El café también montó una cultura aparte

16 junio, 2017

¡Cómo han cambiado los tiempos! Chocolate por la noticia. Café más bien. Porque eso sí que ha cambiado. Su consumo se ha constituido en una nueva cultura. Todavía no nos hacemos a la idea de formar fila para tomar una tacita de café. De tomarlo parado. De prestar interés a sus distintos modos de preparación. De conocer las distintas variedades que existen y qué diferencias tienen los productos de acuerdo a las regiones donde se producen.

Bueno, por todo eso uno tuvo que pasar en la última Asu Coffe Fest realizado en Textilia, en segunda edición. Nada que ver con otros tiempos. Antes era tomar un cafecito y basta. Lo más remoto en el tiempo que recordamos acerca de las “molestias” que nos tomábamos para obtener un café, es aquella época cuando donde trabajamos llegaba a eso de las tres de la tarde, el termo de café para los más de 20 que estábamos a esa hora.

¡Cómo han cambiado los tiempos!. Antes había muy pocas cafeterías y ver a alguien en un local tomando café era una rareza. Todavía recordamos las pocas mesas del Capri (Palma e/ 14 de Mayo y Alberdi) o más acá en el tiempo en el San Marcos (Oliva y Alberdi) en torno a las que se reunían personas de la tercera edad y pasaban toda la mañana consumiendo una tacita de café para desesperanza de los mozos y los propietarios.

En el 2013, en una de las primeras notas que publicó elomnívoro.com, Beto Speratti, ex gerenciador de hoteles y restaurantes y actualmente profesor de la Universidad Nacional de Asunción, ponía de resalto que Asunción estaba adquiriendo el gusto por la gastronomía copiando modelos de otros países. Y entre esos nuevos hábitos mencionó, como principal, la concurrencia a las cafeterías que se iban abriendo en ese entonces. “Diez años atrás era impensable encontrarse a tomar un café”, nos decía con esa capacidad de observador privilegiado que tenía acerca del fenómeno gastronómico de la ciudad.

La aparición de nuevas cafeterías tuvo un crecimiento acelerado, en menos de un lustro llegaron al país las marcas más importantes y se crearon locales que muy pronto lograron atraer a los consumidores por sus novedosas propuestas, por sus atractivos locales y por el ansia de conocer más acerca de un producto, que si bien era bastante consumido en los hogares no era concebido como una opción para el disfrute más allá de la necesidad de alimentarse.

Así fue gestándose todo un movimiento acerca del café que ahora está convirtiéndose en una cultura, es decir en un conjunto de modos y costumbres que en gran parte se vieron manifestados en la realización de la segunda edición del Asu Coffee Fest. Evento que durante dos días reunió a miles amantes y aficionados a ese “oscuro brebaje”. Y que en realidad ya no puede considerarse un brebaje sino una noble bebida que ahora ofrece catas para poder degustarlo a la manera de otras bebidas más espirituosas.

La gente de Café Valdez así como de Café Consulado explicaba las diferencias entre las distintas variedades que existen y las diversas características que poseen de acuerdo a los tipos de terrenos en los que se cultiva. La intensidad, el sabor y el aroma diferían en un caso y otro. Mientras tanto los de Kafa ponían de resalto la importancia del tostado del café sumergiendo a los oyentes en profundidades antes desconocidas en el consumo del café. Además ya no se trata simplemente de calentar agua, ponerla a hervir y echarle el café. La preparación tiene todo un proceso y cada tipo de café tiene su método particular. Si uno va a cebar el café, los granos tienen que ser molidos más gruesos para que la oxigenación que esto permite favorezca el aprovechamiento de los aromas y sabores.

Pero también había exhibición de equipos para preparar café. Así la gente de Oster y Lavazza mostraban como estos aparatos nos podían facilitar la vida a la hora del desayuno o la merienda, ni que decir a los restaurantes. Y hablando de comer el Asu Coffee Fest habilitó en esta edición un gourmet market donde uno podía munirse de algún alimento dulce o salado para acompañar el café. Además, con la excusa de que todo giraba en torno al café, Tequila Patrón hacía degustaciones de su versión Patrón XO, un licor que combina el tequila de esa marca con esencia de café. Con la misma excusa, el bar Mariano Domingo tenía algunos tragos dentro de la misma temática.

Como en todas las actividades públicas que concentran multitudes en este país, las personas jóvenes fueron predominantes y el interés que demostraron hace presumir que la tendencia de esta nueva cultura es hacia el crecimiento y fortalecimiento. La proliferación de cafeterías en la ciudad es una muestra de ello. Y una reivindicación de aquella costumbre que cultivaron aquellos viejitos de nuestras antiguas cafeterías.