Siete años le llevó cumplir su sueño. Hoy es uno de sus principales émulos. Entró en la ancha senda que abrió Don Benjamín. Le sigue en el Facebook y no tiene pudor para reconocer que le copia. Hasta en el nombre. Ariel “Asado” Bernal, tiene ya una gran empresa que puede dar servicio para eventos de hasta 2.000 comensales. “Yo le agradezco mucho porque gracias a él conseguimos trabajo”, dice en señal de reconocimiento.
Ariel Alberto Bernal Ramírez, tiene 41 años, hace siete años se inició en el servicio de catering de asados. “Comencé el 29 de septiembre del 2010. Fue mi primer evento y la primera vez que cocinaba para 100 personas” recuerda haciendo gala de una buena memoria. Conoció a Don Benjamín hace unos tres años durante la celebración del Día del Parrillero. “Ahora somos amigos. El me pasó la mano. Me dio mucho trabajo. Siempre le pido consejo. Es una persona abierta y dispuesta a ayudar a los colegas”.
Admite que Asado Benítez fue quién abrió el mercado. “Él es el creador de todo esto. Cuando empecé mi sueño era ser como él. Siempre dice que yo le imito. Todo lo que hace, yo también hago. Gracias a Dios logré ser lo que soy”. Hoy Ariel Asado Bernal tiene un plantel de 25 parrilleros, 10 personas se encargan de preparar las ensaladas y guarniciones, tres choferes se encargan de repartir los productos en los eventos y cuenta con cinco móviles. Y en proyecto está la adquisición de un vehículo con refrigeración.
Fue creciendo de a poco, invirtiendo constantemente en equipos e implementos para el servicio. “Nos va bien” admite y aclara “no quiero ser millonario, solo quiero vivir bien”. Está convencido que cualquiera puede lograrlo “si planificas bien, sos ordenado, trabajas en serio, tenes infraestructura” y concluye con un “te deja un buen dinero para poder vivir y mantenerte bien”. También le invitaron para conducir un programa de televisión que se iba a llamar Un aplauso al asador. “No acepté, no me animo todavía. Y lleva mucho tiempo, tal vez cuando tenga una empresa bien consolidada. Mi hijo de 21 años trabaja conmigo pero no le puedo dejar aun toda la responsabilidad”, explica.
El servicio de catering de asado que ofrece tiene dos categorías. Una es la denominada Picada Mbarete, que consiste en servir parrillitas toda la noche incluyendo: mandioca, sopa paraguaya, mbeju, chipa asador, lengua, variedades de chorizos, brocheta de pollo, matambrito de cerdo, vacío, lomito de cerdo y tapa cuadril. Este servicio tiene un precio de 45 mil guaraníes por persona.
La segunda es la denominada Asado Premium, que como entrada incluye toda la picada citada anteriormente, variedad de guarniciones en autoservice (ensaladas verdes, arroz y papa y otros) y el asado a la parrilla que incluye cortes como la costilla, vacío, tapa cuadril y también pollo y cerdo. El precio es de 60 mil guaraníes. Se exige que la cantidad de comensales sea de un mínimo de 25 personas.
Un servicio exclusivo es el que brindan con los pescados a la parrilla. Cocinan a las brasas pacú y dorado y con el surubí hacen chupín de pescado, que siempre va acompañado de guarnición de arroz blanco o ensalada. El precio es de 100.000 guaraníes por persona. “Calculamos un kilo de pescado por persona, no como el asado que calculamos medio kilo por persona”. A pedido de los clientes incluyen también postres con un precio adicional de 20.000 guaraníes con platos típicos, en donde sobresale el dulce mamón y el queso Paraguay con miel de abeja. De acuerdo a las necesidades también se encargan del alquiler, la decoración y la barra de tragos.
PREGUNTA OBLIGADA. ¿Dónde está el secreto de un buen asado? “La carne tiene que ser buena, el 70 por ciento de un buen asado depende de su calidad y el parrillero hace el 30 por ciento restante. Salar la carne momento antes de poner a la parrilla. La parrilla debe estar a una altura de 25 centímetros del fuego de las brasas de carbón. A mucha gente no le gusta la leña porque el aroma ahumado le queda a toda la carne. Hacemos también a la estaca, pero cobramos un poco más caro (70.000) porque utilizamos la costilla ancha y eso tiene mucho desperdicio”.
CHE LA REINA. Para Ariel la costilla es la reina de la parrilla porque es lo que más prefiere la gente. Después le sigue el vacío. Y “la tapa cuadril es complicada”, porque –según nos explica- en nuestro país todavía no estamos acostumbrados a comer la carne en un punto jugoso y “cuando cocinas demasiado la tapa se seca y ya no es rica. Una costilla ancha nunca vas a dejar de saborear”.
NO DA ABASTO. Se aprovisiona de carne en un local del Mercado de Abasto llamado Berni. “Siempre compré de allí y hasta ahora me salió bien. Distribuye a varios restaurantes. Pero en diciembre y para los festejos del 1º de mayo, tenemos que comprar del súper porque no da abasto. En esas fechas es difícil conseguir gran cantidad de carne de un solo lugar”. Y luego tira un tip para conseguir los mejores productos: hay que ser el mejor amigo del carnicero.
VA CON TODO. Todo tipo de eventos cubren con el catering de asados pero los que más abundan son los cumpleaños. “El asado va con todo, con el calor, con el invierno, con el vino, con la cerveza”. Y ahora las bodas con asado están de moda. Precisamente Ariel estaba esperando la visita de una pareja, ella paraguaya, el uruguayo, que aún no se decidía dónde iban a celebrar la ceremonia. Pero en cualquiera de los casos quería que él hiciera el servicio, aquí o allá.
CARTERO DE DIA. Ariel trabajó durante 13 años en la Dirección Nacional de Correos, repartía correspondencia durante las horas día y a la noche se dedicaba a trabajar en la parrilla o en otras actividades gastronómicas. “Desde los 15 años que yo hago el asado. Me gustaba cocinar, me llevaban a todos lados, de campamento, al rally”. Así, hasta que un día decidió abandonar el estatus de funcionario público y dedicarse de lleno al “parrillerismo”.
COSA DE TODOS LOS DIAS. “Estamos satisfechos con la aceptación que tenemos. Antes trabajaba solamente los fines de semana, ahora hay eventos casi todos los días. Comienza el 30 de abril con el Día del Maestro seguido del 1º de Mayo que son los días más fuertes. Ahora en setiembre ya no se descansa hasta fin de año y en enero siempre hay bodas. Tenemos muchos clientes que nos contratan desde hace siete años”.
QUÉ DIFICIL ES. Para nuestro entrevistado lo más complicado de su actividad profesional, es la relación con el personal. “Es complicado, tenés que estar llamándole, buscarle. A veces no viene y cuando se pierden las cosas, le descontas y después ya no te viene más. No puedo todavía solucionar del todo. Otra cosa difícil es cuando el cliente tiene carácter fuerte, tenes que callarte, ni siquiera te saluda, hay gente que te revisa antes de salir de su casa, no es fácil. Pero si el trabajo te gusta y tenes gente que te apoya como la familia, es muy bueno”.
Y EL FUTURO. “Quiero abrir una churrasquería, de aquí a dos años. Una churrasquería económica con un precio accesible para que la gente disfrute y para que podamos dar más trabajo a la gente. Pensamos comprar más móviles, uno con refrigeración. Aumentar nuestra participación como proveedores de almuerzo en los colegios. Tenemos que invertir más para poder trabajar mejor con los alimentos”.
COMPETENCIA. Considera que hay demasiadas empresas que están trabajando en este rubro y hay mucha competencia desleal. “Por ejemplo vos pasas un presupuesto a una empresa y se presenta otro con un precio más barato y ahí te tira el negocio por el suelo. El precio del vacío está a 28 mil guaraníes el kilo y la costilla a 25 mil guaraníes. No se puede bajar mucho el precio. A nosotros nos contratan los que ya conocen nuestro servicio, que se va divulgando sobre todo a través del boca a boca”.
Ariel está casado hace 17 años con Gladys y tienen tres hijos. Él se encarga de todo lo referente a la parrilla y ella tiene a su cargo la cocina. Alejandro el hijo mayor de 21 años es el encargado de las compras y también ya incursiona como parrillero. Finalmente, deja el siguiente mensaje: “Cualquiera puede salir adelante en este país haciendo lo que le gusta. Hay que planificar y organizarse bien”.