Beto Alvarez junto a su esposa Gloria, cuando recién Sin Reservas se había mudado al barrio Villa Morra.
Beto Alvarez junto a su esposa Gloria, cuando recién Sin Reservas se había mudado al barrio Villa Morra.
En la foto de archivo, Beto Alvarez junto a su esposa Gloria, cuando recién Sin Reservas se había mudado al barrio Villa Morra.

El próximo 9 de abril iba a cumplir nueve años de existencia. Pero el covid fue más fuerte. El restaurante Sin Reservas del conocido chef Beto Alvarez tuvo que cerrar sus puertas debido a la crisis económica para dejar espacio y oxígeno a uno de sus hermanos menores, La Candelaria. Sin Reservas nunca abdicó de su alta cocina y Beto tampoco quiso traicionar sus tradicionales culinarias y aguantó hasta el fin con su inicial propuesta.

“No estamos deprimidos, pero nos golpeó muy duro. Fue con lo que empezamos con mi esposa. Lo vimos nacer y crecer como cuando se ve a un niño. Pero como decía un amigo, a veces toca amputarse un miembro, para no sufrir más. Y eso fue lo que hicimos”, nos dijo inicialmente Beto cuando nos comentó la decisión de cerrar Sin Reservas.

Mucho antes y para afrontar la crisis que se veía antes de la pandemia de coronavirus, Beto Alvarez y su esposa Gloria, se diversificaron crearon otras ofertas gastronómicas. Primero, La Candelaria con una propuesta que podría definirse como comida callejera colombiana; segundo Bazurto, que ofrecía platos del Pacífico y del Caribe colombianos. Y Sin Reservas quedaba como local insignia.

“Eso fue lo que hicimos, unificamos todo ahora en una sola cocina, La Candelaria. Tenemos que ser conscientes de que hay cosas que no se van a vender como se vendían antes, y tuvimos que reinventarnos para tener un producto más acorde a la situación financiera de muchos clientes y también más acorde al servicio de delivery que ahora está en auge”, siguió diciendo.

Este es el local de la La Candelaria, ubicado sobre Cruz del Chaco y Souza, donde también estaban Bazurto y Sin Reservas.
Este es el local de la La Candelaria, ubicado sobre Cruz del Chaco y Souza, donde también estaban Bazurto y Sin Reservas.

La Candelaria ya tenía sus cositas interesantes como sus arepas y empanadas antioqueñas, pero ahora abrió un poco más el abanico de ofertas como, por ejemplo, un arroz con mariscos o una cazuela de mariscos, pero con precios más acordes a la situación. Y más acordes que los precios de Sin Reservas, que era un local estilizado, con un ambiente relajado, cómodo, de buen gusto y dónde uno podía encontrar platos que no se ofrecían en otros lugares.

Recordamos, por ejemplo, sus ostras Rockefeller, o las truchas en diversos tipos de cocción y algunas veces langostas, toda vez que Beto encontraba algún proveedor local que pudiera aprovisionar esos productos frescos. En invierno, era infaltable su sopa de cebollas, servido en un pan de campo, o el pan de campo relleno de langostinos.  En fin, su especialidad eran los pescados y mariscos, cocinados a la manera que aprendió en su Colombia natal.

Por primera vez, nos encontramos con Beto y con Sin Reservas, en el 2012. Cuando eso junto a Gloria habilitaron un pequeño y coqueto local de cocina gourmet en Bertoni casi Senador Long. La propuesta era cocina colombiana. Y por más que a todas luces el mercado era muy pequeño y había que cazar clientes, nunca quiso seguir la corriente para ofrecer lo que más salía, que eran las carnes vacunas. “Y no es que yo no sepa cocinar la carne, lo que pasa, es que acá muchas personas lo hacen mucho mejor que yo”, dijo en aquel entonces casi disculpándose.

Sin Reservas tenía una gran cocina pero la casa le quedaba chiquita. Así fue, que en febrero del 2015 se mudó a Cruz del Defensor casi Souza. En abril del mismo año, estuvo en el top five entre los mejores restaurantes de la ciudad en una encuesta realizada por elomnivoro.com, entre los más importantes cocineros y chefs del país.

“A veces hay que buscar cosas para generar dinero, muchos están pasando muy duro, nosotros después de tanto tiempo tenemos que cerrar el negocio insignia, pero la vida sigue y tenemos que levantarnos todos juntos ante esta situación. Puede ser que más adelante podamos regresar con Sin Reservas o que alguien esté interesado en la marco, por el momento vivimos el presente, con un producto más acorde a la situación que está pasando el país”, dijo finalmente Beto.

En síntesis, ya no estarán Sin Reservas ni Bazurto y en lugar de ellos queda La Candelaria que está en la misma dirección. De momento, se están tomando un receso para reordenar las cosas y estarán de vuelta el próximo 12 de abril.

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