A los 90 años falleció el sábado pasado en la ciudad de San Bernardino, Jorge Bernardo Grimm Rossel fundador de la Panadería y Confitería Alemana I que se hizo famosa por sus conocidos bollos, el producto gastronómico más emblemático de la ciudad veraniega. Le sobreviven su segunda esposa y tres hijos, pero sobre todo el hecho de haber convertido las Bolas de Fraile en un ícono del vecino municipio.
La Alemana I está ubicada en pleno centro de San Bernardino, en Colonos Alemanes y Nuestra Señora de la Asunción. En torno al éxito que tuvo el local se creó un polo comercial que se convirtió en el punto más álgido de la ciudad. Era una parada obligatoria cuando uno iba de visita, sea en temporada de verano o en invierno. Desde añares, después del lago, el principal atractivo de la ciudad eran los bollos. Y podría decirse que siguen siendo.
Los bollos alemanes conocidos también con el nombre de berlinesas, bolas de fraile, bombas, berlinis es un producto muy conocido y preparado universalmente. También en Paraguay, pero los bollos de la Alemana I, eran más apetecibles. No fue un invento de Jorge Bernardo, pero fue quién desarrolló una receta especial y lo llevó al éxito. El bollo consiste en una masa dulce frita en grasa o aceite, rellena de mermeladas o dulces.
Los Grimm eran de Altos y Jorge Bernardo heredó de su padre, Bernhard Grimm la profesión de panadero, profesión que abrazó desde los ocho años. El 15 de noviembre de 1965, Don Bernardo y su familia deciden trasladarse a San Bernardino, donde de a poco fue progresando, modernizando su local y mejorando sus productos, pero fueron los bollos los que se destacaron en su labor.
Se casó en el año 1953, con Irene Margarita Heinichen Baldus, con quién tuvo tres hijos: Horts, Gudrum y Gert. El primero de ellos vive en Alemania, Gudrum es la encargada de la Panadería y Confitería Alemana I y Gert abrió su propio negocio. Irene Margarita falleció hace algún tiempo y Jorge Bernardo, ya entrado en años, se casó con la paraguaya Ana Sosa.
Jorge Bernardo, fue víctima del Covid 19. Tenía algunas enfermedades de base muy complicadas, incluso se hizo intervenciones en el corazón. Vivía con su mujer en el mismo inmueble donde tenía asiento la panadería y confitería. Y como vivía en el corazón de San Bernardino, el día de su fallecimiento el bullicio de la noche no respetó la partida de alguien que posiblemente, después del lago, atrajo más turistas a la ciudad. La Municipalidad hasta el momento está haciendo mutis por el foro.
Gert, uno de los hijos podría decirse que repitió la historia de su padre. También desde chiquito se metió en la panadería y se hizo un experto en bollos. Estudió repostería en Alemania y gracias a él la producción de bollos alcanzó el nivel óptimo que tenía. Gert habilitó en Asunción (Juan de Salazar y Boquerón) una filial de la Alemana I, pero finalmente volvió a San Bernardino, dónde tiempo después decidió crear su propia marca Grimm´s Confitería. Jorge Guillermo Grimm Rossel nunca dio a conocer el secreto de sus recetas que quedan ahora en mano de sus sucesores para que San Bernardino siempre sea un motivo para ir a retozar en el lago y disfrutar de los bollos.