Este fin de semana será crucial para medir de qué manera la suspensión de actividades públicas dispuesta por el Gobierno afectará a los locales gastronómicos. Hasta el momento todos los que pudimos chequear están abiertos. Algunos restaurantes reportaron ya una disminución de entre el 50 al 90% en la ocupación. “Las pérdidas podrían ser enormes”, vaticinó Néstor Filártiga, directivo de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (ARPY). Varios locales están adoptando medidas de prevención.
Filártiga dijo que si bien los restaurantes no están alcanzados por la prohibición de suspender actividades públicas de concurrencia masiva, la medida adoptada por el Gobierno automáticamente va a generar una disminución en la ocupación de los restaurantes por más que estos aseguren a sus clientes una garantía en la inocuidad de los alimentos. Agregó que de hecho, los locales gastronómicos tienen que disminuir su capacidad en un 30% para permitir que exista mayor espacio entre las mesas a fin de evitar aglomeraciones.
Dijo que en los primeros reportes que brindaron los locales asociados a la ARPY, algunos señalaron mermas en la ocupación entre el 50 y 90% comparando el día de ayer miércoles con los datos del miércoles de la semana anterior. Aclaró, sin embargo, que de todas maneras hace falta esperar el comportamiento de los clientes en los próximos días y en especial el fin de semana para sacar conclusiones. Sin embargo se arriesgó a afirmar que puede haber “pérdidas enormes”.
“Los restaurantes son empresas que dependen de un flujo diario de egresos e ingresos. Si esto se corta se nos imposibilita cumplir con nuestras obligaciones laborales, fiscales y financieras. ¿Y quién nos asiste?”, se preguntó. Aunque reconoció que durante una entrevista que mantuvieron los empresarios con la ministra de Industria y Comercio, la alta funcionaria prometió que se atenderán punto por punto las reclamaciones que se generen con motivo de la aplicación de la suspensión de actividades.
El Gobierno estableció los protocolos que las empresas deben cumplir en material de salud y laboral. Entre otras, notificar los casos sospechosos de infección entre sus trabajadores, otorgar los permisos de trabajo, asumir los gastos de salud si no están asegurados al IPS, etc., etc. Filártiga planteaba que se deberían flexibilizar las relaciones de trabajo y llegar incluso a la suspensión de los contratos si ameritan los casos.
Mientras tanto, la mayoría de los locales están abiertos, conforme al chequeo telefónico que realizamos. Algunos han adoptado medidas de prevención y lo han comunicado en sus redes sociales. Un ejemplo que podemos mencionar es el de la Parrillada Valencia que decidió atender solo en el 50% del patio, al aire libre. Evitando así las áreas cerradas y que las mesas estén separadas dos metros de cada una. También hacen mención a que dispondrán de alcohol en gel en lugares estratégicos y que procederán a la doble desinfección de los utensilios utilizados.
La Churrasquería O Gaucho publicó un video en su página en Facebook para mostrar las medidas que están tomando para prevenir el coronavirus: lavado correcto de manos y uso de tapabocas, esterilización cada 30 minutos y además mencionan que todos sus colaboradores pasan por un control sanitario con el fin de identificar síntomas. Esto se realiza antes de permitir el acceso al local para identificar cualquier posible complicación. En ambos casos, los mencionados restaurantes hacen hincapié en el servicio de comidas para llevar instando a sus clientes a utilizar el servicio de take out.
En España, el organismo que nuclea a los locales gastronómicos denominado Hostelería España elaboró un protocolo del cual extraemos algunos consejos que bien se podrían aplicar en nuestro país:
- Limpiar frecuentemente superficies, mostradores, pomos, mobiliario, maquinaria, lavabos, máquinas dispensadoras, teléfonos, datafonos, etc. con desinfectante.
- Lavar y desinfectar la vajilla a temperaturas superiores a 80º
- Lavar manteles, servilletas y ropa de trabajo en lavadoras industriales a más de 80 grados,
- revisar y limpiar los filtros de aire acondicionado y rejillas
- ventilar después de cada servicio y asegurar una renovación del aire suficiente
- en los bufés, limitar la manipulación directa por parte de los clientes de alimentos y utensilios y cambiarlos frecuentemente o utilizar material desechable.