Hace 40 años, La cena fuera de casa, también podía hacerse en el Jardín de las Cervezas, un recordado local que estaba ubicado sobre la avenida República Argentina frente a lo que hoy es el Hospital Bautista. Atraía a muchos turistas, era lo que se denominaba restaurant-show. El diario ABC, en una nota publicada en 1978 lo describe de esta manera:
“Este restaurant «El Jardín de la Cerveza» tiene un salón amplio y muy bien decorado para el invierno y un patio embaldosado con tres niveles de terreno para el verano. Además, el servicio de los mozos es excelente, la comida buena y sus baños están permanentemente limpios y hasta despiden un agradable olor.
Este restaurant también es muy visitado por los turistas. Noche a noche llegan hasta allí delegaciones de países vecinos, especialmente brasileños y argentinos. Para ellos está orientado el show, por el cual se paga G. 250 por persona. Actúan Los Troveros de América, Fanny, Los Bemoles, Enrique Samaniego; la orquesta estable, así como el ballet de Sussy Sacco, representando danzas folklóricas e internacionales.
Este ballet tiene un vestuario lujoso, lindas chicas y todas se mueven coordinadamente según el ritmo. Lo único criticable, en las danzas nativas, es que ellas muestran, con demasiada frecuencia sus ropas interiores. Quizás no vendría mal que sean un poco más discretas al respecto.
El escenario se llama Jacarandá en homenaje al árbol que lleve ese nombre y que domina todo el patio. Es un hermoso ejemplar y a un costado del mismo está el escenario que representa un rancho y está construido con maderas y tacuaras.
El patio está totalmente embaldosado con piso de cerámico. Tiene tres niveles, de tal modo que desde todas las mesas se pueda mirar sin dificultad el escenario.
Artísticos faroles dominan la muralla que da sobre la Avda. Rca. Argentina y parte de la calle Castillo. Varias planteras con crotos y dos plantas de culantrillos constituyen un toque de buen gusto.
Las mesas son firmes y están muy paquetas con sus dos manteles mientras que en el centro destaca un candelabro. Las sillas son cómodas y nuevas y las servilletas de tela están impecablemente limpias.
En la lista de entradas se pueden elegir, entre otros, los siguientes platos: Fiambre Jardín. 350 guaraníes; Jamón con Palmito y Salsa Golf, 200; Jamón con Melón, 200; Mayonesa de Aves, 150; Tomate relleno con Atún, 180; lengua a la Vinagreta, 180. Las sopas son variadas y sus precios oscilan entre los 50, 100 y 150 guaraníes. La ensalada mixta cuesta 100 guaraníes, la ensalada de palmito, 180.
Entre los platos de fondo, se recomienda la parrillada completa, 450 guaraníes y la parrillada simple, 350; el asado a la rabadilla sale 200 y el asado de lomito 250. Los mozos recomiendan estos platos porque están muy buenos. «El Jardín de la Cerveza» cuenta con dos parrilleros que se han especializado en estos platos. Este restaurant también ofrece los demás platos de la cocina internacional para lo cual cuenta con otros dos cocineros.
Los periodistas que visitaron el lugar se sirvieron lengua a la vinagreta de entrada y luego probaron la parrillada y no tienen ninguna queja que formular sobre dichos platos. Estaban exquisitos.
En materia de vinos, la lista va desde el tradicional «La Copa», 300 guaraníes hasta el Chianti Bertolli de 1.200 pasando por el Anjou Rose (francés) 1.200, Mateus Rose (portugués) 1.200 y Chevein Blanco, 1.200 guaraníes.
La cerveza nacional se vende a 80 guaraníes, la inglesa a 300 y la alemana a 150. Una raya de Chivas Regal sale 250 y el Champagne francés está por los 1.900 guaraníes. También hay una amplia variedad de licores.
Los mozos son todos muy atentos. Están impecablemente vestidos, con el tradicional moñito negro y puede evacuar cualquier consulta acerca de los platos que se ofrecen en la carta.
Los baños de «El Jardín de la cerveza» son excepcionales teniendo en cuenta los otros baños de las demás parrilladas, restaurantes y pollerías. Al entrar en los mismos, tanto en el de damas como en el de caballeros, uno siente un rico olor proveniente de los desodorantes de ambiente. Además, ambas dependencias están muy bien azulejadas, tienen espejos, jabones, toallas de papel, papeleras y están permanentemente limpias. Hasta se puede decir sin exagerar que uno se siente a gusto en estos baños”.