Tradicionalmente el éxito de la Expo Vino se mide por la cantidad de gente que asiste. También por la cantidad y calidad de las etiquetas que se presentan. La edición que terminó ayer luego de tres días no solo recuperó el nivel que existía antes de la pandemia, sino que dio un salto de calidad que la distingue rotundamente de ediciones anteriores. Brindó una noche histórica porque reunió un selecto menú de vinos pocas veces visto en nuestro medio.
¿AVANT QUE? Lo más destacado del evento fue lo que los organizadores curiosamente denominaron Avant Premiere, tal vez porque lo de estreno se refería a la nueva modalidad. En el mundillo del vino esa expresión se usa cuando las bodegas venden un vino antes de que se haga el lanzamiento al mercado. En fin, el Avant Premiere consistió en una noche extra que se agregó a los dos días que tradicionalmente suele durar la Expo Vino. Su característica principal consistió en que los vinos que se ofrecían en degustación debían ser aquellos que en el mercado local tuvieran un precio superior a los 200.000 guaraníes.
Claro que el precio de la entrada para esa noche era el doble que el de las otras dos jornadas. Era una idea que los organizadores venían barajando hace tiempo, pero era un paso que no se atrevían a dar. El experimento resultó todo un éxito. Las entradas se agotaron semanas antes y a juzgar por los resultados puede ser una modalidad que no tiene vuelta atrás.
CANAS AL VINO. El Avant Premiere produjo algunos efectos que merecen una explicación. La Expo Vino se convirtió en los últimos años, antes de la pandemia, en un gran acontecimiento social, es decir que más allá del interés creciente por el mundo del vino, el público asiste porque, para decirlo mal y pronto, es una buena ocasión para ver y ser visto. Y como ocurre en todas las actividades de este tipo la concurrencia está dominada por un segmento etario que está comprendido entre los 25 y 40 años y con predominancia femenina.
El cobro de una entrada más cara produjo una segmentación diferente del público. El que asistía en pareja debía oblar 800.000 guaraníes, lo que automáticamente empujaba a una convocatoria del público más pudiente. Y por lógica consecuencia hacia las personas mayores. El Avant Premiere no fue una manifestación juvenil, por el contrario, se podía ver mucha gente que peinaba canas, como no hemos visto en ediciones anteriores.
A SU JUEGO LE LLAMARON. Otro efecto novedoso fue que al ser una noche de vinos Premium, atrajo otra vez la atención de los “profesionales del vino”, sumilleres, estudiantes de sumillería, restauranteros y aquellos que son habitúes de las catas y cenas maridajes. Una Expo Vino tradicional no constituyen para ellos un atractivo, porque cono están al día en la materia, no les proporciona novedad, comodidad ni calidad suficiente. Así el Avant Premiere recuperó para la Expo Vino al público que tiene mayor capacidad para adquirir vinos de alta gama y a los más entendidos.
Para esa noche se habilitaron solo 400 entradas. No sabemos si fue porque los organizadores no se atrevían a más o porque querían dar mayor comodidad y espacio, a los que debían pagar más caro. Se habilitaron mesas y sillas en el salón de eventos del Paseo La Galería e incluso hubo una ambientación artística.
En las otras dos noches, la Expo Vino recuperó su ritmo y su público habitual. Vendieron 900 entradas para cada jornada (según los datos oficiales). La tranquilidad de la primera noche se convirtió en el bullicio de una multitud que muchas veces es la razón de ser de estas manifestaciones ya que la gente quiere estar donde hay mucha gente.
VAYAMOS A LOS VINOS. Nuestra atención se centró en las etiquetas habilitadas para la Avant Premiere, porque estaban allí reunidos, en gran medida, los mejores y más caros vinos del mercado local. La duda era como acometer la tarea de degustar habiendo tanto donde elegir y teniendo solo una noche de tiempo. La hoja de ruta que nos trazamos fue elegir los vinos más caros por la sencilla razón de que son productos a los que no se puede acceder habitualmente.
Nuestra lista comienza con Seña (G. 1.440.000), un carmenere de la Viña chilena Seña una bodega creada por Eduardo Chadwick (chileno) y Robert Mondavi (americano), dos celebridades de la enología mundial. Seguimos con el Macán Clásico (G.1.270.000), un tempranillo de La Rioja, España, producto de las bodegas Benjamín Rothschild y Vega Sicilia, y con eso está todo dicho. Luego probamos el Kai (G. 1.100.000), otro carmenere chileno de la viña Errazuríz propiedad del citado Chadwick.
UNO SOLO YA VALIA LA PENA. Si hubiéramos ido como público, nos quedábamos en cualquiera de los stands y disfrutábamos toda la noche de uno de ellos hasta llenar el tanque. Pero había que continuar con el recorrido y así pasamos por Cheval Des Andes (G. 875.450), el prestigioso vino argentino elaborado con experiencia francesa. Nos detuvimos luego ante el Zuccardi Aluvional, Paraje Altamira (G. 650.000), un Malbec que expresa con profundidad las características del terruño mendocino.
No quisimos pasar por alto al Colomé 1831 de la bodega del mismo nombre ubicada en Salta, la más antigua de Argentina y que se elabora con viñedos de más de 100 años. Nos quedó en el tintero una infinidad de vinos de precios intermedios imposible de abarcarlos en este modesto espacio. Nunca se había reunido en el país tanta calidad de vino en una degustación.
¿Y LAS OTRAS NOCHES? La calidad de los vinos no disminuyó, aunque los precios de referencia eran menores. Hubo más cantidad de expositores y mayor cantidad de etiquetas. Lo que hay que decir es que más allá de un cierto nivel de elaboración todos los vinos son de calidad superior y la diferencia de cotización en los vinos solo puede ser apreciada.
Algunas etiquetas podrían darnos una idea de lo expresado: Nina Gran Bonarda, Encuentro Rutini Blend, Luigi Bosca de Sangre, Miolo Lote 43 Merlot, Argento Single Blodk Malbec, Bramare Pinot Noir Patagonia, Montes Alpha Cabernet Sauvignon, Terrazas Malbec, Ambrosía Precioso, Ricardo Santos Malbec, Penfolds Max, Salentein Numina Cabernet Franc, Zuccardi Q, Terranova Gran Reserva Carmenere, Pagos de Quinta Crianza, Marques de Murrieta Reserva, Santa Alicia Gran Reserva Carmenere, Marques de Casa Concha y Navarro Correa Selección del Enólogo Malbec, entre otros.
“QUEREMOS MANTENER”. Eso fue lo que nos dijo Rodrigo Rivarola presidente de la CAPRO, entidad organizadora al comentar la modalidad de Avant Premiere presentada en esta edición. “Estamos muy contentos con el resultado obtenido en esta edición, pero siempre hay algo para mejorar. En los próximos días vamos a realizar una evaluación con los expositores, pero en general ellos han expresado que este nuevo formato les permitió interactuar mejor con el público debido a que había mayor espacio para tener un mejor contacto con los posibles clientes”, dijo finalmente.