Nuestra compatriota Sally Caballero perdió la final de MasterChef España, ante Carlos. La paraguaya hizo tres platos perfectos pero no supo arriesgar. Prefirió jugarse por lo tradicional y si bien le salió todo genial, Carlos también lo hizo perfecto y encima con una original notable. Sally obtuvo de premio una beca para un curso de pastelería y repostería en el Basque Culinary Center, una universidad de gastronomía, la más importante de España y una de las mejores del mundo.
Sally Caballero versus Carlos Maldonado, era una final que lo veníamos anunciando desde hace muchas semanas. Es que los dos pintaban mucho más que el resto para llegar a las últimas instancias. Se enfrentaban dos estilos diferentes, Sally más inclinada hacia la cocina de tradición, cocina de productos, mientras que Carlos era más vanguardista y dueño de una mayor creatividad.
La paraguaya comenzó con todo. Fue la primera en clasificar a la final, tras ganar una prueba de presión. Reproducir un postre del mejor pastelero del mundo: Jordi Roca del célebre Celler de Can Roca, el mejor restaurante del mundo. Los cuatro aspirantes tenían que hacer una Bomba Floral, un postre montado dentro de una esfera de caramelo en una cama de algodón de azúcar. La prueba la ganó Sally y por ende pasó a la final.
Allí se encontró con Carlos, que ganó la prueba realizada en Sublimotion, el restaurante más caro del mundo. Los archienemigos se midieron en el Reto Final pero antes Sally aprovechó las cámaras para decir ante toda España (3.000.000 de telespectadores vieron el programa) “Carlos no te odio”. Además aclaró que su principal enemigo no era en realidad Carlos sino sus propios nervios.
Y efectivamente, los nervios le jugaron una mala pasada a nuestra compatriota. Por ejemplo, se cortó, por primera vez a lo largo de las 13 semanas que llevó el programa, se hizo una pequeña herida. Además se olvidó de ingredientes fundamentales. Incluso uno de ellos le tuvo que pedir a su contrincante quién gentilmente le cedió el azúcar. Además se olvidó del gluco, un producto utilizado para hacer esfericaciones.
EL DUELO FINAL
Los finalistas de MasterChef, tuvieron que preparar una entrada, un fondo y un postre para impresionar a los miembros del jurado. A Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nájera se sumaron Ferrán Adriá, Jordi Roca y Andoni Luis Aduriz, los máximos exponentes de la gastronomía española de la actualidad.
Sally no quiso arriesgar en la elección de sus platos. Eligió tres recetas tradicionales. El entrante fue un lomo de atún macerado en sal y sopleteado, con una tierra o una base de aceite picual, acompañado de salsa yosu, crema de aguacate con brote de shisho. Su intención fue hacer esfericaciones de aguacate y wasabi, para darle un toque de modernidad pero su olvido le costó este paso.
En este punto, Carlos también presentó un plato tradicional de España: bocadillo de calamares que consistía en una base de pan de tinta calamares, con los aros de calamares en tempura, esfericaciones de mayonesa de aceite de Olivia y esfericaciones de un caldo de chipirones en su tinta. Los dos platos estuvieron perfectos pero el jurado entendió que el plato de Sally era seguro no era muy arriesgado, en cambio respecto a Carlos dijeron que su plato no era pretencioso pero era creativo, técnicamente bien resuelto.
Como fondo, Sally presentó un rabo de toro al estilo tradicional, cocido a baja temperatura y luego desmenuzado y combinado con una serie de ingredientes. “Esto es un guiso con toda su esencia”, “de un sabor espectacular”, “es increíble hacer esto en dos horas”, fueron algunas de las expresiones del jurado. “Si pones un restaurante, iría a comer este plato”, le dijo Andoni Luis Aduriz.
Por su parte, Carlos hizo una merluza a baja temperatura con una ensalada de huevas de la propia merluza con una salsa de ajo negro. “Es muy atrevido pero bien resuelto”, “la combinatoria es muy moderna”, “no tengo referencias de que alguien haya hecho esta combinación”, “este es un plato de un restaurante tres estrellas”, se escuchó decir a los jueces. “Dame la receta que lo quiero poner en mi restaurante”, le dijo Pepe Rodríguez a lo que Andoni Luis Aduriz agregó “yo también quiero la receta”.
A los postres, Sally hizo una reinterpretación del Mon Chéri, un preparado a base de cerezas, rellenas con una trufa de cítricos y envueltas en un cristal de azúcar acompañado de helado de cereza. Un postre ejecutado a la perfección, según opinaron los miembros del jurado en forma unánime. Carlos, a su vez hizo unas torrijas de pan brioche con helado yuzu y frutos del bosque. Fue el único plato, en el que Sally sobresalió nítidamente sobre su rival.
Tras este desfile, el veredicto estaba casi cantado. Carlos fue el triunfador indiscutido, era el favorito de todas las encuestas que se realizaron antes y durante el programa de la RTVE que se emitió anoche. El ganador se hizo acreedor de 100 mil euros, la publicación de un libro de recetas y una beca para el Basque Culinary Center.
Sally reconoció al final del programa que Carlos fue un justo triunfador y que estaba muy triste por no haber ganado el concurso. Admitió además que debería ser más atrevida en la cocina, animarse a experimentar más. Dijo que su objetivo después de esto es intentar poner una empresa de catering en Ciudad Real, la ciudad donde vive en España, junto a su marido y su hija.
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Fotos vía twitter @masterchef_es y RTVE.es