El Tomahawk es un corte que se volvió muy famoso. Es una costilla de lomo con un
largo huego en forma de hacha que se asemeja al arma que utilizaban los nativos
americanos Tomahawk, de ahí su nombre.
La cocción del famoso corte de carne vacuna derivó en varias dificultades para los participantes del concurso televisivo Amos del Fuego que llegaron hasta la ronda de eliminación. Los miembros del jurado se quejaron del bajo nivel profesional presentado por los parrilleros. Hubo problemas generalizados con el punto de cocción y las guarniciones y presentaciones dejaron también mucho que desear.
“Parrilleros, parrilleras, una noche de sinsabores, esperamos mucho más de ustedes. No podemos decir que estamos contentos con los platos logrados esta noche. Es una jornada donde se juegan el pellejo, flojos los platos, muchísimos que mejorar”, así inició Leyzman Salim su alocución para dar a conocer su veredicto. E insistió al anunciar “El mejor plato de esta floja noche es…”
A su vez Colazo Bo se acopló a las palabras de Leyzman respecto a lo que esperan de los participantes a esta altura de la competencia. “Nosotros no podemos estar presentando platos en los que no podamos llegar a un punto, punto medio, el punto más básico de toda la cocina mundial. Además tenemos que resolver el problema de las presentaciones”, finalizó.
La consigna de la ronda de eliminación consistía en que cada participante debía cocinar dos cortes Tomahawk. Uno “a caballo” con cebolla y huevos fritos, y otro con guarnición a libre elección. La carne tenía que estar en el punto medio de cocción. Tuvieron un tiempo de 60 minutos para presentar los platos. En la ronda de eliminación se enfrentaron Pablo Mora, Raquel Lezcano, Iván Tillería y Héctor Espínola.
Todo parecía que marchaba sobre rieles al ver el desarrollo de la prueba. Estaban aplicando las técnicas adecuadas de cocción e iban preparando las guarniciones. Pero al correr de los minutos, ya se podía percibir que había poca creatividad e innovación en la definición y preparación de los acompañamientos. Nadie salía de lo tradicional y elemental. A la hora de las devoluciones y los juzgamientos de los platos comenzaron a asomar los problemas.
En primer lugar, las presentaciones dejaban mucho que desear, No había nada original y destacado. Cuando los miembros del jurado comenzaron a cortar las carnes se pudo notar que ninguno de los participantes logró el punto exacto de cocción exigido por la prueba: el punto medio. El único que se acercó fue Pablo “El Misionero” Mora. De las presentaciones nada se destacó y de los sabores casi no hubo casi objeciones.
El mejor plato de la noche fue el de Héctor Espínola quién presentó un Tomahawk a caballo con cebolla y huevos, y un Tomahawk con manteca saborizada, chimichurri y romero. Acompañados de puré de papas y chimichurri picante. En segundo lugar, fue elegido el plato presentado por Pablo Mora: Tomahawk a caballo con cebolla caramelizada y huevo y un Tomahawk tradicional con sal y pimienta. Acompañados de puré de papas al ajo y salsa criolla a la naranja.
Mano a mano, en el paredón de fusilamiento quedaron Raquel Lezcano e Iván Tillería. Raquel por primera vez llegaba a esas instancias mientras que Tillería lo hacía por segunda vez y en forma consecutiva. En el programa anterior también llegó por los errores cometidos en la elaboración y presentación de sus platos. Amos del Fuego es una competencia televisiva que busca al mejor parrillero del país, en su segunda temporada. El programa se emite los sábados y domingos por el Sistema Nacional de Televisión. Se trata de una producción de Cogus Media y Chena Tv.
