Cuando preguntamos a Andre Magon cuál es el secreto del éxito de Lo de Osvaldo, nos dio una lacónica respuesta: Simplicidad
-Simplicidad????!!!!!!!
-Si. Sopa paraguaya, mandioca y rico asado. Así de simple.
Bueno,convengamos que no es tan simple en realidad, porque un papel decisivo juegan la calidad de la carne y el carisma que tiene el local.
«Estamos orgullosos porque desde que abrimos se cumplieron todas nuestras expectativas. Desde el primer día nunca bajó el promedio de nuestras ventas», se ufana Magon, factotum gastronómico del restaurante y uno de los adalides del proyecto. Su cargo en realidad es la de Director de Alimentos del Grupo Karmar.
En Lo de Osvaldo se consume un total de dos toneladas de carne al mes. Lo cual no es un dato menor ya que se trata de un restaurante de 170 sillas. Las churrasquerías por supuesto que consumen más.
Haciendo el cálculo de que la tapa cuadril cuesta 70.000 guaraníes por porción, se puede tener una idea aproximada del nivel de facturación mensual.
Magon considera que un factor primordial en el éxito también lo constituye la calidad de la carne. Lo de Osvaldo tiene un acuerdo con la Cooperativa Neuland, que le provee carne de Brangus proveniente del Chaco. Esa carne es madurada por un mínimo de 40 días en frigoríficos especiales y es allí donde el producto adquiere su especial cualidad.
Magon celebra también el haber afianzado un local ubicado en el centro, lejos de la ruta gastronómica de moda (Villa Morra).
Un homenaje para Osvaldo Domínguez Dibb
Sin embargo, Lo de Osvaldo tiene un carisma especial. El carisma que le transfiere Osvaldo Domínguez. Su hija Astrid Domínguez, gerente del Hotel Crown Plaza decidió rendirle un homenaje a su padre.
Proyectó un restaurante temático dedicado al fútbol y sobre todo a la memoria de los grandes logros que conquistó ODD para el Olimpia y el fútbol paraguayo. El local es una especie de museo dónde abundan, fotos, trofeos, camisetas, historias y hasta el legendario atuendo que lucía ODD en sus memorables jornadas.
Porque un restaurante?, porque eso recordaba las jornadas que Astrid, sus hermanos y su padre pasaban en las antiguas parrilladas dónde iban a festejar los triunfos de Olimpia o simplemente a hablar de fútbol. Don Osvaldo acostumbra a frecuentar el restaurante, lo cual es aprovechado por los clientes para sacar fotos o pedirle un autógrafo. Y eso, para los fanáticos, al igual que la gloria, no tiene precio.