Le quieren dar una nueva vida al polo gastronómico recientemente formado sobre la calle Ocampos Lanzoni. Ahí, a una cuadra y algo de Mariscal López dónde Uva Terra era hasta hace poco el Secreto Mejor Guardado de Asunción, porque la zona era casi ignota. Ahora, cada vez, más locales se concentran en el lugar llenando de actividad lo que era un barrio tranqui. Este comienza incluso con el desayuno, pasando por el almuerzo, el happy hour y la cena. Y se extiende hasta un brunch en los días domingo buscando atraer con un estilo moderno pero sin olvidar las comidas de la abuela.
Dos jóvenes y exitosos empresarios navieros decidieron unir sus gustos por la buena mesa y decidieron encarar un proyecto común en este ramo que ya es como una moda: invertir en gastronomía. Pasaron muchos meses auscultando el mercado, viajando al extranjero y haciéndose asesorar para finalmente decidirse a establecer el restaurante Pura Vida, que recientemente se inauguró sobre la calle Ocampos Lanzoni casi Guido Spano. En frente lo tiene a Pazzo, un poco más allá están A Tavola y Las Doma. Del otro lado, al ya mencionado Uva Terra y próximamente abrirán también otros dos locales en las inmediaciones, uno de los cuáles está a punto de caramelo. A la vuelta de la esquina está Panza Piena.
De noche, la zona es ya muy concurrida, hay dificultades para estacionar fácilmente el vehículo. Pura Vida quiere aportarle actividad desde temprano en la mañana. Tiene un servicio diario de desayuno que incluye uno llamado Desayuno Asunción que contiene, mbeyu, mandi’o churyry, cocido negro quemado, entre otras cosas. Aparte de los famosos Continental y Americano. Los días sábados y domingos tienen el brunch. En resumen, abren todos los días desde la mañana temprano hasta tarde en la noche. A excepción de los domingos en que cierran a las 15:00 terminado el brunch.
Para tener más actividad durante todo el día, habilitaron también un happy hour con promociones de tragos y ofertas de picadas para compartir. En el local también funciona un almacén adónde uno puede concurrir a comprar todos los productos que allí se utilizan e incluso todos los platos de la carta preparados para llevar, incluyendo los postres que fueron los que tuvieron más salida en el poco tiempo que llevan abiertos.
LA COCINA
Un conocido de nuestro ambiente, el chef Francisco González está a cargo de la dirección de la cocina. Formado durante muchos años de trabajo en Miami, Fran estuvo como chef ejecutivo de Entrecôte durante los últimos años. Está secundado en Pura Vida por Sergio Espínola y Mauricio Lucero, quienes son los jefes de cocina. “Nuestros platos tienen propuestas directas, simples sin muchas intervenciones. Jugamos más bien con los aromas, los sabores y las texturas. Si bien el estilo es contemporáneo tratamos de aproximarnos lo más posible a las comidas de nuestras abuelas”, nos dice Fran a manera de explicación.
La cocina se encuentra muy bien acondicionada con equipos de última generación. Se encuentra a la vista del público ya que grandes ventanales permiten apreciar cómo están trabajando los cocineros. Un total de 28 empleados trabajan en la cocina y el salón, divididos en grupos de dos turnos a fin de mantener una atención permanente durante toda la jornada laboral.
Se especializan en carnes y pastas. La carne es tipo exportación y trabajan exclusivamente con los cortes del frigorífico Concepción. Las pastas así como los panes son totalmente elaborados en el local. El menú es más bien corto, no tienen muchas opciones. Hay carpaccio de wagyu y brusquetas entre las entradas y también picadas Mediterránea y Pura Vida a un precio de 120 y 150 mil guaraníes para seis personas. Unas cuántas ensaladas y entre los platos de carne: 12 opciones en total, de vacuno, cordero y cerdo. El más caro entre las carnes, es la tapa cuadril, cuesta 75 mil guaraníes.
Cinco opciones diferentes de pastas y de risottos con diferentes salsas e ingredientes. Hay tres variantes de pescado: un plato de surubí, otro de salmón y uno de lenguado azafranado acompañado de un milhojas de papas a la crema, que es el plato más caro de la casa a un precio de 96 mil guaraníes. De postres, lo justo y necesario: Tiramisú, Volcán de Nutella, Cheesecake, Copa de Frutos, Crostatas de Manzana y Copa de Helados. Tienen una bodega bien acondicionada con vinos de procedencia argentina, chilena, italiana, francesa y española. De casi todas las cepas. Y según nos aseguró el dueño no aplicaron sobre los vinos un alto margen de ganancias, tratando de mantener niveles de precios aceptables.
EL LOCAL
El local tiene una ambientación bien moderna. Ecléctica no sólo en el estilo sino también en los niveles ya que abarcan lo formal, lo informal y lo de lujo. Tiene varios ambientes bien definidos. Sillas y mesas de madera en el frente aptas para todo público. Un salón comedor para almuerzos y cenas, románticas o de negocios, con muebles más cómodos. Un ambiente VIP, más distinguido del resto que cuenta con baño privado y servicio de mozo propio. Por último, un patio interior, más informal. Con sillas y mesas de madera, ideales para los after office o happy hour.
En la ambientación predominan los colores rojo y negro. Javier Pérez González, uno de los propietarios nos comentó que se le había ocurrido utilizar esa combinación copiando un poco la paleta de colores que se puede apreciar en el Hotel Faena, de Buenos Aires. Nos contó además que la clientela de Pura Vida corresponde a la clase media alta, con mucha participación de matrimonios jóvenes. La capacidad es para 112 personas, incluyendo 14 que se pueden acomodar en el salón VIP.
Y si nos preguntaran: Qué tal? Responderíamos, Pura Vida. Una expresión de eterno optimismo que se utiliza comúnmente en Costa Rica. Y que aprovecharon para ponerle como nombre al restaurante.