Uruguay, es una pequeña potencia vitivinícola, poco conocida en nuestro medio. Para demostrarlo, los principales representantes del sector llegaron al país días pasados y pusieron toda la carne en el asador. Ofrecieron un almuerzo con maridaje, una clase magistral y una feria con importantes bodegas. Algunos vinos son conocidos en el mercado local pero más allá de sus apreciados tannat poco o nada era lo que sabíamos al respecto.
El martes 28 de junio se realizó en el Sheraton Hotel el evento denominado Expo Uruguay Wine cuya jornada principal constituyó una feria de vinos de algunas de las más importantes bodegas del país charrúa. Se complementó con un masterclass que permitió conocer más detalles acerca de esta pequeña potencia que representa Uruguay en materia de vinos y comprendió también un almuerzo maridaje donde se degustaron los vinos iconos de cada una de las bodegas.
Esta iniciativa tiene el objetivo de potenciar la presencia del vino uruguayo en nuestro país. Paraguay se ha convertido en los últimos años, en una especie de La Meca vitivinícola para vinos de todo el mundo. Uruguay no podía estar ajeno a este movimiento que se ve potenciado porque tenemos aquí un régimen muy especial para la venta de todo tipo de productos en nuestras fronteras, especialmente con las del Brasil, por el mecanismo de reexportación. El mercado interno también ejerce una atracción, pero en menor medida.
Del vecino país llegaron, Ricardo Cabrera, presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura del Uruguay, institución pública encargada de la política del vino; Martina Litta, representante de Uruguay Wine, algo así como una marca país sectorial y representantes y enólogos de las 13 bodegas que tuvieron participación en la feria del vino. A la exposición fueron invitados especialmente 250 referentes del mundo del vino, representantes de sectores gastronómicos y hotelero, así como potenciales importadores locales.
Entre las bodegas que participaron de la exposición, estuvieron: Bouza, Bracco Bosca, Castillo Viejo, Cerro Chapeu, Cerro del Toro, Familia Traversa, Garzón, Montes Toscanini, Narbona, De Lucca, Familia Deicas, Barras de Mahoma y Antigua Bodega. La mecánica fue la misma que es utilizada en la Expo Vino, stands, copas disponibles para los presentes que podían degustar a gusto y presencia de los representantes de cada bodega dando las explicaciones correspondientes.
Antes, también con invitados especiales, se realizó una master class, que nos permitió conocer, no un poco más sino mucho más, lo que representa Uruguay en el mundo del vino. Es una pequeña potencia, poco conocida en nuestro país. Lo de pequeña no es porque dicho país tenga una escasa superficie (176.000 kilómetros cuadrados) sino por la alta potencialidad que tiene para la producción vitivinícola. Es el cuarto productor de vino en América del Sur.
Como slogan utilizan la frase “Vinos Atlánticos de Sudamérica para el mundo”. Son los únicos en nuestro continente, por lo tanto, son vinos que tienen características particulares, diferentes al resto y reconocidas internacionalmente. Uruguay tiene un clima templado, altamente favorable para esta industria. Algunos incluso lo comparan con la que existe en Burdeos, Francia. Se puede cultivar uvas en casi todo su territorio. De hecho, existen viñedos en 15 de sus 19 departamentos. La mayoría se concentra en la zona de Canelones al sur del país, no tan lejos de la ciudad de Montevideo.
Desde hace algunos años, algunos vinos uruguayos tienen presencia comercial en nuestro país. El pionero fue sin dudas Pisano, que no estuvo esta vez en la feria, luego ya sin orden de aparición llegaron Garzón, Bracco Bosca, Narbona y Familia Deicas. Generalmente se asociaba el vino uruguayo al tannat, porque esta es la cepa emblemática y con la cual han obtenido numerosos premios internacionales. De hecho, es la variedad que mas se cultiva en Uruguay. Pero también se plantan: Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Moscatel Negro, Chardonnay, entre otros.
Durante la clase magistral se realizó una degustación que nos permitió conocer algunas de las otras cepas, diferentes del tannat de las bodegas. Cerro del Toro, presentó un albariño; Narbona, un pinot noir; Bracco Bosca, un cabernet franc; Tierras de Mahoma, un cabernet Sauvignon y Antigua Bodega presentó su etiqueta Mburucuja, un blend de Cabernet Franc (40%), Syrah (30), Tannat (10%), Merlot (10%) y Sangiovese (10%). Según la explicación pertinente estas cinco cepas representan los 5 estambres que darán nacimiento al fruto de la flor de Mburucuja.
Los representantes de la prensa tuvimos también la oportunidad de participar de un almuerzo maridaje donde con mayor detenimiento pudimos degustar, sobre todo, etiquetas de tannat. Menciones especiales para Massimo Deicas de Familia Deicas, Reserva Tannat de Garzón, Gran Tannat “Premium” de Montes Toscanini; Tannat Roble de Narbona y el Amadeus de Barras de Mahoma.
Como se ve, estuvimos “sometidos” al intenso fuego promocional de la artillería vitivinícola uruguaya que de esta manera trata de expandir sus fronteras internacionales. Uruguay es un gran exportador de vino. Produce 33 millones de litros al año (no estamos seguros si esta cifra está actualizada) y su principal mercado constituye Brasil, seguido por Estados Unidos. Paraguay no representa una gran cifra en el concierto internacional, pero cualquiera sea el interés que tengan: bienvenidos sean los vinos uruguayos. Y de todo el mundo. Claro.