Un restaurante que era ideal para las parejas

22 octubre, 2020
Foto del facsímil del diario ABC del año 1978, que muestra el local de La Rueda donde puede apeciarse el distanciamiento entre mesas y como estaban ubicada discretamente entre la frondosa vegetación del lugar.

Foto del facsímil del diario ABC del año 1978, que muestra el local de La Rueda donde puede apeciarse el distanciamiento entre mesas y como estaban ubicada discretamente entre la frondosa vegetación del lugar.

 

Era un local gastronómico que salía del común denominador de la época. No era una parrillada sino que un restaurante y merendero. Ideal para las parejas según lo refleja la crónica del diario ABC (año 1978). Ubicado rumbo a Itá Enramada era otro de los lugares donde se podía hacer “La cena fuera de casa”, título con el que el citado medio rotuló la serie de notas sobre restaurantes de aquella época, que estamos recordando.

“Sobre la avenida José Félix Bogado, camino a Itá Enramada, se encuentra el restaurante y merendero «La Rueda» un lugar apacible que es utilizado preferentemente por parejas que quieren conversar y cenar en forma solitaria y discreta. La casa tiene algunas especialidades en cuanto a comida, aunque la oferta no es muy variada.

En una hondonada, al costado de la ruta, se encuentra el local. Los clientes entran al patio con sus vehículos para estacionarlos en el lugar correspondiente. El local tiene un salón de dimensiones reducidas, llama la atención de los clientes el hecho de que las paredes, en muchas partes, ostentan inscripciones con nombres de parejas que al parecer frecuentaron el lugar algún tiempo; también hay dibujos varios que nos recuerdan las paredes de los colegios en donde abundan los alumnos traviesos. Este mobiliario está compuesto, dentro del salón con mesas adecuadas, aunque para sentarse los clientes no disponen de sillas individuales, sino de cómodos sillones, como los que se encuentran habitualmente en las boites o centros nocturnos de diversión.

En el patio, al situación varía, hay mesas y sillas rústicas, muchas de ellas discretamente escondidas entre las plantas y árboles, o alejadas en los rincones, de modo que las parejas puedan hablar y cenar con la máxima tranquilidad y en cierta intimidad. Decididamente las sillas no son muy cómodas ni modernas y las mesas trasuntan el paso de muchos años, pero es de suponer que la gente enamorada no hace mucho caso de estos pequeños detalles.

Otro aspecto que podría mejorarse sustancialmente en «La Rueda» es el baño, las instalaciones higiénicas están ubicadas en piezas antiguas, con paredes descoloridas por el tiempo. El baño para caballeros, por ejemplo, está precedido por un pequeño zaguán sin luz. En estas condiciones tampoco puede esperarse que en el lugar haya jabón y toallas, lo que sería mucho pedir.

SERVICIO Y VAJILLA

La noche que cenamos en el lugar, atendía sólo un mozo quien prácticamente corría de una lado para otro para atender las distintas mesas. Lo hacía con mucha amabilidad y en forma correcta, pero era evidente que él solo no podía atender a todos en forma eficiente.

Los manteles son blancos y comunes, la mesa es proveída de servilletas de papel sólo en el momento en que sirve la comida, no antes. La vajilla (platos, cubiertos, vasos, copas) es la normal en estos lugares, los utensilios están generalmente limpios, aunque de vez cuando hay rastros de una limpieza a la ligera.

PLATOS «A LA RUEDA»

Como señalamos al principio, la oferta de comidas no es muy variada: la carta ofrece tan solo unos pocos platos en base a carne vacuna, aves y pescado, con precios que tal vez no son un poco elevados en relación a la categoría del lugar.

El cliente puede optar por algunos platos que llevan el aditivo «a la rueda» y por eso constituyen la especialidad de la casa. Por ejemplo, puede pedir el surubí a la rueda relleno que cuesta 300 guaraníes, o trocitos de asado con cebolla y locote que se denomina «ensartada a la rueda».

Otros platos que se sirven en el lugar son: pollo a la Duquesa, que cuesta 300 guaraníes; pollos el whisky, 300 Gs; pollo al horno, 180 Gs; chautebriand con champignon, que cuesta 450 guaraníes; el importado «bife de chorizo», que demanda una erogación de 250 guaraníes y también se puede pedir el «banquete al ejecutivo», suficiente para dos personas, que tiene un costo de 900 guaraníes.

Previamente, los clientes pueden probar algunas entradas con un costo promedio de 200 guaraníes; las entradas son mayonesa de ave, palmitos, jamón con melón, carne fría y ensalada rusa, etc. Como postre, la casa ofrece algunos platos tradicionales; flan casero, ensalada de frutas, tartas y helados.

En el rubro de bebidas, la oferta es similar a la de otros restaurantes. Los clientes pueden elegir entre vinos nacionales (a un costo de 200 guaraníes), vinos argentinos como Toro Viejo (250), Santa Silvia (400), San Felipe (600), vinos españoles o chilenos (800) y también vinos franceses como Anjou Rosé que cuestan un poco más caro (1.200). Los vinos se sirven tal como las normas del servicio lo exigen, pero su precio es relativamente alto porque no existen comodidades ni atenciones extraordinarias que lo justifiquen.

MUSICA FUNCIONAL

El restaurante y merendero «La Rueda» no ofrece números artísticos ni show especiales, tan sólo una música funcional y para ello no recurren a discos o grabaciones especiales, sino que retransmiten la programación de una emisora local en frecuencia modulada. De modo que el cliente, entre bocado y bocado, además de escuchar la música de fondo, recibe de vez en cuando algún «consejo comercial», como dicen los locutores.

El local, tal como el cartel de entrada lo indica, es también uno de los procos lugares en donde se puede merendar en Asunción. En este sentido «La Rueda » es apropiada para servirse la merienda en una tarde apacible, la merienda completa cuesta 300 guaraníes.

Un detalle, para finalizar este comentario, «La Rueda, no atiende los domingos por la noche, abre sus puerta para la merienda pero no así para la cena; los domingos atiende sólo hasta las 22 aproximadamente, sirviendo bocaditos a las parejas que llegan hasta el local”.

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