La fiesta de Fin de Año realizada en el Club Centenario entre la noche del 31 de diciembre y la madrugada del 1 de enero incluyó una cena para 2.000 personas que, por primera vez, en la historia de la institución, se realizó con un servicio de buffet que impactó por la espectacularidad de la presentación, la variedad de los platos elaborados que recibió no pocos elogios de los que asistieron a ese espectacular festejo.
La organización de la cena que estuvo a cargo del restaurante Mburicao previó inicialmente un festejo para 1.300 personas, pero la demanda superó todas las previsiones y finalmente las reservas llegaron a 2.000 personas. El número ya era histórico para el club, pero además era la primera vez que se iba a preparar buffet para tanta cantidad de comensales. Normalmente, se suelen hacer cenas de pasos con platos servidos en la mesa.
La realización de una cena buffet supone una dificultad adicional, por la variedad de platos que se deben preparar. Se montaron tres islas para las comidas frías, cuatro islas para las comidas calientes y dos islas para el menú infantil. Hubo 22 diferentes platos en las islas de platos calientes, 17 variedades en las islas de platos fríos. A estos hay que sumar las islas de platos infantiles y la estación de sushi que incluía cocina en vivo.
“Preparamos todo lo que tradicionalmente se consumen en las fiestas de fin de año, incluyendo pavo y agregando sushi”, nos dijo Freddy Coronel, chef ejecutivo del Mburicao y el principal responsable de la parte gastronómica del evento. De postre, se sirvió un plato único: flan de leche condensada con dulce de leche.
La mesa de buffet se instaló en el salón Pérez Uribe con una ambientación a tono, donde resalta el inmenso colorido de las distintas presentaciones gastronómicas. “Montar todas las islas nos llevó tres horas de trabajo”, nos aclaró Coronel. Pero la producción comenzó tres días antes y todos los platos se prepararon en la cocina del Centenario. En la noche de la fiesta trabajaron un total de 42 personas, incluyendo al bachero y el personal que atendía la cantina. La comida que sobró tras los festejos fue donada a instituciones de beneficencia.
“Para nosotros fue un gran desafío, preparar un buffet para 2.000 personas. Fue histórico para el club y por suerte los resultados y los comentarios fueron positivos. Mucha gente se acercó a felicitarnos esa noche”, dijo el chef. Por nuestra parte, también hemos recogido elogiosas opiniones acerca de la fiesta y de la comida en particular.