Lunes 2 de febrero 2015, 11:00 horas. La nieve cae intensamente en la ciudad de Nueva York, azotada por una tormenta invernal. En muchos lugares la actividad está paralizada. Y como la gente nada tiene que hacer aprovecha para ir a comer al restaurante paraguayo. Las empanadas de carne no dan abasto. “Hoy hay más gente que nunca y con este tiempo” nos dice Nancy Flores de Ojeda, la propietaria del local. Es apenas una muestra del éxito que tienen. Ya están pensando en abrir otro local. Pero no todo, fue siempre color de rosas. Esta es la historia de una leona y su familia.
El menú del día es Locro, y entonces ni la nieve puede detener a los clientes. Tienen que comer sí o sí, pero tampoco se quedan atrás la milanesa con ensalada rusa así como la marinera y el bife a caballo. Son los platos que más se piden, pero las empanadas de carne son las que llevan la delantera.
En el 43-16 del Greenpoint Avenue, del distrito de Queens, está ubicado I love Paraguay, la mejor cocina paraguaya de la capital del mundo. Está allí desde el 2007, pero en el 2012 hicieron una remodelación completa y además se adaptaron a las exigencias y desde entonces no paran y han logrado establecer un negocio muy rentable en un rubro donde la ciudad impone estrictas normativas.
Nancy junto a Carlos, su marido y sus dos hijos forman una familia que con sacrificio y perseverancia han llegado al éxito y hoy desea que su historia sirva de ejemplo y ayude a pensar a otros que SÍ se puede. “Este es un país de muchas oportunidades y si pones todo de tu parte , el triunfo es seguro”, nos dice. Aquí le contamos su historia.
¿Cuándo y por qué decidieron viajar a los Estados Unidos?
Vinimos en abril del año 2000, por pura casualidad. Un amigo de infancia se fue a Paraguay de vacaciones desde New York, y fue a visitarnos. Me pregunta por el restaurant que teníamos sobre la Avenida Félix Bogado y le contestamos que lo habíamos vendido y me pregunta: ¿querés ir a New York, mi jefe tiene un restaurant y necesita un/a administrador/a? Le dije que puede ser. Me puso en comunicación con los dueños y llegamos a un acuerdo y todo fue muy rápido, eso fue en diciembre de 1999 y en abril del 2000 ya estuvimos aquí en New York con toda mi familia. Mi esposo Carlos, mi hija Natalia en ese entonces de 15 años y Fabricio de 11. Bueno, la verdad no me gustó mucho el concepto de lo que ellos hacían y en unos meses me retiré, pero todo amistosamente, tengo que decir que cumplieron conmigo todo lo que me prometieron, solo que no era para mí.
¿Cómo se les ocurrió la idea de poner un restaurante, dónde inicialmente se instalaron, con cuánto personal contaban, quiénes eran sus clientes?
Apenas llegamos aquí, conocimos lo que es «un Deli» o sea una tienda de Delicatessen, pero todo era dominicano, colombiano, indú, brasilero, de todo, menos paraguayo, y yo le dije a mi esposo «algún día quiero un deli paraguayo». No sabíamos que existía un deli paraguayo en West Harrison, Westchester (queda a 32 millas de Queens), a donde nos mudamos, y nos contaron que se quería vender. Fuimos a ver, llegamos a un acuerdo y compramos, eso fue en el año 2002. Fue todo un éxito. Se llamaba Little Paraguay y nuestros clientes eran exclusivamente paraguayos.
En el año 2005 tuvimos una buena oferta para vender y lo vendimos. El en año 2007 mi hija Natalia, estaba casada con Fabio y decidimos abrir un restaurant paraguayo, pero nos dijo nuestro yerno que teníamos que hacerlo en Queens, donde hay más de 10.000 paraguayos residentes y nos pusimos la tarea de buscar el local.
Encontramos en Sunnyside (una zona residencial), y empezamos con la ilusión de todo nuevo negocio, pero los primeros años no fueron muy fáciles. No estábamos muy al tanto de tantas leyes como las que hay en New York, pero aprendimos de a poco. Costó mucho estar al día en todas las exigencias de la Ciudad.
Pero ya con toda la experiencia adquirida, decidimos en el año 2012 hacer una remodelación completa del local, además ya se unió a nosotros nuestro hijo Fabricio que tuvo muchísimo que ver en lo que es ahora I Love Paraguay Restaurant.
¿Y cómo consiguieron el personal?
Nuestro personal es Naciones Unidas. La señora encargada de toda la parte de las empanadas, sopa paraguaya, chipa guasu, chipa so’o, o sea toda la comida típica es ecuatoriana; ella ya era empelada nuestra en Little Paraguay Deli, aprendió todo a la perfección.
La persona encargada de las sopas, o sea caldo de pescado, vori vori, soyo, puchero, guiso es una paraguaya, y el que tiene a cargo toda la preparación de la parte de carne es también ecuatoriano, y cuenta con una ayudante de Guatemala. La persona que se encarga de la cocción de todo es un paraguayo y yo exclusivamente de la parte dulce. En el salón tenemos 2 meseras paraguayas, eso es imposible de otra nacionalidad; mi esposo es el encargado de toda la compra (ahí está el secreto) y nuestro hijo es el manager, que tiene a su cargo todo lo referente a contactos con clientes que no son paraguayos.
¿La clientela de qué nacionalidad es?
Nuestra clientela ahora es muy diversa; digamos que el 50% es paraguaya, y mediante el trabajo que está haciendo Fabricio, nuestra clientela americana está aumentando, puedes leer sus opiniones sobre nosotros en Yelp.com , son muy exigentes pero buenos clientes.
¿Siempre se dedicaron únicamente a la comida típica paraguaya?
Sabes que siempre nuestro menú fue exclusivamente comida típica paraguaya y jamás salimos de eso. En los primeros años venían los paisanos a pedir el desayuno «normal» que es Bacon (jamón), Eggs and Cheese (huevos y queso), o panqueques y por supuesto café, pero nosotros solo tenemos chipa, mbeju, chipa so´o, empanadas de carne, pollo, jamón y queso, choclo, ahhh la sopa paraguaya y el chipa guazu y por supuesto el famoso cocido.
Nunca nos salimos de nuestra comida y así les acostumbramos a comer todas estas cosas a los clientes y el cocido se volvió famoso entre ellos, le llaman Paraguayan Tea, así lo piden. Los paraguayos jamás toman café, solo cocido con leche con chipa almidón y sin falta las empanadas con mandioca.
¿Y quién dirige todo esto?
Todo gira a mi alrededor, aquí el dueño tiene que saber lo que se hace, porque no hay personal capacitado para la cocina y menos para la comida típica paraguaya. Fue muy difícil para mí en los primeros tiempos, porque solo yo tenía que capacitar, por así decirlo al personal. Intentamos en dos ocasiones contratar un chef, una argentina y otro cubano, pero no funciona, aquí vienen los clientes a comer comida paraguaya, no funciona nada de innovar con algo de otros países.
¿Qué es lo que más sale y como están los precios?
Los platos más solicitados son: Las milanesas de carne con ensalada rusa ($ 12.99 ), Bife a caballo ($14.99), Marinera ($15.99), Sandwich de Lomito ($9.99), las empandas ($2.00) empandas de mandionca ($3.00), sopa paraguaya y chipa guasu (5.50) y las sopas. Es una obligación tener sopa de pescado, sopa de pollo con vori vori, soyo, puchero, picadito de carne, caldo de so’o apua, vori vor quesu, todos están en $ 6.25, acompañado con abundante mandioca.
¿Cuál es el principal problema que deben afrontar en el negocio?
Si una compañía cumple todas las reglas que están vigentes, no hay ningún problema, trabajamos muy tranquilos, respetamos a raja tabla las leyes, como el consumo de bebidas alcohólicas, porque cuesta muchísimo obtener la licencia, nosotros lo tenemos hace 2 años, todo lo que se refiere a la higiene que aquí los restaurantes tenemos la calificación A, B o C . Nosotros tenemos la calificación A que es lo más alto, si tenes la C, es a un paso a que te cierren, y te cuento que los americanos no entran en una que tiene la calificación B y mucho menos la C. Cuesta muchísimo obtener la calificación A, pero vale la pena. Y si algo sería un problema sería el personal capacitado en la cocina paraguaya, eso sería para mi sacarme un gran peso, porque ahora todo gira a mi alrededor.
¿Cómo y dónde se surten de las materias primas para elaborar las comidas típicas?
Aquí la materia prima tenemos abundante de la mejor calidad. Nosotros nos proveemos de un lugar que se llama Restaurant Depot, es una tienda enorme donde solo podemos comprar los dueños de restaurantes. Allí encontrás todo, no necesitas ir a 10 lugares para conseguir lo que necesitas, lo tenes allí totalmente. En cuanto a los productos típicos, solo compramos el almidón paraguayo para la chipa, porque la compañía Guaraní Shipping lo trae, parte de los panificados, chipitas, dulces, yerbas, yuyos, todo lo vendemos aquí,
¿Por lo que contás, el negocio que llevan adelante parece rentable. Es así verdaderamente?
Mira, no fue fácil al comienzo, cuando abrimos, mi esposo y mi yerno Fabio estaban en el negocio full time, mientras que yo y mi hija Natalia trabajábamos de niñeras para mantener nuestra familia y porqué no al negocio. El proceso de salir de la pérdida llevó como 2 años, por eso nosotros sabemos muy bien que la perseverancia te lleva al triunfo.
Es más, llegó un momento en que mi esposo y Fabio quisieron tirar la toalla pero yo me opuse como un lobo feroz. Les dije: Nunca vamos a hacer esto! Allí está todo nuestro sacrificio de Paraguay y de aquí. Renuncié a mi trabajo de 8 años que me costó mucho porque ganaba buen dinero, pero si eso no hacía hoy en día I Love Paraguay ya no existía, con eso no quiero desmerecer el esfuerzo de toda mi familia, solo que yo era la que más tenía experiencia en la gastronomía y sabía cómo podíamos salir adelante.
Fabio se retiró de la compañía, Natalia continuó la Universidad, terminó con honores Finanzas en el Pace University, hoy en día trabaja en la compañía American Express, tiene un hijo de 8 años. Fabricio también fue a la Universidad, pero prefirió seguir nuestros pasos en la gastronomía y es una ayuda imprescindible para nosotros.
Bueno todo se logra poniendo alma, corazón y vida en lo que haces y te tiene que gustar. En cuanto a tu pregunta si es rentable. Ahora sí, pero costó pero creo que nuestro triunfo, por así decirlo, se debió a que nosotros nos adaptamos totalmente a «lo americano». Responsabilidad, honestidad, y respeto a las leyes, nos «mezclaron con ellos».
Asistimos a todas las invitaciones de la Cuidad, de la Cámara de Comercio (somos socios), tal es así que fuimos los únicos auspiciantes con Starbucks para la inauguración de «Las luces de Navidad» de la Cuidad de Sunnyside, y por supuesto que no perdimos la ocasión de llevar las empanaditas para los asistentes y fue todo un éxito. Nos ganamos muchísimos clientes ese día.
También contribuye la forma de presentar nuestros productos, los vasos, las tazas, las bolsitas, las bolsas para llevar, todos tienen nuestro logo, es una inversión, pero es la única forma de que te vean y bueno… ahora es muy rentable.
¿Que días abren, a qué hora, y que día es el más concurrido?
Abrimos todos los días de 10:00 am a 10:00 pm, solo los domingos es de 10:00 am a 08:00 pm
Los sábados y domingos son los días más concurridos, y en la semana, los días lunes. Increíble son los días lunes, vienen por el Locro con tortillitas con abundante mandioca.
¿Cuáles fueron tus comienzos en la gastronomía?
En los años 70/80 yo fui bailarina del elenco estable del restaurante Hermitage. Me retiré completamente en el año 80 y me case en el 82. Teníamos un local sobre la avenida José Félix Bogado casi General Santos. Se llamaba Petit Amour, ahora está allí Tía Techa pero está totalmente cambiado, ni sombra de lo que nosotros teníamos. Petit Amour fue en sociedad con mi hermana y su esposo Raúl Navarro, ex arquero de Cerro Porteño, por eso era muy conocido, pero ellos solo estuvieron con nosotros por 2 años, y me quede yo sola con el restaurante porque mi esposo tenía otro negocio, hasta que lo vendí en el ’99. También teníamos la cantina del Colegio Dante Alighieri, en el centro. y una hamburguesería sobre la Avenida Fernando de la Mora casi Bruno Guggiari que lo vendimos a El Mestizo.
¿Piensan volver al Paraguay?
Por el momento no está en nuestros planes, es más, ya estamos pensando abrir otros locales, además que toda nuestra familia está aquí y los nietos pesan. Pero amamos nuestra tierra, no pasa un año sin ir a visitar a nuestros familiares y lo más importante es que mantenemos nuestra casa en Asunción para las vacaciones «de verdad», como dicen mis hijos y nietos. Paraguay siempre en nuestros corazones.
Facebook: I Love Paraguay Restaurant