Uno de los negocios gastronómicos que ha sobrevivido pujantemente a los vaivenes económicos de los últimos tiempos, ha sido el de los Food Park. Especialmente, el Food Park Mburucuja que a punto de cumplir su segundo aniversario sigue concitando el interés de los consumidores y se ha convertido en un negocio rentable para sus responsables y sus locatarios.
Food Park Mburucuja se encuentra ubicado en Santísima Trinidad y Julio Correa y es un espacio modelo en este tipo de negocios. Su principal responsable Mauricio García, es el pionero ya que fue quien habilitó el primer Food Park en 25 de Mayo y 22 de Setiembre y detrás de él hubo una lluvia de proyectos, muchos de los cuáles cerraron, porque no cumplían con las exigencias municipales o el modelo no era el propicio.
Mauri García reconoció que esa primera experiencia le brindó el conocimiento necesario para poder abrir un nuevo Food Park con el aprendizaje de que debían proyectar el negocio cumpliendo todas las disposiciones municipales, seleccionando bien a los locatarios y tratando que exista una buena variedad de productos que ofrecer a los clientes.
Food Park Mburucuja tiene un promedio de clientes de 2.000 a 3.000 personas en los fines de semana. Esa cantidad no ha variado desde su inauguración y se mantiene pese a que todo el sector gastronómico de la ciudad sufre con drásticas subas y bajas. “Estamos súper bien, igual que siempre, mucha gente”, fue lo que nos dijo Mauri García para resumir la situación general por la que atraviesan económicamente.
El Food Park Mburucuja tiene un total de 25 locales gastronómicos. La mayoría están desde el inicio, pero un grupo de ese número ha ido rotando. Los puestos de ventas generalmente están montados en contenedores o en puestos de material, pero las mesas y sillas están dispuestas al aire libre. Esta circunstancia hace que los días de lluvia conspire para la venta pero muchos locales solucionan el problema recurriendo al delivery para seguir atendiendo a los clientes.
El calor, otro de los problemas climáticos, no parece afectar a la presencia de los comensales. El lugar está muy arbolado por lo que seguramente el rigor de las altas temperaturas se siente menos. Allí se atiende solo en horas de la noche. “A la gente le gusta estar al aire libre, le gusta el ambiente” nos explica García. Anunció que próximamente estarán encarando un proyecto de remodelación total del lugar, fundamentalmente en las áreas comunes.
Para sus responsables, el Food Park Mburucuja es un negocio inmobiliario pues los que hacen es alquilar espacios para locales de productos gastronómicos. Tienen sin embargo, una injerencia en este último aspecto ya que se encargan de seleccionar bien a los futuros locatarios sobre todo teniendo en cuenta que los productos y servicios que ofrezcan contribuyan a que el complejo ofrezca la mayor variedad y calidad posibles.
Allí se ofrece una gran variedad de comidas rápidas entre ellas, hamburguesas, sándwiches, lomitos, pizzas, asados, sushi y también comidas dulces y helados. En el lugar nacieron marcas que ya son emblemáticas colmo La Burguesa, El Baqueano, y otros como Osso Parrilla Urbana, Furgo Burgers, Crepas, La Republica de la Arepa, Chochan, Pinche Cabrón, etc. El predio tiene 6.000 metros cuadrados y está copado por una nutrida vegetación. Cuenta con un espacio para estacionamiento propio y espacios para juegos de niños así como modernos baños diferenciados. En la ciudad, existen otros Food Park que siguen sobreviviendo, pero indudablemente Food Park Mburucuja es un modelo a seguir en este tipo de emprendimientos.