Algunos nacen con estrellas y otros estrellados. Famooosa frase. Que busca significar la dispar suerte con que se inician empresas y proyectos. En gastronomía tiene mucha vigencia porque se abren y se cierran locales constantemente, dentro de esos parámetros. El caso de Ñande Bar podemos ubicar entre los primeros. Apenas tiene un poco más de un mes de vida. Se trata de un concepto muy simple, un desarrollo adecuado y un éxito sorprendente. Casi casi inesperado.
La idea era hacer un bar paraguayo. Comenzaron con el nombre, después siguió con el mural que pintaron en la fachada del local donde se destacan los motivos tradicionales. Continuó con la carta en el que se apeló a los platos característicos de los bares, picadas, hamburguesas, comidas rápidas pero a todos le dieron un toque con ingredientes autóctonos. Pero lo más importante es la descripción que hacen en la carta.
NDE ZAPATURE. Por ejemplo, el Ñandejara zapatu taco. Mbeju taco de carne. Se trata de una reinterpretación del taco mexicano que es sustituido por un mbeju relleno de carne vacuna deshilachada acompañado de salsa guacamole, salsa de la casa y salsa de ajo. El menú está salpicado de expresiones características de nuestra población. Anichene. Nambrena hetama che quebranta. Ni Kaúre. Che pio?. Y cosas por el estilo. Incluso, en la fachada principal colocaron un gran letrero luminoso con la palabra Jaumina. La gente le quita fotos e incluso algunos se hacen selfies con el letrero de fondo. Pareciera que existe algún tipo de ansiedad de parte del consumidor respecto a que las ofertas gastronómicas tengan puntos de contacto, novedosos u originales, con las manifestaciones de nuestra cultura popular incluyendo, por supuesto, la cocina.
La Picada Ñande Bar tiene una cuota de originalidad en ese sentido. Lleva marineritas de carne, pastel mandi´o, chipa so´o, payagua mascada, mbeju, sopa paraguaya, chipa guasu y mandioca. Completito. Una selección de comidas típicas que no vemos en otros locales. Siempre están presentes pero no así a manera de síntesis condensada de la gastronomía paraguaya. Hay otros ejemplos, como la Picada a lo de Arsenio Erico, Hamburguesa Quesú (Cheese Burger). Y en materia de dulces cosas así como Inspiración de ka´i ladrillo con trozos de brownie de miel negra, Cheese Paraguay cake con dulce de mamón, helado de caña dulce, etc.
Ñande Bar está ubicado en Dr. Morra esquina Andrade, allí donde anteriormente por muchos años estuvo Morado. Abre de martes a domingo desde las 18:00. Y es sorprendente la cantidad de clientes que convoca en los fines de semana, cuando se hace realmente difícil encontrar lugar disponible. Aun considerando que tiene plazas para 120 personas. Incluso, tuvieron que reforzar el personal de cocina porque hubo días en que casi no dieron abasto. En resumen, nació con estrellas.
SUERTE PERO NO TANTO. Pero no todo es fruto del azar. El principal mentor del proyecto es Oscar Pintos, un joven cocinero que realizó sus estudios de gastronomía en el Centro Garofalo y durante varios años desarrolló con éxito, un servicio de comida por delivery. Ñande Bar recibió el asesoramiento gastronómico de Fernando López van Heugten, recordado en Asunción por su paso en las cocinas de Mburicao. Lo que alcanzamos a probar nos pareció de excelente factura gastronómica. El proyecto en su conjunto, no se trata simplemente de una muestra de cómo lookear el local y la carta al estilo paraguayo.
Oscar, es un personaje muy mediático. Desde hace varios años aparece en la tele explotando su condición de chef. Se inició con el programa Al Estilo Pelusa, hoy está en Vive la Tarde y los domingos lleva adelante Papá Parrilla. También tiene un programa de radio en La Estación 40. Uno de sus hobbies es la música y en tal sentido llegó a integrar un grupo musical.
ATENCION AL EXITO. Pero cuando le preguntamos a qué atribuye el éxito de su local. Él nos dice lo siguiente: «La gente pondera mucho la atención, creemos que para que exista una buena atención tiene que haber buen ambiente de trabajo. Y el ambiente que existe en la cocina y el salón es espectacular. Cuando laburábamos en el banco con mi socio nos propusimos que cuando tuviéramos un negocio propio trataríamos de valorar el laburo de la gente, no lo que teníamos allí. Acá no hay jefes pero todos saben que somos los dueños. A veces tenemos que arremangarnos la camisa y trabajar a la par que los otros empleados. Y si lees en Facebook te vas a dar cuenta que todos valoran la atención. Después viene la comida”.
Ñande Bar tiene apenas un poco más de un mes de vida. Pero tiene una historia de siete años. Después de terminar sus estudios en el Centro Garofalo, por circunstancias de la vida Oscar, tuvo que entrar a trabajar en un banco. Allí conoció a Sebastián Barrios y se hicieron amigos. Juntos soñaban con tener alguna vez un negocio propio porque eso de estar trabajando detrás de un escritorio no era para ellos. Oscar tuvo menos aguante y hace años dejó atrás la comodidad de un buen sueldo y se dedicó a la cocina y a ser mediático. Sebastián renunció hace poco para dedicarse completamente a Ñande Bar.
LE ESPERABA EN LA ESQUINA. Pero el proyecto estuvo en stand by durante un buen tiempo. Resurgió porque Oscar cuando salía de Telefuturo siempre veía el cartel de Alquilo en el ex local de Morado. Y se animó a preguntar por el precio. Ni ahí. Estaba lejos de las posibilidades y era un sueño difícil de alcanzar. Pasó un año, y el cartel de Alquilo seguía colgado en el lugar. “Parecía que me estaba esperando”. Ante un nuevo llamado a la dueña el precio ya había bajado sustancialmente y un regateo final puso la situación en condición de alcanzable. “Es una buena zona, el local ya estaba todo hecho”. De ahí en mas pusieron manos a la obra.
El local tiene un gran arrastre en la gente joven. Pero Oscar nos comenta que vienen también muchas familias. “Nos dimos cuenta que tenemos que comprar juegos para niños”. Según sus estadísticas, los viernes y sábados vienen más “los perros”; los domingos más familias. El resto de los días, oficinistas. No resulta despreciable la afluencia de extranjeros que ven con mucha curiosidad la estética del local y la propuesta gastronómica. Para el año que viene el proyecto es habilitar un servicio al mediodía, considerando que la zona es sede de bancos, comercios y oficinas administrativas. En los días más flojos “amenizan la función” con actuación de grupos musicales.
Como todo bar, lo que más abunda para beber son las cervezas. Tienen oferta de tragos tradicionales que utilizan muchos ingredientes nacionales, como la caña paraguaya y remedios refrescantes. Los precios son accesibles. Nuestro entrevistado nos comentó que realizaron un estudio en los locales gastronómicos de la zona y consideran que tienen los precios más competitivos de la zona. Todavía falta aceitar bien toda la maquinaria: personal, sistema, proveedores. Ojalá que puedan mantener el brillo de su buena estrella.