El bar Long Beach suspendido por la Municipalidad de la Capital debido al incumplimiento de varias normas anunció que seguirá abierto pese a esa decisión y sus directivos sostienen que poseen todos los documentos en regla. Agregaron que no tienen ningún inconveniente de adecuarse a todos los requerimientos legales. La Comuna no tiene facultades para obligar por la fuerza a que se cumple la medida dictada y el caso pasó al Departamento Jurídico.
CERRADO PERO ABIERTO. El jueves pasado la Municipalidad de Asunción suspendió las actividades del Long Beach, ubicado en De Gaulle casi Las Palmeras. Para ejecutar esa medida puso una precinta en la puerta de entrada del lugar con los detalles de la resolución. Sin embargo, los responsables del local desobedecieron la disposición y abrieron ese día y los días siguientes. Y seguirá abierto, según dijeron.
CIERRA PERO NO PUEDE. El incumplimiento de la medida municipal es una falta administrativa. La Municipalidad no tiene facultades para hacer uso de la fuerza a fin de dar cumplimiento a su resolución. De no prosperar un acuerdo, el caso será derivado a la asesoría Jurídica que conforme al caso iniciará trámites en la instancia del Poder Judicial, desde donde sí podría venir una acción coercitiva contra el local por el desacato.
AQUÍ PASA ALGO RARO. Eso fue lo que nos dijo Sebastián López Vargas, uno de los directores de Long Beach. “Tenemos todos los documentos en regla. Tenemos los planos aprobados, contamos con la patente comercial y la licencia. Tenemos el PCI y la medida de suspensión se adoptó en base a una supuesta polución sonora y nosotros tenemos los equipos para medir los decibeles permitidos y eso también está en regla”, expresó.
PLANOS PERO NO TANTO. Una de las objeciones de la Municipalidad es que el local no cuenta con los planos aprobados. Sebastián dice que tienen los planos aprobados por Carlos Halke, el director de Obras Particulares, el mismo que realizó la intervención en el local. Halke dice que los planos aprobados fueron para una vivienda y un pequeño negocio, lo que según su óptica no corresponde a la realidad. Sebastián contesta que allí hay una pequeña vivienda donde vive el casero y que Long Beach se encuadra dentro de lo que es un pequeño negocio.
SIN LICENCIA NI PATENTE. La Municipalidad de la Capital sostiene que Long Beach carece de habilitación y de patente comercial para funcionar. La contraparte dice lo contrario y está dispuesta a exhibir los documentos. Carlos Halke sostiene que en la aprobación de los planos hubo una información falsa a partir de la cual todos los documentos, habilitación y patente, podrían haberse otorgado en base a una adulteración de datos. En ningún momento se llegó a una instancia en donde cada parte pueda demostrar y justificar sus posiciones.
¿RESIDENCIAL O NO? En el caso de Long Beach todavía no se discute en el ámbito municipal si es que está situado en una zona residencial que prohíbe la habilitación de locales semejantes. Sebastián sostiene que se encuentran encuadrados dentro de las disposiciones legales pertinentes. Los vecinos del lugar sostienen lo contrario y presionan tanto en la Junta Municipal como en la Intendencia que se resuelva este aspecto. “En la zona se permiten pequeños negocios, pueden ser una heladería, una boutique, otros tipos de rubros, en nuestra misma manzana hay varios. Al lado de la casa de la presidenta de la comisión, hay un local gastronómico”.
POLUCIÓN SONORA. Long Beach sostiene que la resolución en base a la cual la Municipalidad de Asunción ordenó la suspensión de actividades de Long Beach refiere que se estaba violando la ordenanza sobre ruidos molestos y no hace mención de ninguna de las otras faltas mencionadas por el ingeniero Carlos Halke, Director de Obras Públicas. Sebastián López Vagas refirió que cuando consultaron con su asesor jurídico le mencionó que no puede adoptarse dicha medida y que en todo caso se elimina o se regula la fuente que ocasiona la polución sonora. Nos comentó que a raíz de que el sonido del local superaba los estándares establecidos tuvieron que colocar una estructura de blindex en el frente del local. “No te pueden clausurar porque una noche tuviste polución sonora”, dijo Sebastián.
LONG BEACH VS. VECINOS. El local mantiene un largo conflicto con los vecinos del lugar. Se quejan de ruidos molestos y de la gran cantidad de vehículos que estacionan en los alrededores, incluso obstruyendo las entradas de vehículos de las viviendas. El caso saltó al tapete cuando se organizaron en una comisión y realizaron protestas públicas por la instalación de un food park, en la misma dirección frente a Long Beach. Lograron que la Municipalidad intervenga y suspendieron las obras. Y de paso también aprovecharon para atacar a Long Beach. El dueño dijo que cuando suspendieron las obras del food park, alquilaron el predio para utilizarlo como playa de estacionamiento para sus clientes pero que los vecinos se opusieron e impidieron que esto se materialice.
CÓMO QUEDA AHORA. Desde el punto de vista de la Municipalidad de Asunción, los antecedentes del caso serán remitidos al Departamento Jurídico de la institución para que adopten las acciones correspondientes en el Poder Judicial. Según nos manifestó Carlos Halke ya no se realizarán nuevas intervenciones en el lugar. Por su parte, Sebastián López Vargas aclaró que no van a cerrar pero que están dispuestos a tomar todas las medidas correctivas del caso. Esperan que el litigio se encauce en un nivel jurídico, ya sea en la Municipalidad o en el Poder Judicial, porque allí podrán presentar las pruebas que dicen que tienen. Y ante cualquier situación que provoque el cierre, ya tienen planeado plantear un Recurso de Amparo.