Un nuevo gran escenario para la cocina de fusión

Zen Gastro Bar, nació casualmente de la conjunción de dos culturas y se concretó en un proyecto ambicioso que logró el equilibrio entre lo lujoso y lo sencillo, entre lo caro y lo barato, entre la comida internacional americana y la cocina asiática en una fusión casi perfecta, entre lo común y lo exótico. La gastronomía paraguaya adquiere así un nuevo y gran escenario para la cocina de fusión.

El chef Erik Jaeger, un paraguayo de nacimiento, pero con años de residencia en EE.UU, vino al país para el casamiento de un primo, hace más de un año. Le gustó el país y decidió quedarse a probar suerte en su profesión. Trabajó ocho meses en Uva Terra y cuando salía del trabajo solía ir a tomar cerveza en Hippie Chic.

Allí conoció a Roberto Lim, comerciante coreano, pero desde los ocho años en Paraguay, quien es uno de los propietarios del local. De verse a menudo, se hicieron amigos, comentaron la mutua afición que tienen por la cocina. Y charla va charla viene, decidieron unir sus ideas para la creación de un restaurante. Así nació Zen Gastro Bar.

El local, ubicado donde anteriormente estuvo fugazmente el restaurante MELBAS, tiene un toque asiático, desde la elección del nombre, así como cierto lujo que dejan traslucir la decoración y los muebles . El ambiente, sin embargo, es muy cómodo, y permite que uno permanezca distendido.

A la entrada hay un hall donde brillan un portentoso espejo y una araña multicolor, a más de otros detalles decorativos de buen gusto. En el salón principal una moderna pero sencilla barra de tragos invita a uno a probar algunas creaciones del barman como la CAIPIRA DE SAQUE.

En el amplio salón principal también tienen lugar varios espacios armados con sofás destinados a los que concurren a disfrutar del lugar consumiendo bebidas, tragos y picadas. Existen también salones privados con capacidad para 25 personas. En el patio, también se montaron mesas al aire. La capacidad total es de 100 personas.

LA GASTRONOMIA

La cocina de Zen Gastro Bar es la expresión culinaria del chef Erik, quién intentó definirla como cocina internacional con toques de fusión de la cocina asiática. No podía ser para menos, Erik se formó gastronómicamente en San Francisco, Estados Unidos, donde trabajó en restaurantes con estrellas Michelin. Y San Francisco es la ciudad más orientalizada de ese país. Allí, en la cocina, confluyen culturas como la china, japonesa, vietnamita, coreana, tailandesa, etc.

En nuestra visita a Zen, nos recibieron con un menú degustación de cinco pasos que revelaban las influencias asiáticas en la recetas americanas e internacionales.

En primer lugar, nos sirvieron el SANDWICH ZEN, elaborado con pan al vapor, carne de cerdo y salsa barbacoa, una suavidad que se deshace en la boca, en medio del sabor y el aroma de la barbacoa.

El segundo plato fue la SOPA PHO, un típico plato vietnamita muy popular en Estados Unidos, elaborado con caldo de res, fideo de arroz, lomito, albahaca y un toque de cilantro. Algo sencillo, muy modesto, pero de un exquisito sabor y donde las diferentes texturas y sabores de la carne, el fideo y las hierbas producen una sensación poco común en el paladar.

El tercer paso consistió en un GNOCCHI, SALSA BLANCA, PANCETA Y ESPINACA, la más occidentalizada de todas las presentaciones de la noche, dónde la espinaca participaba como un extraño comparando las elaboraciones por nosotros conocida pero brindando el toque diferente.

Y en cuarto lugar llegó un FILET MIGNON CON CAMARON, SALSA FUNGHI, CHIPA GUAZU  Y ENSALADA, como se ve en la foto. La carne no puede faltar en el menú de todo restaurante paraguayo que se precie. Tenía una salsa preparada con Cabernet Sauvignom y estaba coronado por un gran camaron que no sólo daba presencia al plato sino que aportaba un contrapunto ideal. Acompañaba una ensalada verde y una porción de chipa guazú, que aparecía dando un toque nacional.

Por último, el postre consistió en PAN FRANCES CON HELADO,   unas tostadas francesas con bolas de helados y trocitos de bananas en almíbar.

Demás está decir que todo lo servido se encontraba en su punto ideal de cocción, a la temperatura ideal, y con la presentación adecuada como para llenar todos los sentidos.

Zen cuenta también con una bodega bien provista, en donde se pueden apreciar más de 30 etiquetas diferentes, de los varietales más consumidos, incluyendo el Tannat. Vinos jóvenes y de reserva, casi todos de origen argentino, chileno y español.

EL MENU Y LOS PRECIOS

-SALMON, salsa Mburucuyá, verduras salteadas, arroz y croqueta de camarones, 110.000 guaraníes
-TILAPIA, salsa de vino blanco con champignones, arroz Thai, y verduras salteadas (75.000)
-COSTILLA DE CERDO, salsa Barbacoa, ensalada de repollo y papas bravas ( 60.000)
-COSTELETA DE CERDO, salsa de fungi, pure de paras y verduras salteadas (60.000).
-POLLO FRITO AMERICANO, pure de papas y ensalada de repollo (70.000)
-PECHUGA DE POLLO, ensalada verde, arroz aromatizado (55.000)
-SPAGHETTI, salsa de tomate (30.000)
-RISOTTO O FETTUCINE DE MARISCOS, CAMARONES, OSTIONES, PANCETA Y ESPINACA (90.000).

El restaurante atiende de lunes a sábado, para almuerzo y cena. Los domingos solo almuerzo. El brunch cuesta 150.000 guaraníes con canilla libre y 80.000 sólo la comida. Para los almuerzos en días hábiles, tienen promociones especiales. El local también está preparado para realizar eventos, sociales y comerciales.

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