Por fin en esta temporada donde compiten los profesionales Masterchef Paraguay se ha convertido en un atractivo programa de gastronomía a diferencia de las temporadas anteriores donde el interés radicaba en ver quién y de qué forma se equivocaba sin importar mucho la calidad de la cocina. Al elevarse la calidad de los competidores, las pruebas y desafíos subieron en exigencia e indudablemente la capacidad profesional de los mismos marcará el ritmo del programa.
POR ALGO SERA. No es casualidad que los que más se destacaron anoche fueron precisamente los tres únicos chefs ejecutivos que compiten en el programa: Carolina Ronquillo, Julián Endara y Waldi Riveros. Los dos primeros capitanearon los equipos que mejor se ubicaron en el primer desafío y Waldi que también fue capitán, hizo el mejor plato en la prueba de eliminación. Ronquillo, peruana con título del Cordon Bleu de Lima; Endara, colombiano con vasta experiencia en su país y en el nuestro; por último Waldi de largo trajinar en cocinas internacionales de Paraguay y el mundo.
EN CONTRAPARTIDA. Los dos eliminados de anoche fueron Pablo Mármol y Juan Avila. El primero, más acostumbrado a estar detrás de las parrillas que dentro de la cocina y el segundo un joven emprendedor (25) que ya tiene un restaurante en Puente Remanso. Ninguno de ellos tiene la suficiente experiencia para lidiar sin errores con platos como el kibe, el tartar, el carpaccio y el ceviche. El Negro Riveros se salvó de milagro de la eliminación y si no fuera por la “ayudita” que recibió, otro sería el cuento.
LOS HERMANOS SEAN UNIDOS. Waldi y Negro, son hermanos, integraron uno de los equipos que tuvo que ir a eliminación y en esta prueba trabajaron en estaciones contiguas. Waldi comenzó a 2.000 por hora, un ritmo de guerra como diría Colaso y cuando Torrijos le preguntó por el apuro, Waldi se justificó diciendo que quería terminar antes del tiempo para poder tener margen para revisar posibles errores. La verdad es que estaba preocupado por su hermano ya que el Negro, es muy ducho en la parrilla pero no en la cocina. Lo cierto es que la mitad de su tiempo invertía en aconsejar a su hermano acerca de cómo preparar mejor los platos y aun así le dio el cuero para ser el mejor del desafío.
ATRACTIVA DINAMICA. MasterChef Profesionales arrancó con nuevos retos, consignas y desafíos, diferentes a las temporadas anteriores. Se mantuvo la prueba por equipos pero esta vez los 18 candidatos fueron divididos en equipos de tres, que compitieron en grupos de dos preparando los mismos platos. Tres equipos subieron al balcón y los otros tres fueron a eliminación. En la ronda decisiva, la prueba exigía, rapidez, precisión y experiencia. En 60 minutos tenían que presentar cuatro platos a base de carne cruda. En la prueba por equipos, la consigna fue elaborar platos de la cocina tradicional paraguaya, pero con una línea moderna y vanguardista.
LO MEJOR DE LA NOCHE. Precisamente, en la primera prueba, pudimos ver los mejores trabajos de la noche. El equipo comandado por Carolina Ronquillo e integrado por Karina Ruíz Díaz y Regina Cabañas se lució con una innovadora versión de Payagua Mascada (deconstrucción) Polenta (al horno) con Albóndiga y Arroz con Leche (textura diferente con biscuit de canela y naranja confitada), y con una presentación realmente destacable. Fueron quienes mejor entendieron la consigna de hacer platos de vanguardia con recetas tradicionales. Por detrás, quedó el equipo comandado por Julián Endara y formado por Peta Ruger y Leticia Duarte que hicieron Chipa so´o, Bife Coygua y mazamorra.
SOLIDARIDAD Y NO TANTO. Aparte del ejemplo que dio Waldi con su hermano también hay que destacar el gesto de Rodrigo León que le cedió a Sergio Vera, su masa restante para el kibe cuando este “perdió” el suyo en la heladera y estuvo a punto de tirar la toalla. Finalmente, Sergio superó la eliminación pero recibió una fuerte recriminación de parte del jurado ya que su falta de responsabilidad es descalificatoria. Lo que no quedó claro es si su kibe ser perdió o le “perdieron” porque no hay que perder de vista de que se trata de una competencia y si bien existe mucha solidaridad, se trata de una de las profesiones más egoístas y abundan en ella las zancadillas.
UN SALTO DE CALIDAD. Es tanta la diferencia entre las competencias entre aficionados y los profesionales que por fin ahora el público podrá disfrutar realmente con la cocina de MasterChef Paraguay. Parecería que todo se va a centrar en la capacidad de los participantes antes que los personajes que representan. Sin embargo, algunos nos llaman la atención más allá de su profesionalismo culinario. Juan Angel Villamayor, oriundo de San Bernardino donde se desempeña como cocinero independiente. Se expresa casi exclusivamente en guaraní y este tradicionalismo contrasta notoriamente con lo cosmopolita de sus platos y con el vanguardismo que exige a veces la gastronomía. Otro es Rodrigo León, joven, locuaz, histriónico muchas veces, hasta parecería que es incapaz de alcanzar el equilibrio que se requiere para avanzar en el programa. Veremos con que nos sorprenden los demás participantes.