Walter Peyton Gwynn, un chef paraguayo recibió recientemente el Premio Bicentenario del Centro de Investigaciones Turísticas y Gastronómicas del Perú (CITURG) por su trabajo en la investigación de la influencia africana en la gastronomía paraguaya, en el marco de un proyecto denominado Manos Negras, Cocina con tradición-Influencia africana. Por otro lado, recientemente fue nombrado embajador de la Federación Internacional de Gastronomía y Turismo (FIGAT) que tiene su sede en Miami.
En la primera semana del presente mes de febrero en la ciudad de Lima, Perú se realizó una ceremonia especial en el Gran Hotel Bolívar de la capital peruana donde CITURG hizo un reconocimiento especial a Walter Peyton Gwynn por su aporte profesional y cultural en la categoría profesionales investigadores de la gastronomía peruana y latinoamericana. Contó con el apoyo del Ministerio de Comercio y Turismo (MINCETUR), la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PROMPERU) y la Municipalidad Lima Metropolitana.
La distinción se otorgó por la presentación de un estudio acerca de la influencia africana en la gastronomía paraguaya aprovechando que CITURG estableció el Premio Bicentenario Gastronomía peruana y latinoamericana Manos Negras: Cocina con tradición – Influencia africana 1.821-2021. Peyton Gwynn se formó gastronómicamente en el Perú y residió durante muchos años en este país.
Nos comentó que más de un año investigó sobre el tema de la influencia afro en la cocina paraguaya y si bien se disculpó porque su trabajo junto con los de profesionales de otros países serán divulgados recién en el 2021 por CITURG dijo que la cocina afro fue absorbida casi totalmente por la cocina guaraní porque ésta era mucho más fuerte y no hubo fusión en la práctica. Reconoció que todavía le falta investigar a fondo la comunidad de descendientes afro que existe en Cambacua (Fernando de la Mora) para analizar si todavía siguen con las prácticas gastronómicas de sus ancestros.
CITURG Es una institución cultural de investigación e innovación tecnológica en las áreas del Turismo, Hotelería, Gastronomía y Microfinanzas, conformado por docentes investigadores con más de 34 años de experiencia profesional, desarrollando proyectos de investigación productiva a nivel local, regional y nacional. Walter Peyton Gwynn es miembro de esta entidad y también lo es de la Federación Internacional de Gastronomía y Turismo (FIGAT), una asociación privada que reúne a los profesionales del sector donde también realiza actividades de investigación. Tiene su sede en Miami y recientemente fue nombrado embajador para Sudamérica incluyendo Paraguay.
Lo ubicamos telefónicamente trabajando en el Departamento de Misiones, Paraguay, donde inició una investigación acerca de la cocina misionera jesuítica. “Hace cinco años, que quiero resucitar a los muertos del Paraguay, el tembi’u Paraguay. Quiero resucitar muchas cosas que se perdieron, no estoy muy adentrado en el país, viví más afuera, viajando, desconozco un restaurante que venda como postre rora, andai camby, se murieron muchas cosas. Mi interés está en eso, estoy estudiando la cocina misionera jesuita, donde la base es carne, los indígenas llegaban a matar un ganado por semana, que se hacía con la carne, ahí está mi investigación. Qué se comía en Santa Rosa, en San Ignacio”.
Nuestro entrevistado mencionó que vive de los asesoramientos gastronómicos que realiza. “Tengo tres restaurantes a mi cargo en la zona sur del país. Uno de ellos denominado La Martina, ubicado en San Ignacio, una parador que está ubicado en Santa Rosa y un local de comida rápida”, nos dijo y nos recordó que hace unos ocho años participó en la habilitación del restaurante La Arcadia situado también en San Ignacio perteneciente a los familiares del conocido artista Koki Ruíz.
Peyton Gwynn estudió gastronomía en la Escuela Gato Dumas de la ciudad de Buenos Aires, y luego regresó al país y estudió Derecho en la Universidad Católica. Posteriormente viajó a la ciudad de Cuzco, Perú, donde culminó sus estudios de cocina y trabajó durante varios años. De allí emigró a los Estados Unidos, trabajando en restaurantes de varias ciudades incluyendo Nueva York. Su especialidad son las pastas. Su último trabajo profesional lo realizó como Sub chef ejecutivo del Weschester Hospital Center, de Miami.
Actualmente tiene 47 años, está casado y tiene dos hijos José y Maximiliano. Regresó al país hace tres años y quiere despertar el interés del turismo hacia la gastronomía paraguaya. “Estamos un poco apagados en eso. Que venga y sepan que van a comer la mejor sopa paraguaya en San Ignacio, la mejor chipa guazú de encarnación y el mejor asado en San Juan. Paraguay tiene una rica gastronomía pero hay que resucitarla, yendo un poco a nuestros antepasados para darle un valor agregado”, dijo finalmente.