Por primera vez en toda la historia de MasrterChef Paraguay el jurado se encontró con una ronda de eliminación en donde más del 70% de los que estaban en capilla hicieron méritos suficientes para abandonar las cocinas del programa. No cumplieron con la consigna de preparar un “lemon pie”. Fue eliminado Paolo Di Caterina, un joven de 25 años de Capiatá, cuyo plato fue la demostración palpable del desastre culinario que se registró anoche.
Martita, Caro, Natalia, Luz, Sofi, Santiago y Paolo fueron los que se enfrentaron en la ronda de eliminación. Tenían que cocinar un pie de limón, un postre clásico y sencillo de preparar si se tiene algún conocimiento en el tema. El plato tiene tres partes; la masa, la crema y el merengue, que hacen un todo. La masa que se utiliza es la llamada masa quebrada y necesita ser sólida para sostener la crema de limón y el merengue. El dulzor del merengue atenúa la acidez de la crema y la masa da el equilibrio. Los tres factores juntos hacen el pie de limón, cada uno de ellos aislados no dan identidad al plato.
Solamente Luz y Sofi hicieron platos presentables por lo menos a la luz de lo que se ve por televisión. Las devoluciones casi estuvieron en un perfecto. El resto de los participantes tuvo falencias en algunos o casi todos los procesos mencionados más arriba. Utilizando un poco el parámetro que en programas pasados dio José Torrijos, eran platos que no pueden ser presentados en un restaurante porque serían rechazados o devueltos.
Euge Aquino resaltó que los participantes deberían tener conocimientos básicos de cocina, incluyendo los que se necesitan para elaborar un pie de limón. El espíritu del programa no es conocer cuanto saben los participantes acerca de determinadas recetas, sino que tan bien la elaboran. Como fue el procedimiento, que tal la presentación y sobre todo el sabor. Además, el jurado ya estableció una vara muy alta: el que comete un error garrafal se elimina directamente, como ya ocurrió con Claudia, Leo y Pipe. Y nos queda la duda de si se aplicó estrictamente dicho criterio.
El punto culminante de la debacle lo protagonizó Paolo cuando presentó su plato. Intentó una salida desesperada pero muy ingeniosa. Para explicar el desastre de su plato dijo que se trataba de una “deconstrucción de pie de limón”. Inclusive hasta podría haber pasado si pensaba el plato de esa manera desde un principio. Lo que le pasó fue que la masa se le destruyó totalmente. Y fue algo curioso porque utilizó un truquito para lograr que se cocine a punto. Antes de meter al horno se pone sobre la masa con papel de aluminio de intermedio, granos de poroto y también se suele usar lenteja.
Por lo visto, este tips se extendió entre varios de los participantes, pero Paolo se olvidó del papel de aluminio y el poroto lo colocó directo sobre la masa. Cuando sacó la masa del horno vio los porotos incrustados dentro de la preparación y trató de quitarlos, pero era una misión imposible. Al final la masa terminó quebrandose en mil pedazos. En ese momento, su suerte ya estaba echada, pero decidió seguir adelante. Colocó los pedazos de masa en el plato, a cada trozo le echó la crema de limón, le puso el merengue encima con cierto orden en medio del desorden. Euge que como todo el jurado y los televidentes vio que ese fue el último recurso al que apeló para no terminar ahogado, le felicitó por el intento, pero otra vez será.
Con Paolo quedaron en el paredón de fusilamiento, el creador de este termino Santiago y Martita. Esta última también se las vio negras a la hora de desmoldar la masa. Se le vino abajo y también se le vino abajo el ánimo. Apagó su batidora se entregó totalmente y dijo: me rindo. Si no fuera por Rodolfo que le insufló ánimos y le instó a seguir, se hubiera quedado en el camino en peor circunstancia que Paolo. De los tres ella era la que mejor domina los conceptos de cocina y fue salvada tal vez por esa circunstancia. Por su parte, Santiago lo único que hizo bien fue la masa. La crema estaba cruda y el merengue, era un “aire de merengue”, a criterio de Torrijos. Y sigue una semana más.
En el caso de Natalia y Caro los miembros del jurado destacaron el hecho de que la crema estaba muy ácida, con mucho sabor a limón. “Es como si te metieras un limón en la boca, ¿queres probar?”, le sugirió Torrijos a Natalia. Rodolfo por su parte dijo que la crema de Caro podría servir para hacer una caipiriña. El programa finalizó con la tradicional despedida del eliminado ante sus compañeros. Antes se pudo notar, que ninguno de los concursantes felicitó a Santiago por haberse salvado y ya antes en una extraña y jocosa situación le culpó a Natalia porque se le rompió la masa.