de platos itálicos que se encontró con «vermicelli a le gangole» que no pudo darse el gusto de saborear, pues sólo figuraba en la carta.

De cualquier manera, hay varias posibilidades de elección en tres rubros principales: carnes, pescados y pastas. Si a uno le gustan las carnes no debe desanimarse con los mazazos que se escuchan en la cocina cercana, ya que no se dan para ablandar la carne. Esta es bastante buena. En ese sentido, se aconseja el «bife de chorizo», por el cual debe pagar 190 guaraníes. Puede pedirlo algo crudo, a punto o cocido. El mozo se encargará de averiguar la preferencia del cliente. El bife se come acompañado de papas fritas, puré de papas, ensalada de tomates, de papas o mixta. O bien, con guarnición , en cuyo caso el plato asciende a 260 guaraníes. Otras variantes cárnicas son la popular milanesa, que sola, le cuesta 170 guaraníes. Si la quiere con más sabor y sustancia, la pide rellena y paga por ella 320 guaraníes. Si, siempre en materia de carnes, es más exigente, puede encontrar el «Chateaubriand» que le costará 340 guaraníes.

Más calorías y menos precio encontrará en el sector de las pastas, Con 120 guaraníes hallará ya un plato: tallarines al tuco.

Aquí comienzan a subir los precios sin llegar a exageraciones. Pagando 200 guaraníes, por ejemplo, puede gratificarse con un plato de canelones a la Rossini, que está bastante bien.

En materia de vinos, los precios van desde los 190 guaraníes para una botella del argentino hasta llegar a los 900 de una botella francesa. También los hay chilenos, españoles y portugueses. «Ahh! Por un «Liebefraumilche» debe abonar 800 guaraníes.

En cuanto a los postres, cabe hacer una advertencia. No se deje llevar por el «panqueque italiano». Su precio (350 guaraníes) y las indicaciones del mozo (es difícil explicar. Tiene de todo») pueden conducirlo a una gran decepción. Es lo que le ocurrió al cronista. El postre no respondió a las expectativas. Se encontró con un panqueque enorme, pero recocido con una cremita encima y trozos de piña y duraznos. Por eso se aconseja no aventurarse con ninguno de los panqueques, limítese a pedir una casatta o una macedonia de frutas.

En el Rodelu, hay que destacar el buen servicio de mozos. Son todos jóvenes, eficientes y amables. En cuanto al local de verano, es una especie de terraza baja sobre Quinta Avenida y Antequera, una zona de muchos lugares de comida. Sentado ante una de sus mesas, no le resultará difícil toparse con conocidos. La terracita de verano tiene el piso desparejo y puede encontrarse con el problema de que la mesa solo se apoya en tres patas. La mantelería, cubiertos y cristalería no merecen mayores objeciones. Los baños son limpios e higiénicos.

En fin, si quiere carne buena puede ir al Rodelu. Y se aconseja el bife de chorizo con papas fritas. Cuando llegue el postre recuerde la advertencia».

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