María y José, son marido y mujer o mujer y marido. Ambos son cocineros y sommeliers. Formaron una formidable pareja comercial y desde hace años, explotan con éxito la marca Takuare´e. Días pasados habilitaron un segundo restaurante al que le pusieron el apellido Brasas para diferenciarlo del primero. Los dos locales son restaurantes de hotel, cada uno con un toque distinto con diferentes ofertas. Todo pinta como para repetir el éxito del primero.
Tenían ya la marca bien desarrollada. El mismo grupo hotelero les invitó a hacer en el Esplendor lo que ya habían hecho en el Dazzler. Es como si hubieran hecho un copy paste. Pero cambiaron el concepto gastronómico. Takuare´e, a secas, tiene una cocina que tiende más a lo mediterráneo; Takuare´e Brasas es una parrilla, mezcla de latinoamericana y vasca. Con una cocina donde asoman variedades de arroces y pescados de mar como el salmonete, la caballa y las anchoas, que no son frecuentes en otros restaurantes.
Los dos Takuare´e están sobre la avenida Aviadores del Chaco, a tan solo unos 600 metros de distancia uno de otro. Tratan de no mezclarlos. Y de hecho la clientela que las frecuenta son diferentes. Más corporativo en Dazzler más familiero en Esplendor. Pero vayamos a las características peculiares del Takuare´e Brasas. Desde la cocina, saldrán arroces presentados en paelleras españolas para dos personas que se cuecen a fuego directo y luego van al horno. Siempre acompañados de algún tipo de carne, chancho, vacuno, pollo y próximamente al estilo vegetariano. Anuncian algunos platos especiales como La oreja de chancho a la gallega, una reversión del clásico pulpo a la gallega y La paletilla de cordero con una cocción de 24 horas a baja temperatura y una cocción final para dorar con papas panaderas. Y los Nachos segovianos.
En la parrilla, tendrán todo lo que uno puede encontrar en locales como Lo de Osvaldo, La Cabrera o La Paraguayita. Los cortes tradicionales de carne de exportación proveídos por Frigochaco de la marca Don Pepe. Es decir, lo típico de todas las parrillas cocción a fuego directo de bife de chorizo, ojo de bife, costilla banderita, costilla ancha, vacíos y agregan el cupín que solo se ofrece en las churrasquerías brasileñas. Acá también agregan el concepto de parrilla vasca. “Para eso tengo que alimentar la maduración de chuletones”, aclara José Torrijos.
“Necesitamos madurar la media res por 30 días en una cámara frigorífica con capacidad para una tonelada, de donde vamos a sacar los chuletones. No es dry age como hacen los americanos, sino que es una maduración con más humedad. Utilizaremos animales más grandes, no de dos años, sino de cinco y seis, como hacen en Europa. Tienen los huesos más grandes, y una grasa más amarilla. La idea es darle más el concepto de parrilla vasca” agrega sobre el punto.
La parrilla define en gran parte lo que es Takuaré´e Brasas. Ubicada en la parte posterior del salón del restaurante, en un amplio espacio al aire libre que funciona como una terraza, creando un ambiente casi divorciado del resto, anexo a una coqueta placita que da sobre la calle donde está ubicado el Museo del Barro. Por donde, en el futuro, también se tendrá acceso al restaurante. Casi casi es un mundo aparte. “Va a ser algo diferente”, asegura María Salinas. “De jueves a sábado habrá música en vivo o Dj, con una oferta de comidas más accesibles para uno pueda venir a disfrutar un after office o pasar la tarde noche”.
El menú ya tiene preparado ofertas de hamburguesas de bondiola ahumada y de tapa cuadril, choripanes, chinchulines, provoletas, picadas con embutidos que fueron preparados especial y artesanalmente por Leyzman Salim. El ambiente es más distendido y relajado, las mesas son comunitarias. Es muy propicio para disfrutar de un rico asado ante la proximidad de la parrilla. Otra idea es ir incorporando los productos que tenía Asador Bélgica (un proyecto desarrollado por Torrijos y André Magon durante la pandemia), entre ellos la bondiola, las alitas picantes de pollo, las caderitas y los pollos al espiedo.
El Takuare´e Brasas tiene también un coqueto salón privado para 12 personas que será utilizado para eventos especiales. Especialmente para los referidos al vino ya que prepararon una lista de etiquetas que no quiere caer en el lugar común de todos los restaurantes.” Tenemos vinos super seleccionados, que no vas a encontrar en otros lados”, comenta María y menciona como ejemplo el vino Lorenzo, propiedad de Marcelo Tinelli. Pero quieren ir un poco más allá con el tema.
“La gente no quiere probar lo nuevo porque a veces le da miedo. Acá yo voy a hacer las recomendaciones porque hay muchas nuevas importadoras que tienen novedades. Lo que queremos hacer con José son cenas maridajes dirigidas. A matrimonios, a amigos en común, a grupos de amigas que quieren hacer algo diferente, a los jóvenes que quieren iniciarse en el conocimiento del mundo del vino. Es decir, grupos de gente que compartan algo en común, no a un público abierto de diferentes edades”.
Hablando de bebidas, tienen un listado de las principales cervezas nacionales e importadas, así como una barra de tragos patrocinadas por Caña Fortín, con una oferta de tragos de autor. Además de los tragos clásicos. En el local, tienen un stand especial para la venta de los productos de la mencionada marca. Takuare´e Resto está abierto de 12:00 a 24:00, todos los días. Sus servicios especiales son para el almuerzo y la cena, pero como está abierto todo el día, en todo momento tienen menú para las distintas ocasiones de consumo. Dentro de poco se espera que establezcan un menú ejecutivo como ya lo hicieron en el Dazzler.
¿Cómo se atreven a invertir en pandemia?
La pregunta que teníamos pensado hacerles, ya les habían planteado los amigos. La respuesta de María no se hace esperar:
“Nosotros tenemos que generar para cumplir con nuestras obligaciones que mes a mes tenemos que pagar y la única manera de hacerlo es trabajar no bajar los brazos, pensar en positivo y decir esto va a resultar, es atreverse a hacer las cosas, aun estando en pandemia. En octubre del año pasado, cuando la situación estaba muy dura, nosotros recibimos la oferta del hotel, la gerente nos dio su apoyo y nos dio seguridad, al otorgarnos cinco años de contrato con un atractivo alquiler”.