Anoche fue jornada de eliminación en el MasterChef. Pero la nota no fue, la ya varias veces esperada eliminación de Lucata, sino la presentación por parte de Santiago Canuto de un plato que fue calificado de “fantástico” por Rodolfo Angenscheidt, que coloca a su autor entre los principales candidatos a ganar la competencia. Solo quedan seis cocineros en competencia y el nivel que presentó Santiago sorprende a sus propios compañeros.
El Chapori en su alocución inicial ya anunció que la jornada de anoche iba a ser algo diferente por el desafío que presentaba. En la grilla de eliminación estaban Martita, Víctor, Jazmín, Santiago y Lucata. El día anterior ya habían subido al balcón Sofí y Shosiana porque elaboraron los mejores platos con menudencias.
Anoche, hubo caja sorpresa, en ella esperaba a los concursantes un rape, un feísimo pescado de mar, plano, del cual se aprovecha solo su cola, que tiene una carne muy apreciada por la alta gastronomía, sobre todo en España. Había que desguazar esa pieza y José Torrijos dio una clase magistral de cómo hacerlo, aprovechando para mostrar que el pescado tenía también unas “cocochas”, un tejido carnoso que se encuentra debajo de las barbillas. Las carnes obtenidas eran muy fáciles de trabajar.
Los cocineros debían elaborar un plato con guarnición a elección, tratando de utilizar toda la carne aprovechable del pescado, en atención al valor que poseían. La mayoría no lo hizo, siendo Santiago Canuto el único qué a la hora de presentar su plato, llevó tres recipientes con distintas preparaciones con la carne obtenida del rape. O sea, tres versiones distintas. Y ahí ya comenzó el asombro, porque eso suponía que a la hora de la preparación debió haber primado un trabajo muy minucioso, ordenado y efectivo, cualidades que a lo largo de la competencia no lo exhibía Santiago, aunque en los últimos programas dio un salto de calidad.
El plato que presentó fue “Rape a las finas hierbas con papas fondant, mejillones y camarones salteados”. José Torrijos fue el primero del jurado que se acercó a calificar la elaboración. “Parece que estamos en una marisquería de Galicia” fue lo primero que dijo y agregó luego “muy rico el cachete” refiriéndose a las cocochas. “Es la primera vez que lo hago”, terció allí Canuto.
Cuando le llegó el turno a Rodolfo, ante el primer bocado, aprobó y mirando a sus compañeros dijo “está buenísimo”. Luego Euge le dijo al cocinero “tuviste el mismo tiempo que tus compañeros y presentaste mucho más” y agregó “quizás los mejillones hubieses presentado en algo más hondo con un toque de fume, algo de vino”, haciendo hincapié en que hubiera podido mejorar la presentación.
Inmediatamente recibió la orden de subir arriba, al balcón, clasificado para la siguiente ronda, calificado de antemano como mejor plato de la noche, aun cuando había concursantes que no habían presentado su plato. “Si subiste ahí antes que suban los otros es porque fue algo fantástico. Al ser alguien, casi menos que un principiante gastronómico por tu falta de experiencia dentro de la cocina, nunca estuviste en una cocina profesional en España, Francia o en Londres ni en Asunción, y trabajar así como lo hiciste, es muy bueno”, sentenció Rodolfo.
Nunca antes en la historia del MasterChef Paraguay, nivel de aficionados, un miembro del jurado se dirigió alguna vez en términos parecidos a platos preparados por los concursantes. Con estas consideraciones Canuto se coloca casi al mismo nivel que las concursantes consideradas candidatas al título, Martita, Sofi y Shoshiana. Las próximas jornadas permitirán averiguar si el éxito logrado por Canuto, fue un golpe de suerte o está amparado en un crecimiento de su capacidad profesional.
Martita presentó el segundo mejor plato con Rape en manteca y ajo, salsa de naranjas y almendras, coliflor sellado y papines a las hierbas. Víctor con Rape en salsa de queso y fumet, aceite de hierbas, rúcula salteada de arvejas y zanahoria fue el siguiente en subir al balcón y quedaron en el paredón de fusilamiento, Jazmín con Papillote de rape con papines al ajillo y Lucata con Rape al limón con cuscús y crema de coco.
La eliminación decantó por el lado de Lucata, Lucas Ortellado, un joven estudiante de 24 años, porque su rape no tuvo el grado de cocción necesario. Lucata, era todo un personaje en el programa, muy apreciado por sus compañeros. Muy creativo a la hora de diseñar y planificar mentalmente sus platos, pero un verdadero desastre a la hora de la preparación y elaboración. Siempre al borde de un ataque de nervios, se salvó varias veces de las eliminaciones anteriores y era alguien que tarde o temprano iba a quedar por el camino.