Esto sí que requiere de algunas explicaciones. Primero. No es que el bar esté en ruinas, sino que lo construyeron tomando las ruinas como una temática, es una onda que está muy de moda. Es un estilo. Y lo del Rey Pez, es que King Fish era el apodo de Huey Pierce Long, el senador norteamericano que salió en defensa de los derechos paraguayos en la Guerra del Chaco. Todo esto se une porque King Fish, es el bar de onda que está ubicado sobre Senador Long y los propietarios son unos fanáticos de los bares Long (Long Bar y Long Beach).
LA LONG MANIA. Sebastián, Andrés y Jesús cuando crearon el Long Bar, le dieron ese nombre porque el local estaba ubicado sobre la calle Senador Long, allí en el corazón de Carmelitas. El bar tuvo un éxito rotundo y sigue teniendo. Después crearon otro al que le llamaron Long Beach que también estaba ubicado sobre la misma calle pero en una zona donde dicha arteria se llama De Gaulle. Ahora, con el tercer local que crearon ya no consideraban digerible adicionarle el Long al nombre y se rebuscaron en la historia. Fue así que concibieron el nombre de King Fish, sin que salieran del esquema que montaron para identificar los locales.
NO ESTAN EN RUINAS. Sebastián y Andrés son operadores de turismo. Y en uno de sus viajes recalaron en Budapest, Hungría. Una ciudad que combina maravillosamente lo antiguo con lo moderno y allí entraron en contacto con bares que se construyeron en viejas construcciones semi destruidas, ambientadas con materiales de cualquier tipo, casi en una onda reciclaje. Hoy causan furor en Hungría y otras partes del mundo. De allí vino la idea para definir el estilo de King Fish. El local está instalado donde antes estaba un local emblemático de la noche asuncena: Bohemia Bar, Senador Long casi España.
Poco quedó del antiguo Bohemia. Se lo dejó en ruinas. Echaron paredes, pelaron revoques, dejaron un gran cascarón sobre el cual montaron el ambiente del bar en ruinas. Las paredes que quedaron se montaron con ladrillos de diversas medidas y tamaños, como quien construye con lo que encuentra a su paso. No en forma asimétrica como se estila, sino se fue rellenando con ladrillos, tejas o tejuelones. La barra es el ejemplo más claro.
REY PESCADO. La historia cuenta que el senador Long pronunció un célebre discurso en 1934 en el Congreso de Estados Unidos donde denunció que la Standard Oil (Rockefeller) había provocado la guerra del Chaco y que financiaba al ejército boliviano para apropiarse del petróleo existente en territorio paraguayo. Fue asesinado, tiempo después. Por eso, una calle lleva su nombre en Asunción. La leyenda cuenta que alguna vez estuvo en la ciudad y que frecuentaba un bar que se ubicaba en Carmelitas. Allí por donde está ahora King Fish.
Es más, dicen que gustaba de un trago que mezclaba cinco clases de ron elaborados en base a caña de azúcar proveniente del cultivo de un amigo. El trago que tomaba se llamaba Quebracho Colorado y la receta fue pasando de mano en mano hasta que cayó en poder de Edu Di Natale quien la recreó utilizando cinco tipos de Caña Fortín más un extracto de cereza italiana para presentar el trago oficial de King Fish: Quebracho Colorado. El homenaje al Rey Pez también se materializa a través de un gigantesco mural que retrata la vida del Senador Huey Pierce Long y su relación con nuestro país. La obra recorre varios metros de la pared interna del local.
SIGUE LA BOHEMIA. King Fish es en síntesis un bar de música con un estilo en ruinas al que se le dio un contenido histórico. Al igual que su antecesor Bohemia, en el escenario que tiene instalado en el patio, ya han pasado los principales grupos de música de nuestro país de todos los estilos y géneros, exceptuando los de onda tropical para abajo. Todos los días hay concierto y diariamente un DJ está pasando música en vivo. El local se caracteriza por tener un excelente sistema de sonido aunque no esté acondicionado para contener la acústica.
“Lo bueno y fuerte es que es un bar que puede arrancar a las 18:00 con un after office. Se puede tomar una cerveza, comer una picada. Después se transforma en un restó bar porque hay buena comida. Y el nivel va subiendo hasta la hora del concierto para escuchar buena música en compañía de amigos. Finalmente, podes bailar, el lugar se transforma en un sitio para bailar”, nos comentaba Sebastián, uno de los dueños. Generalmente, la actividad termina a las 03:00 am pero en los últimos fines de semana cerraron cuando ya el sol estaba alto. El lema que acuñaron es “hasta que el senador diga basta”.
APUNTAN ALTO. El target de la clientela de King Fish es de 25 años para arriba de clase media alta. Al ser un local todo terreno, desde un after office a las 18:00 hasta un boliche en horas de la madrugada, tiene un amplio espectro respecto al perfil de la clientela. Personas jóvenes o adultas, con o sin pareja, todos se dan cita en el lugar que se está constituyendo en el local de moda de esta temporada. Normalmente, los miércoles ya están todos reservados los lugares en los horarios centrales de la noche para los fines de semana.
El local tiene una capacidad para 450 personas en total. Tiene ambientes bajo techo y al aire libre ya que posee un pequeño patio interior en cuyo extremo montaron el escenario. No hay pista de baile, así que nos imaginamos que a la hora del bailongo, los presentes lo hacen donde pueden. Todavía no lo hemos podido comprobarlo debido a cierta incompatibilidad de horarios con nuestras actividades habituales. Pero es una deuda pendiente.
VALE UN TRAGO. En King Fish le dan una importancia superlativa a los tragos. Tiene una imponente barra que domina en el salón principal. Tiene tragos clásicos (Margarita, Mojito, Cosmopolitan, Cuba Libre, Fernet con Coca) y tragos de autor. Entre ellos el mencionado Quebracho Colorado, que lleva Ron Fortín Carta Blanca, Ron Fortín 8 años, Ron Fortín Limón, Ron Fortín Coconout y extracto de cereza italiana Luxardo. Trago oficial de la casa. Otro cóctel preferido es el Hiken: Vodka Smirnoff, menta, jugo de manzana, limón Tahití, Mojito Monin Sirup, Dash de Heineken.
Sin embargo el trago top es el gin tonic. Debido a la fuerte demanda están preparando una carta especial de esta bebida que asociarán a una determinada marca para tener 10 variedades diferentes. Aparte, sirven los principales destilados, todos de marcas Premium, hay vinos blancos, rosados, tintos y espumantes (que se venden por copas y en botellas). No faltan los whiskies, ingleses y norteamericanos. Pero lo que más se vende es indudablemente la cerveza y siendo Heineken auspiciante de la casa es lo más consumido.
LLEGA LA HORA DE COMER. Para ser un bar boliche, donde lo principal es beber, oír música y bailar hasta el amanecer, nos sorprendió gratamente la propuesta gastronómica. De entrada nos servimos A lo Paraguayo, unas papas rústicas con salsa de queso Paraguay, cebollitas de verdeo y hierbas aromáticas. Ideal para acompañar un vaso de cerveza que “debería” apagar la sed. Apagó la sed pero no el apetito. Debimos hacer frente a una hamburguesa de picaña con queso provolone, lactonesa de rucula, crocantes de panceta en pan francés. Digna de competir con locales que se especialicen en el tema. Es el producto más vendido en el local.
Apagada la sed y contenido el apetito, nos encontrábamos en mejores condiciones de apreciar mejor otras especialidades gastronómicas. Así nos topamos con un Dampling, una especie de empanaditas orientales preparadas con harina de arroz y cocidas en agua caliente con rellenos a elegir, que para nosotros fueron unos langostinos a la parrilla con vegetales salteados, queso crema de la casa y base mix de verdes acompañado con una salsa de mango. Novedoso y riquísimo. Absolutamente recomendable. Pero el plato estrella es el sándwich de salmón, preparado con un salmón a la parrilla, aguacate, lechuga repollada, tomate, salsa roquefort y zanahoria, servidos en pan baguette.
Nada está servido al plato. Todo se puede comer con las manos y en el nuevo menú que están por desarrollar incluirán más opciones para compartir. Como una picada fría que prevé pepperoni, queso, aceitunas, jamón crudo, roquefort, maní tostado, grisines, queso crema, o la parrilla, para 2 y 4 personas que contendrá, mbeju, provolone grillado y papas. Se sumarán los Bastoncillos de pollo con queso y la parrilla vegetariana. Da como para mencionar que el chef ejecutivo es Victor Jímenez y que la jefa de cocina es Natasha Novikov. Otra cosa digna de mencionar es que los precios son muy razonables.
UNA CADENA. King Fish es el hermano menor de Long Beach y Long Bar, bares que son propiedad de los hermanos Andrés y Sebastián López Vargas y Jesús Thompson. Actualmente están desarrollando un nuevo proyecto hacia Ñu Guazú que ya no será un bar sino que tendrá un estilo de parador, especial para aquellos turistas o extranjeros que quieran hacer un pre o una despedida antes de embarcarse en un vuelo en el aeropuerto Silvio Pettirossi. Y también para todos los que quieran encontrar un servicio gastronómico, tipo El Bolsi.