Está en una zona privilegiada. Allí en donde la cotización del metro cuadrado de terreno está por el cielo más que por las nubes. En un polo gastronómico top. En un inmueble arbolado y totalmente amurallado, el nuevo patio de comidas busca destacarse por su ubicación, orden, mayor calidad de los muebles y por una oferta gastronómica cuidada y dirigida a ofrecer una diversa variedad de productos al consumidor.
Si su antecesor Food Park fue producto de la espontaneidad y la improvisación que impuso la avasallante demanda del público, Le Marché es el resultado de una mayor planificación. Pero también consecuencia de la urgencia que demanda esta especie de carrera desatada en varias zonas de la ciudad por la habilitación de los patios de comidas. Una modalidad gastronómica que apenas está dando sus primeros pasos.
Le Marché, que así se llama nuestro patio de comidas, está ubicado en la esquina de Lillo y Bulnes, en plena zona de Carmelitas, cerca de varios locales gastronómicos de alta gama y en medio de una zona residencial de alto nivel. Se trata de un terreno de 1.300 metros cuadrados, bastante regular en sus formas, poblado de añosos árboles y un pasto que amenaza con reverdecer luego de haber soportado un maltrato al que se vio obligado para permitir la colocación de las cañerías para las instalaciones de agua y electricidad.
Los espacios destinados a las comidas fueron colocados contra el muro de ladrillos que delimita la propiedad, de manera que en medio de ellos queda un gran espacio interior a manera de patio, donde se disponen las mesas y sillas para los comensales, dando la impresión de que uno se encuentra en el jardín de una vivienda. Esta área, estando colocadas todas las mesas, aún permite un espacio para la realización de actividades, tales como presentación de grupos musicales y realización de ferias y exposiciones que es como en principio idearon sus creadores. De ahí lo de Le Marché (El Mercado, en francés).
Una característica del lugar es que no permitirán más de 15 carritos, kombis o food trucks. Diez de comidas, tres de postres y dos de bebidas. Cada puesto ocupa un área de 10 metros cuadrados y un poco menos los de bebidas. Esto permite mantener un amplio espacio común para el uso de los comensales. Una segunda característica destacable es la calidad de los muebles. Si bien también vemos sillas cable, la mayoría de las mesas y sillas son de madera de estructura más sólida que las comunes y una ausencia casi total de las sillas de plástico. Existen mesas para dos, cuatro personas y mesas más amplias para grupos. En el bar, hay sillones cables y algunas asentaderas más cómodas, para que quién allí recale quiera permanecer más tiempo, con la obvia sugerencia subliminal que tome algo que allí mismo se vende.
Le Marché tiene el apelativo de Patio Gourmet y bien sabemos que esta última palabra es una muletilla con la que quieren algunos sacar la cabeza encima del resto en materia de calidad gastronómica. Viendo los productos que se venden y la marca de algunos se puede decir que le pegan en el poste. Una modalidad que adoptaron es que los administradores del local otorgaron una especie de exclusividad a puesto, de manera a evitar una competencia y diversificar la marca.
Entre los que pudimos observar en el lugar, podemos citar a El Porteño, una hamburguesería creada por Almacén del Plata, de los conocidos Pipo y Roberto Dios; Mila Lewis, los de los sándwiches de milanesa, que pelan en el lugar un carrito importado y equipado en Estados Unidos; Kombistro, dedicados también al rubro de hamburguesas pero del tipo gourmet; Monster Truck, dedicado a las pizzas; Combi wey, una marca que incluso ya están franquiciando, dedicada a los lomitos; San Wich, sándwiches y jugos de frutos, también están en Food Park; Tequila, un bar de tragos y el Bar, que es como la cantina del lugar, si bien todos los puestos también venden bebidas.
Cuando concurrimos al lugar, todos los puestos ya estaban alquilados pero algunos todavía no se habían instalado. Por ejemplo, el Ojo del Amo, la churrasquería; la paella de Don Gil; un puesto de sushi que sería instalado por los dueños de Samasushi pero con otra marca y otro estilo, también estaba pendiente un local de comida mejicana, otro de cocina mediterránea y los puestos de los dulces. Está demás decir que los precios son bastante accesibles y al mismo nivel que los puestos de venta de comidas de esta naturaleza.
Le Marché fue creado por dos jóvenes, compañeros de facultad, Fernando Galeano (24) y Makarena Nicolicchia (23), ambos de la carrera de comercio internacional. A ella se le ocurrió la idea hace algunos meses, tras ver en Brasil algunas ideas al respecto pero su proyecto inicial no prosperó por defección de quién iba a ser su socia. Aliada con Fernando apuraron los pasos para abrir el local en el mes de diciembre, por lo que apenas tienen algunas semanas de existencia.
Nos comentaron que la idea era habilitar el negocio en la zona de Carmelitas ya que no existe en el área una propuesta similar pero sí muchas ofertas gastronómicas de alto nivel. Proyectaron un lugar informal donde la gente pueda acudir cómodamente vestida, incluso en familia. Pero además tuvieron en vista que podría servir para que los jóvenes hagan “la previa” antes de acudir a otros locales de la zona o fuera de ella. El público que asiste es bastante heterogéneo. Y conforme a los resultados obtenidos en la venta durante las primeras semanas, el panorama es alentador.
Los administradores del lugar se encargaron de realizar todas las instalaciones. Cuentan con baños diferenciados para hombres y mujeres. Proveyeron la mayor parte de los muebles, pero los locatarios tienen la facultad para agregar más y algunos ya recurrieron a promocionar algunas marcas a cambio de mesas y sillas. El alquiler de cada espacio cuesta 1.500.000 de guaraníes y eso incluye los gastos de iluminación, ambientación, música funcional y limpieza.
Le Marché está abierto de martes a domingo de 18:00 a 02:00 y la intención es que desde el próximo año se habilite un horario de merienda.