La Secretaria Nacional de Cultura declaró ayer como patrimonio cultural inmaterial del Paraguay el vori vori, el locro, la sopa paraguaya y el jopara como parte de un proyecto que busca registrar como marca intelectual país todos los productos de nuestra cocina típica. De esta manera se busca catalogar el patrimonio gastronómico nacional y mantenerlas a salvo de intentos de usurpación. Y también es el paso previo a una eventual declaración de patrimonio cultural inmaterial universal por parte de la UNESCO.
“El patrimonio cultural gastronómico es parte de nuestra identidad. Tiene que ser registrado y catalogado. Esto es nuestra cultura, nos pertenece, tiene que ser guardado”, nos dijo el ministro de Cultura, Fernando Griffith. La declaración de patrimonio cultural inmaterial alcanza al conocimiento culinario artesanal y tradicional, y técnicas de elaboración de las cuatro comidas típicas mencionadas.
El ministro señaló que antes de la declaración de patrimonio cultural e inmaterial se debe realizar un trabajo de catalogación e investigación profunda acerca de los ingredientes, recetas, sabor, procesos de elaboración y raíces históricas. En los casos del vori vori, sopa paraguaya, locro y jopará ya se culminaron esas exigencias. El próximo turno tocará a la chipa guazú. “No podemos acelerar los procedimientos porque se requiere de mucho trabajo de investigación”, expresó.
La Secretaría Nacional de Cultura está trabajando en conjunción con la Dirección Nacional de la Propiedad Intelectual (DINAPI) que ayer llevó adelante un conversatorio con participación de representantes de diversos sectores que tienen que ver con la producción gastronómica entre ellos historiadores como Margarita Miró, chefs como Vidal Domínguez Díaz. En la oportunidad se elaboró una lista provisoria de productos de la gastronomía paraguaya para realizar la reserva de nombres que no podrán utilizarse como marca comercial por los particulares, porque pasarán a ser patrimonio de la nación.
En ese conversatorio el ministro Griffith firmó la resolución de declaración de patrimonio cultural. Este procedimiento incluso alcanzará a la cocina regional, como el caso del batiburrillo y el chorizo misionero. También se buscará la defensa de los procesos de elaboración de algunos productos típicos como el caso del Queso Paraguay, que no se encuentra en ninguna otra parte del mundo. El paso posterior a la declaración de patrimonio cultural, de patrimonio intelectual (marca), viene la denominación de origen, pero esta iniciativa corresponde a los particulares, sobre todo a las asociaciones de productores.
Vidal Domínguez Díaz, chef propietario de Kamambú mencionó que fue invitado para colaborar en la elaboración de la lista de productos de la gastronomía paraguaya en su calidad de investigador. Los organizadores manifestaron su extrañeza por la ausencia de numerosos referentes en el tema que fueron invitados. Se trató de que la participación sea lo más abierta posible, e incluso durante el conversatorio se permitió la participación on line de los interesados y las deliberaciones fueron transmitidas en directo por la televisión pública. En el futuro próximo se volverá a realizar otros conversatorios con los mismos objetivos.
Actualmente se está trabajando en la redacción de un proyecto de ley para declarar el 29 de agosto como Día de la Gastronomía Paraguaya. Para esto se espera completar el listado de productos nacionales e incluir en dicho proyecto de ley a fin de que las declaraciones de patrimonio cultural e inmaterial tengan una protección legal.