-Que bién Christian, te concedieron el préstamo. – No, no me dieron un peso. – No entiendo. -Es que gracias a eso potencie mi negocio en Buenos Aires. Ahora voy a habilitar un segundo restaurante y estoy vendiendo franquicias para delivery, tengo 50 pedidos en carpeta. Si no fuera tan trágica, esta cómica conversación movería a risa pero revela la precariedad institucional de nuestro sistema financiero que renquea en tiempos normales y que patalea en tiempos de corona virus.
Christian Franco es el propietario de los restaurantes El Bodegón, en Asunción y El Antojo, en Buenos Aires. Fue uno de los primeros en recurrir al Banco Nacional de Fomento (BNF) cuando el Gobierno habilitó líneas de crédito especiales para ayudar a los pequeños y medianos empresarios para hacer frente a los problemas económicos generados por la pandemia. Solicitó 300 millones de guaraníes pero le negaron el préstamo porque su empresa no tenía la antigüedad suficiente en el negocio. Le faltaba unos meses.
Pero tenía la solvencia necesaria y contaba con todas las documentaciones en regla como toda empresa formal. Tenía también antecedentes de buen cumplimiento de sus compromisos crediticios. Pero no le dieron el préstamo. Christian se calentó. Y lanzó una frase premonitoria “Cómo mañana voy a querer invertir en mi país”.
Se dedicó a potenciar su restaurante El Antojo, en Buenos Aires hasta hoy siguen cerrados los locales gastronómicos, concentrándose en el servicio de delivery. Comenzó a irle bien y solicitó ayuda financiera para ampliarse, ahora según nos comentó obtiene a través del envío a domicilio un total de ingresos que representa el 50% de lo que facturaban en tiempos de pre pandemia. Y hay que considerar que hacían un total de 14 mil cubiertos al mes, una cifra realmente importante.
“La rompió” con el delivery de milanesas a tal punto que ese modelo de negocio llamó la atención de emprendedores e inversionistas y hoy día El Antojo está vendiendo franquicias para delivery, toda una innovación en materia gastronómica: vende la concesión del restaurante pero solo para el servicio de delivery no para una atención presencial. Uno de esos negocios ya se habilitó en el barrio de Caballito, en la capital porteña.
Y además, próximamente, El Antojo habilitará un nuevo local propio, en el barrio de Núñez, gracias al producto de la venta de franquicias. Aquí, por el momento solo harán delivery pero estarán atentos a que llegue el momento en que autoricen la apertura de los restaurantes. “Tenemos una de las franquicias más solicitadas, y existen unas 50 solicitudes en carpeta”, nos dice con entusiasmo Christian por el crecimiento que están experimentando en plena pandemia. El Antojo, original se encuentra ubicado en Villa del Parque, y la sucursal estará ubicada en las cercanías del estadio de River Plate, en una zona mucho más cotizada, al igual que la franquicia de Caballito.
“Me duele no haber crecido así en mí país, pero esta situación me hizo fuerte para crecer en Argentina. En El Bodegón seguimos subsistiendo, haciendo malabares, gracias al delivery y a los pocos clientes que entran al local, pero ya no estamos poniendo plata, merced a que tenemos una buena administración”, expresa. A pesar de eso, no pierde la intención de invertir en Paraguay. Próximamente lanzará aquí la venta de su franquicia para delivery.
Christian Franco, es un personaje conocido en Buenos Aires. Saltó a la fama, años atrás, cuando la milanesa de El Antojo, fue electa como la mejor milanesa de bodegón de la ciudad. Y ese producto lo vende ahora por delivery en combos y promociones especiales. “Explota, porque nosotros decimos que combatimos el covid 19 con milanesa”.