El aterrizaje del “otro terroir” de España

5 octubre, 2023

Un espumante y tres vinos blancos de las bodegas Villadomat Arago y Foresta, provenientes del Penedés de Catalunya. Una región donde la producción de vinos es milenaria.

Desde que, en el 2017, Mauri García inició su carrera con La Sacristía para dar a conocer los vinos de Jerez y otras regiones poco conocidas de España, su bodega ha tratado de no caer en los lugares comunes de las catas y maridajes que se estilan en nuestro medio. Antes bien ha sido el escenario para exponer la búsqueda de finos diferentes, de procedencia poco habituales, de estilos novedosos e historias originales. Todos por supuesto de productos de una selección de excelencia.

La última experiencia realizada en La Sacristía llevaba como título “El otro terroir” y el presentador de turno tratando de ser más específico lo denominó “El Penedés aterriza en La Sacristía”. El Penedés en una zona que se encuentra entre las provincias de Barcelona y Tarragona, España. La influencia del sol y del mar Mediterráneo hacen que esa región sea privilegiada para el cultivo de la vid.

Esta tierra tiene una milenaria tradición en la producción de vinos. Existen en la zona unas 300 bodegas, es la cuna del cava. Penedés es reconocido por la calidad de sus vinos blancos pero la constante innovación de sus bodegueros y la recuperación de las variedades autóctonas desaparecidas han propiciado la aparición de vinos tintos de calidad.

Luego que la filoxera destruyera todas las plantaciones, los pobladores decidieron recuperar la producción cultivando las variedades autóctonas porque eran las que mejor expresaban las características del terroir. La variedad autóctona por excelencia es el xarel-lo. El Penedés es la región con mayor producción ecológica de España y como las viñas crecen en terrenos muy pobres, dan poca uva, pero de gran intensidad y concentración.

Tres vinos tintos de la bodega española Foresta. Aterrizaron en La Sacristía gracias a la intervención de Roger Sordé Masip en un vuelo piloteado por Mauri García.

Estos datos ignotos para nosotros, así como los vinos a los que se refieren nos llegaron gracias a una sorprendente casualidad. El presentador de la noche Roger Sordé Masip, especialista en vinos, español, natural de Catalunya, amigo de infancia de Gerard Maristany el propietario de las bodegas. Fanático de los vinos de su terruño interesó a Mauri en el conocimiento de estos y ella ni corta ni perezosa organizó un vuelo para que los vinos del Penedés aterricen en Paraguay. Y nosotros estuvimos allí para darles la bienvenida.

En la noche de referencia degustamos un espumante, tres vinos tintos y tres vinos blancos.  Los primeros eran de la bodega Foresta y los segundos de Villadomat Aragó. Como siempre La Sacristía te lleva hacia terrenos desconocidos, sorprendentes y agradables.

La cata comenzó con el Foresta Macabeu Ancestral 2021, elaborado a base de la variedad Macabeu que también es conocida como Viura. Es ancestral porque tiene una única fermentación, pero en dos fases. La primera en un depósito, normalmente de acero inoxidable y la segunda en botella para que el gas carbónico de la fermentación quede dentro de ella.

Luego probamos el Bosc del Calau 2021, de la Bodega Foresta elaborado con la variedad xarelo con un potencial de guarda insospechado. Siguió L´Esperit de L´ap-7, xarelo y macabeo y el Petit Villadomat 2020, xarelo y macabeo. Algunos de estos blancos se caracterizan por su carácter tranquilo, por su cremosidad y untuosidad y pueden ser consumidos jóvenes y en algunos casos tienen un insospechado potencial de guarda (15 años).

Mauri García haciendo aterrizar en las copas los vinos del Penedés, en la pista que tiene La Sacristía.

Siguieron los tintos con el Marselán 2019, 100% marselán, Sumoll, 2021, 100% Sumoll y el Turó de Les Llebres 2019, elaborado con garnacha, sumoll, cabernet franc y marselán. En general todos los tintos eran menos densos que los vinos que acostumbramos a tomar en Paraguay, muy frescos al punto que ponen en entredicho esa costumbre local de esperar a que llegue el invierno para tomar un tinto. Todos estos vinos tienen una producción limitada y se agotan en los alrededores de Catalunya, así que el aterrizaje que tuvieron es todo un acontecimiento y nosotros fuimos privilegiados testigos de este exitoso descenso.

 

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