Ya tenían siete locales. Están cortados por la misma tijera. Todos con el mismo servicio. La misma decoración. Pero con el octavo salieron de los moldes. Esos que imponen la necesidad de identificación de la marca. El nuevo local que inauguraron en el Paseo de La Galería, brinda a más de la misma excelente relación de calidad y precio de sus productos, un ambiente más cálido y acogedor. Más distinguido incluso, distinta a la tradicional imagen de La Vienesa.
No parece la habitual La Vienesa con la que uno puede encontrarse en diversas partes de la ciudad y ciudades circunvecinas. La sucursal número ocho, está enclavada en la Terraza del Paseo La Galería, en medio de un sitio privilegiado para todos los locales gastronómicos que allí se ubicaron. Un oasis verde en frente, fuentes de agua, escaleras y pasarelas en medio de los árboles. Una terraza amplia y variedad de ofertas gastronómicas.
Un total de 435 metros cuadrados, más unos 50 metros cuadrados de terraza, es el espacio disponible para la cocina y el comedor. En el salón y la terraza juntos caben unas 165 personas sentadas. Cómodamente sentadas. Porque ese es uno de los detalles diferenciales. Gran parte del mobiliario está formado por juegos de sofás en vez de las tradicionales sillas de madera con un mínimo de acolchado en las asentaderas.
Dentro como fuera uno puede hallar pequeños ambientes confortables y agradables, diseñados más bien para retener a los clientes y no a obligarlos a una vez servidos, desocupar inmediatamente las plazas como es tradicional en los locales que buscan una alta rotación de comensales. Se nota también una mayor preocupación en la decoración. La iluminación juega un rol importante, una luz cálida y de menor intensidad inunda todos los ambientes, formando claroscuros atractivos satisfactorios que contrastan con esa claridad tipo fluorescente.
Incorporaron también una larga barra para más de 10 personas, donde se puede uno sentar a disfrutar de un trago, una cerveza o un vino. Acompañando un tapeo, raciones o de los montaditos que hacen su aparición por primera vez en la cadena. También incursionaron con flores orgánicas comestibles y con picadas para acompañar una copa de vino, un chopp, o una cerveza.
“Queremos que sea un lugar donde una familia, un ejecutivo, un trabajador cualquiera pueda venir a tomar un café, comer una empanada, un postre, un plato de la carta, hacer un after office, porque a cualquier hora le podemos ofrecer de todas las propuestas de nuestro servicio”, nos aclaraba Marité Planás quién junto a su marido Carl Robert Ljunggren son los propietarios de la empresa.
Abre a las 07:00 de la mañana y cierran a las 24:00. Los empleados se distribuyen en dos turnos de trabajo para que no se interrumpa el servicio. “Si alguien viene a las cuatro de la tarde y quiere servirse un plato de nuestro menú. Nosotros lo hacemos sin problemas”, nos sigue diciendo Marité. Como en todos los locales de La Vienesa existen productos que se elaboran en el mismo local y otros que se elaboran en las fábricas de alimentos que posee la cadena.
Tienen panadería, confitería, rotisería, restaurante, cafetería, heladería artesanal, bar para cócteles y tragos. Ahora están poniendo énfasis en la pastelería europea y en la bombonería utilizando la marca Ganache Chocolatier. La Vienesa tiene centralizado su servicio de delivery pero el nuevo local del Paseo de La Galería realiza también atención a los clientes que llegan para comprar y llevar los productos. Los domingos son tradicionales sus buffets de pastas. Ahora cuentan con modernos equipamientos europeos y americanos para preparar las pastas envasadas al vacío con atmósfera modificada.
¿Cuál es el fuerte de la vienesa?
Yo le puedo decir que la panadería, la confitería y el restaurante. Últimamente todos están en la misma posición.
El próximo mes de septiembre la empresa cumplirá 21 años de existencia. Actualmente emplea a 500 personas en total. Y La Vienesa figura entre los grandes contribuyentes del Fisco, lo que les obliga a tener una auditoría externa, a asegurar a todos sus trabajadores en el IPS por el cien por ciento de sus salarios y a comprar sus insumos de proveedores formalizados. Cuentan con el asesoramiento de una tecnóloga de alimentos. Un dato que faltaba es que invirtieron 2.500 millones de guaraníes en este proyecto.
Una de las grandes virtudes del nuevo local ubicado en el Paseo La Galería, constituye sin duda que allí rigen los mismos precios que están vigentes en todos los locales de la cadena. La Vienesa se caracteriza por ser uno de los locales gastronómicos que tiene la mejor relación de calidad y precio de sus productos. El plato más caro lo constituye un Salmón con salsa crema de cítricos (G. 80.000), pasando por un Bife de Chorizo acompañado de varios complementos (G. 67.500), pastas (G. 30.000 a 40.000), por citar algunos ejemplos.
En materia de bebidas, la escala de precios es también sensiblemente menor, a la de otros restaurantes de plaza. Los tragos, si bien son todos clásicos es decir no son tragos de autor, cuestan todos por igual G. 17.500. Si bien la carta de vinos no es extensa se tiene que las etiquetas de Luigi Bosca (Malbec y Cabernet Sauvignon) son los más caros ( G. 110.000).
Todos estos precios están acordes a la línea que mantiene en todos sus locales, menos en el que ahora nos referimos, puesto que el cliente aquí recibe un plus de ambientación y comodidad que no encuentra en otras sucursales, pero que sí puede hallar en sitios de la competencia, pero a cotizaciones superiores. Si decimos que La Vienesa tiene una excelente relación de calidad y precio, en general; en este nuevo local ha roto con ese molde y agregó una nueva pata a ese axioma: calidad, precio y ambientación.