El próximo domingo, la localidad de Naranjal ubicada en Alto Paraná, realizará su peculiar y atractiva Fiesta de la Costilla donde cocinan más de un centenar de costillares enteros que reúne a cerca de 8.000 personas y es la fiesta gastronómica más importante del departamento. Los costillares se venden enteros, cuestan cerca de 2.500.000 guaraníes cada uno, y los organizadores informaron hace unos días que ya se vendieron todos.
Este evento está organizado por la Municipalidad de Naranjal, como parte de los festejos de la ciudad, que está cumpliendo 32 años el próximo 26 de julio. La Fiesta de la Costilla realizará su 18° edición, después de haberse suspendido por dos años a causa de la pandemia. La cocción del más de centenar de costillares es un verdadero espectáculo pues se realiza bajo un galpón especialmente construido para el efecto durante aproximadamente nueve horas.
Es también un espectáculo el consumo y el servicio de los costillares. Los costillares una vez cocinados se llevan a las mesas habilitadas gracias que están montados en una estructura de metal especialmente diseñada para el servicio y para la cocción al estilo estaca, con leña. Cada pieza alcanza para el consumo de 25 personas, por eso son adquiridas por grupos, empresas, amigos o familiares. Va acompañada de un kit de ensaladas, pan, mandioca y bebidas, gaseosas y cervezas. Algunas, no para todas las 25 personas.
Todos los costillares se vendieron con anticipación. El total es de 175 a un precio de 2.500.000 guaraníes. Para los que no pueden o no quieren comprar los costillares enteros se dispone también de otros cortes de carne a la estaca, para cuatro personas. Muchos pedidos quedaron sin poder ser satisfechos y nos explicaron que no se puede aumentar la cantidad porque la infraestructura está a tope. Se requiere de más espacio físico y tampoco existe el equipamiento que se utiliza para la cocción de las costillas.
El evento se realiza en un tinglado construido en el predio de la parroquia Santa Catalina y los que asisten son miembros de la comunidad local, así como de las poblaciones vecinas. Incluso hay turistas que van desde Asunción y otras localidades. Naranjal tiene una población de alrededor de 10 mil habitantes. Nació de un desmembramiento de los distritos de Domingo Martínez de Irala y Ñacunday.
Gustavo Verly, fotógrafo, encargado de las redes sociales de la Fiesta del Costillar y editor del sitio web bienvenidoaparaguay.com, nos comentaba que la carne de los costillares tiene tres texturas diferentes. La externa que queda totalmente ahumada tiene un sabor particular y una textura similar a la panceta. La interna, una textura suave, tierna y jugosa, muy parecida a la carne del cupin y finalmente la última capa que es la adherida al hueso.
“El lugar donde se cocinan a la estaca es un verdadero infierno por la cantidad de fuego y humo que allí se genera. Este año voy a llevar unos anteojos especiales como esos que usan los nadadores o de lo contrario es imposible aguantar”, dijo al mencionar que tiene que pasearse por los senderos dejados especialmente para que los parrilleros puedan desplazarse, a fin de tomar las fotos y realizar los videos correspondientes.
La Fiesta de la Costilla nace de una tradición brasilera. La mayoría de los habitantes de Naranjal son descendientes de inmigrantes brasileños, quienes a su vez son descendientes de inmigrantes alemanes. Del sur de Brasil, de donde vinieron los primeros pobladores trajeron la costumbre de cocinar los costillares y esta celebración se convirtió en una tradición que se convirtió en el evento gastronómico más importante del departamento de Alto Paraná. La Fiesta de la Costilla tiene también una cartelera artística dónde las músicas y danzas paraguayas se mezclan con las brasileñas.